El 40, 3 % de los españoles no lee nunca o casi nunca lo hace es la conclusión principal del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2017 de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) . Una conclusión la cual indica que cuatro de cada diez españoles son inmunes al encanto del libro por que les trae al pairo la lectura. Pero lo preocupante de este asunto, en mi opinión, es que el número de
personas que no lee nunca ha ido creciendo de forma considerable desde el año
2009 hasta el año en curso. La verdad es que aún resultándome cuestionable la conclusión principal a la que ha llegado el susodicho Barómetro ,y por tanto resulte discutible o no su veracidad sobre ese 40,3 % de los
españoles que indica que no leen nunca o casi nunca, para alguien cuyo hábito
de lectura es una constante, como es mi caso, no deja de resultarme sorprendente esta cifra. ¿Pero resultará cierto
que en este país existe toda esa gran cantidad
de personas que no leen
nunca o casi nunca? Pues es todo un
contrasentido esta situación en un país donde se editan entre 55.000 y
65.000 títulos al año; vamos que casi doblamos en publicaciones de libros a Alemania, Francia o Italia. Me parece un auténtico despropósito lo de publicar tan
exorbitante cantidad de títulos anuales cuando existe todo ese elevado porcentaje de españoles que no tienen interés alguno en prestarles atención.
Pero bueno, en contraposición a ese despropósito, están quienes sí les prestan la debida atención a la mayoría de cuantos se publican y en
cierto punto sirve para justificar todos esos miles de libros que al año se
editan con el fin de que sean leídos. Sobre todo por las mujeres, porque en España ellas leen más que los hombres con una diferencia porcentual de diez puntos. Tengo entendido que la lectura incrementa la inteligencia, con lo cual resulta un axioma demostrar quien puede ser más inteligente de los dos. Por otra parte, no creo yo que se publiquen
con fines exclusivamente comerciales la mayoría de esos títulos porque así lo demanda el neoliberalismo
que todo lo confía a los mercados y también
a la economía de este
sistema tan absorbente. Aunque hay que reconocer que el libro es la primera industria cultural de
España que aporta el 0.78 del PIB.
¿Por que será?
Supongo
que el factor educacional se hará determinante a la hora de fomentar tanto al libro como a su lectura.
Sobre todo a personas que claramente su interés es nulo. Resulta palmario que el hábito de la lectura
forma parte intrínseca de la Cultura y todos conocemos sobradamente que la
Cultura a día de hoy no es algo prioritario para el actual Gobierno. Además, tiempo atrás ya la postergó claramente con la imposición del polémico canon con el 21 % de
IVA cultural .
No cabe duda de que tal imposición contribuyó a lastrar al sector de la
Cultura y ello fue el coadyuvante idóneo para que se a encareciera el libro, con lo cual fue otro
añadido más para que se elevaran las cifras de personas que no leen nunca. Aunque
bueno, lo de no leer nunca, nunca, me parece un concepto bastante relativo. No se si la conclusión final a la que llegó el mencionado Barómetro se basa
exclusivamente a los hábitos de lectura
del libro en su diferentes estilos literarios, o englobaba también otro tipo de lectura
como por ejemplo la prensa tanto digital como en formato papel. En mi opinión creo
que serán muy pocas las personas que no se molesten en leer determinadas
noticias en los periódicos, sobre todo las de información deportiva porque no cabe duda de que se trata de
un producto asociado a la industria editorial del que se hace un grandísimo consumo. Producto
al que por supuesto nadie se pude
otorgar el beneplácito de catalogarlo como lectura trivial por carecer de la correspondiente enjundia literaria. Si a priori de lo que
se trata es conseguir disfrutar un rato de placer con la lectura, no veo yo razón alguna que pueda impedir alcanzar un placer semejante leyendo las obras de ilustres literatos que las andanzas
deportivas del “Mega Crack ” de turno.
Todo es cuestión de preferencias.
Al
parecer todos esos españoles que no leen nunca o lo hacen en contadas ocasiones
argumentan que nos les gusta, no les interesa y sobre todo por falta de tiempo.
Imagino que a nadie le resultará una sorpresa el que por falta de tiempo no se
lea. Es lo normal que esta circunstancia ocurra en la actualidad porque debido
al ritmo estresante que impone este
sistema tan competitivo y excluyente en el que estamos inmersos, obliga el que se viva de continuo con excesiva prisa y
zozobra. Y para deleitarse en plenitud con la lectura, se necesita en exclusividad tiempo y tranquilidad mental
y al frenético ritmo en que se intenta vivir hoy en día resulta imposible por ser
la antítesis de lo que la lectura requiere. Una cosa que debemos tener bien claro es la necesidad de apostar por la lectura , no ya como un referente para el futuro de una
sociedad sino como una propuesta que ayude aprovechar el tiempo que de alguna
manera sirva para que construya intelectualmente a las personas. Esta claro
que el sistema educativo será clave en
la formación lectora de nuevas generaciones. También debemos tener en cuenta
que el ejercicio de leer resulta muy beneficioso para el cerebro porque a éste le
permite afinar la memoria, agilizar la mente y retardar el envejecimiento. Esto
es lo que afirma un estudio encabezado por el Dr. Robert Wilson del Centro
Universitario de Chicago. Verdaderamente la información que indica este doctor
norteamericano es todo un estímulo para seguir apostando por este saludable hábito
que nutre tanto a nuestras habilidades mentales como a nuestra salud mental.
Además para quienes desarrollamos el ejercicio de la escritura con mayor o
menor suerte, nos sirve para ampliar nuestros conocimientos y vocabulario. Por
lo tanto habrá que continuar promoviendo los cognitivos beneficios personales que nos
aporta la lectura con el fin de estimular nuestro cerebro y su capacidad intelectual.