lunes, 22 de julio de 2019

EL AMOR TE HACE MEJOR PERSONA


 
Hay una expresión popular que dice que “la música amansa las fieras”. Se  supone que la causa de este supuesto amansamiento se deba a los efectos potenciadores que tiene la música en determinados estados anímicos. Pero no es concretamente del efecto amansador que posee la música de lo que os  quiero hablar,  sino de la importancia de esos  supuestos efectos potenciadores que  pudiera tener el amor que guarda  relación con la pareja  en sus   estados de ánimo. Aunque más que estados de ánimo, yo diría  que en la forma de comportarse una persona de carácter violento o insociable. Porque no me negarán ustedes que  los  potenciadores del amor también influyen en el carácter agresivo y mal humorado de una persona para que ésta se vuelva más amable y  empática.   Estoy convencido que muchos de vosotros habréis conocido en algún momento de vuestras vidas  a ese tipo de personas que de continuo parecen estar  enojados  contra el mundo en general y por esta razón se mostraron irascibles en todo momento, pero  una vez de haber que hallaron, pongamos  su “media naranja”,  en su  vida tan iracunda dieron un giro de 180 grados;  con lo cual, su carácter avinagrado y conducta insociable pasaron a mejor vida, dando paso a un temperamento más tranquilo y bonachón.  Según mi criterio es por esta razón la causa por lo  que el amor acostumbra a volvernos más humanos, empáticos, sensibles y generosos. Obviamente visto todo desde una perspectiva emocional.  Pero es evidente que a veces esa transformación bondadosa que surge  a consecuencia del sentimiento de amar,  por desgracia tiene un periodo de caducidad, siempre claro está,  que  el sujeto que ha experimentado esa transformación porta  en el ADN  de forma irreversible los genes de su agresiva y antisociable conducta. Motivo por el cual   los potenciadores del amor  únicamente habrán conseguido mantenerla aletargada por un tiempo prudencial. Suele ocurrir con mucha  frecuencia que el individuo  que tiene un mal carácter muere así, nada ni nadie consigue cambiarle; por mucho que los potenciales de amor   en su mayor plenitud hayan intentado salvarle. En mi opinión, para cambiar  el mal comportamiento y carácter de un individuo están las terapias adecuadas y el trabajo multidisciplinario que a buen seguro resultarán más eficaces para controlar la ira de esas personas  que tan a menudo la exteriorizan.

 




Si no me equivoco, creo que fue el celebérrimo escritor ruso Fiódor  Dostoievski quien escribió en su día esta lapidaria frase que dice: “El amor todo lo redime, todo lo salva”.  Considero   muy certero el  enunciado por el hecho de  que  el amor es como una inmensa fortuna de bondadosos sentimientos  y sólo a través de esa conmovedora riqueza    puede  redimirnos, o en su defecto salvarnos, de nuestros propias miserias, y por supuesto que también la de los demás. De ahí la razón por lo que siempre  debemos darle mayor importancia a esta    fortuna de benévolos sentimientos, que tan intrínseca y necesarias resulta para la humanidad,  y  no  a las que proceden del prosaico materialismo, que tanto nos obnubila  y a su vez crea una sinergia de vivir por y para ella  de continúo,  sólo para lograrla, y este hecho  en definitiva no es más que una esclavitud encubierta. Lo que es un axioma es que toda persona necesita ser querida, y ser consciente de que es así. Sentir que el amor verdadero es como un regalo, un don más preciado: un presente incondicional.   Es a mi juicio la premisa ineludible  para tratar de  que  el amor haga su función de “salvador”. De lo contrario, me temo que todo intento de  transformación para ser mejor persona acabará resultando utópico. Por otra parte, la ciencia explica que el amor te hace mejor persona. Sólo es cuestión de enamorarse completamente para comprobar si es cierto o no lo que asegura la ciencia. El error creo que ha sido que de costumbre  se ha subestimado   el verídico poder de estar enamorado y relegarlo a una sensación netamente emocional y por cierto no es así, porque unos descubrimientos  llevados a cabo en una Universidad de Chicago (EE.UU.)  ha demostrado todo lo contrario . Parece ser que han comprobado que el amor está relacionado con funciones cerebrales que te hacen una mejor persona. Las pruebas empíricas que sobre este asunto han llevado a cabo sugieren que cuando estás enamorado aparentemente eres mucho mejor persona.  Estoy convencido  de que habrá quien cuestione tales pruebas y para nada se dejan convencer por estas  explicaciones científicas, por mucho que estén estén basadas en pruebas empíricas. A mí desde luego que me parecen bastante fiables estas  pruebas experimentales y científicas. Quizá por que confío plenamente en el amor como fuerza valedora y porque es uno de los más relevantes materiales que conforman al ser humano.   En cambio, lo que para mí está despejado de todas dudas, es que  quien de verdad puede lograr hacerte mejor persona, o en su defecto transformarte  el carácter o tu mal comportamiento, no se si por un tiempo de caducidad o indefinido, es la persona que llega a tu vida y tú sabes  que la quieres y que  necesitas estar con ella porque juntos vais a haceros  mejores. Porque entre ambos lograréis crear una atmósfera maravillosa, donde sólo podrá caber dentro de su espacio sentimientos nobles y bondadosos que harán de muro para impedir la entrada de todo cuanto  pueda  resultarle tóxico a tú  conducta y carácter. Para mi es incuestionable el que una persona amada que entra en tu vida, que te abraza y une de nuevo todos tu pedazos, acaso rotos por  tu mal temperamento, la que consigue que tus miedos y tus tristezas desaparezcan. Esa que te ha demostrado por las buenas que la vida y el mundo pueden ser extraordinario si al despertar cada día te das una oportunidad.   Cuando  percibas  que a través de esa persona amada    es ya  una realidad tu transformación, entonces  habrás conseguido ser  mejor persona; eso sí, con tus virtudes y tus defectos, pero en el fondo una buena persona. Igual hasta de esas que resultan imprescindibles. No se ustedes que opinión tendrá al respecto, pero a mí  me resulta extraordinario que en la vida contemos  con esas personas amadas que están   ahí cuando las necesitamos. Cualquier persona que nos motive a ser mejores personas es alguien que siempre valdrá la pena tenerlo siempre muy cerca.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario