martes, 20 de marzo de 2018

NOS DICEN QUE SE LEE POCO



 
El 40, 3 % de los españoles no lee nunca o casi nunca lo hace es la conclusión principal del Barómetro de Hábitos de Lectura  y Compra de Libros en España 2017 de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) .  Una conclusión la cual indica que cuatro de cada diez españoles  son inmunes al encanto del libro por que les trae al pairo la lectura.  Pero lo preocupante de este asunto, en mi opinión, es  que el número de personas que no lee nunca ha ido creciendo de forma considerable desde el año 2009 hasta el año en curso. La verdad es que aún resultándome cuestionable la conclusión principal a la que ha llegado el susodicho Barómetro ,y por tanto resulte discutible   o no su veracidad sobre ese  40,3 % de los españoles que indica que no leen nunca o casi nunca,  para alguien cuyo hábito de lectura es una constante,  como es mi caso,   no deja de resultarme sorprendente esta cifra.  ¿Pero resultará cierto que en este país existe toda esa gran cantidad de personas  que no leen nunca o casi nunca?  Pues es todo un contrasentido  esta situación   en un país donde se editan entre 55.000 y 65.000 títulos al año; vamos que casi doblamos en publicaciones de libros a  Alemania, Francia o Italia.    Me parece un auténtico despropósito  lo de publicar tan exorbitante  cantidad de títulos anuales cuando existe todo ese   elevado porcentaje de españoles  que no tienen interés alguno en prestarles  atención. Pero bueno,  en contraposición a ese despropósito,  están quienes sí les prestan la debida atención a la mayoría de  cuantos se publican y en cierto punto sirve para justificar todos esos miles de libros que al año se editan  con el fin de que sean leídos. Sobre todo por las mujeres, porque en España ellas leen más que los hombres con una diferencia porcentual de diez puntos. Tengo entendido que la lectura incrementa la inteligencia, con lo cual resulta un axioma demostrar quien puede ser más inteligente de los dos.  Por otra parte,  no creo yo que se publiquen con fines exclusivamente comerciales la mayoría de esos títulos porque así lo demanda  el  neoliberalismo que todo lo confía  a los mercados y también a   la economía de este sistema tan absorbente. Aunque hay que reconocer   que el libro es la primera industria cultural de España que  aporta el 0.78 del PIB.





¿Por que será?
 
Supongo que el factor  educacional se hará  determinante a la hora de    fomentar tanto al libro como a su lectura. Sobre todo a personas que claramente su interés es nulo.  Resulta palmario que el hábito de la lectura forma parte intrínseca de la Cultura y todos conocemos sobradamente que la Cultura a día de hoy no es algo prioritario para  el actual Gobierno. Además, tiempo atrás ya la postergó claramente con la imposición del polémico    canon con el  21 %  de IVA cultural . No cabe duda de que tal imposición contribuyó a lastrar al sector de la Cultura y ello fue el coadyuvante idóneo para que se a encareciera el libro, con lo cual fue otro añadido más para que se elevaran las cifras de personas que no leen nunca.  Aunque bueno, lo de no leer nunca, nunca, me parece un concepto bastante relativo. No se si la conclusión final a la que llegó el mencionado Barómetro  se basa exclusivamente  a los hábitos de lectura del libro en su diferentes estilos literarios, o englobaba también otro tipo de lectura como por ejemplo la prensa tanto  digital como en formato papel. En mi opinión creo que serán muy pocas las personas que no se molesten en leer determinadas noticias en los periódicos, sobre todo las de información deportiva porque no cabe duda de que se trata de   un producto asociado a   la industria editorial del que se hace un grandísimo consumo.  Producto al que  por supuesto nadie se pude otorgar el beneplácito de catalogarlo como lectura trivial  por carecer de la correspondiente enjundia literaria. Si  a priori de lo que se trata es conseguir disfrutar un rato de placer con la lectura,  no veo yo razón alguna que pueda impedir alcanzar un placer semejante   leyendo las obras de  ilustres literatos que  las andanzas deportivas del “Mega Crack ”  de turno. Todo es cuestión de preferencias.


Al parecer todos esos españoles que no leen nunca o lo hacen en contadas ocasiones argumentan que nos les gusta, no les interesa y sobre todo por falta de tiempo. Imagino que a nadie le resultará una sorpresa el que por falta de tiempo no se lea. Es lo normal que esta circunstancia ocurra en la actualidad porque debido al ritmo  estresante que impone este sistema tan competitivo y excluyente en el que estamos inmersos,  obliga el que se viva de continuo con excesiva prisa y zozobra.  Y   para deleitarse en plenitud con la lectura, se necesita  en exclusividad  tiempo y tranquilidad mental y al frenético  ritmo en que se intenta vivir hoy en día  resulta imposible por ser    la antítesis de lo que la lectura requiere. Una cosa que debemos   tener bien  claro es la necesidad de  apostar por la lectura ,  no ya como un referente para el futuro de una sociedad sino como una propuesta que ayude aprovechar el tiempo que de alguna manera sirva para que construya intelectualmente a las personas. Esta claro que  el sistema educativo será clave en la formación lectora de nuevas generaciones. También debemos tener en cuenta que el ejercicio de leer resulta muy beneficioso para el cerebro porque a éste  le permite afinar la memoria, agilizar la mente y retardar el envejecimiento. Esto es lo que afirma un estudio encabezado por el Dr. Robert Wilson del Centro Universitario de Chicago. Verdaderamente   la información que indica este doctor norteamericano es todo un estímulo para seguir apostando por este saludable hábito que nutre  tanto a nuestras habilidades mentales como a nuestra salud mental. Además para quienes desarrollamos el ejercicio de la escritura con mayor o menor suerte, nos sirve para ampliar nuestros conocimientos y vocabulario. Por lo tanto habrá que continuar promoviendo los cognitivos  beneficios personales que nos aporta la lectura con el fin de estimular nuestro cerebro y su capacidad intelectual.

 

 


domingo, 11 de marzo de 2018

DE VERGÜENZA

 
 
Nos aconsejan que nos esforcemos para mostrar una actitud   positiva   a fin de que  nos resulte lo más feliz posible el transcurso de la vida.  Estoy totalmente de acuerdo con tan excelente consejo,    aunque hay que reconocer, que  para conseguir el objetivo indicado, habrá que  actuar desde  una postura individualista carente de toda empatía o  compromiso con la realidad social porque  de lo contrario resultará una auténtica utopía.  Pero a veces por mucho que intentes obviar la realidad social a fin de evitar  caer en un  sentimentalismo conmovedor,  siempre acaban afectándote todas esas perversas situaciones generadas por este sistema tan sometido   al capitalismo salvaje.  Situaciones  que la mayoría de ellas  a mí  particularmente  me afectan seriamente  por su irrefutable iniquidad. Son  los medios de comunicación  quienes normalmente se encargan de  que conozcamos la terrible realidad que sufren de forma cotidiana  la miles, o millones,  de personas  excluidas de la sociedad  del bienestar.   Una de las noticias  a las que me refiero apareció días  atrás en estos medios y hablaba de que una  señora de Manresa, de 83 años,  tuvo que pedir ayuda a un convento de monjas tras pasar tres días sin comer por que la pensión no le llegaba. Al enterarme de cual era la    razón para no  llegarla, me entró un cabreo monumental y no es para menos cuando sabes que la  infeliz cobra únicamente 338 euros de pensión al mes. Trescientos los emplea para gastos de piso y sólo le quedan 38 para pasar el mes. Así como lo oyen: ¡38 míseros euros para comer durante todo un mes!.  No me extraña que por tan dramática situación esta mujer  pase autentico hambre y demás  penurias habidas y por haber. Otro caso al de esta mujer ocurre en Málaga a cuenta de un señor de 73 años que cobra únicamente 300 euros al mes de pensión  y que anda mendigando por las calles de la mencionada ciudad para poder dar de comer con lo que saca a su mujer y nietos. Como estos dos casos que he comentado, hay cientos o miles parecidos que se dan en la actualidad. Dan fe de ello,    los numerosos bares y restaurantes a donde  acuden cada día todo tipo de personas mendigando comida, en su mayoría son personas que se han quedado sin trabajo y que no tienen que comer. Como se ve, no faltan personas que tratan de alimentarlos lo mejor que pueden.  Es  evidente que se hace necesario el que todos debemos implicarnos de alguna forma  en mejorar la vida de los más vulnerables.





 

 Lo terrible de todo esto  es que no estoy hablando de personas  que residen  en algunos de esos países tercermundistas, donde todos conocemos sobradamente que debido a la situación social, económica y política que soportan,   es muy común el que se de esta terrible situación de supervivencia, sino que  estoy hablando de uno  al que se le denomina capitalista como  resulta ser España, donde tanto se derrocha a trote y a moche en fastuosos eventos públicos; en cambio se les niega lo más básico para vivir a  todas las personas que se encuentran excluidas socialmente   Como se ve, el hambre y  demás  penurias  no conocen fronteras y se van cambiando de dueños.  ¿No se les caerá la cara de vergüenza  a los políticos  de este país  por la  terrorífica dimensión  que alcanza todo este drama humano?  Me temo que ellos viven paralelos a esta realidad, en su particular y lujoso  status  del bienestar, razón por lo cual   ni lo más mínimo sienten vergüenza alguna. Habrá que insistir en  pedirles que promuevan políticas  dirigidas a revertir esta situación,  pero me temo que va ser  baldía nuestra  insistencia  Y para muestra un botón. Lleva mucho tiempo el movimiento de  los jubilados de toda España tomando las calles y asediando el edificio del Congreso de los Diputados  casi  a diario para manifestarse y hacer oír sus reivindicaciones y protestas en defensa de unas pensiones dignas, pero tanto  el  ínclito  presidente del Gobierno, Mariano  Rajoy, como   sus acólitos hacen oídos sordos a estas  multitudinarias manifestaciones de los pensionistas. Estoy convencido de  que hasta  que adviertan que  la amenaza de castigarles en las urnas por parte de   este colectivo social se pueda hacer una realidad,   los responsables de vaciar la hucha de las pensiones no van a  tener en cuenta seriamente sus reivindicaciones.  Por tanto,  los   pensionistas actuales y los supuestamente en un  futuro, que  vayan apretándose los machos,   porque según tengo entendido España es el país de la Comunidad  Europea  que más va a recortar sus pensiones hasta el 2060.  Está claro que para dar “tijeretazos”,  en Europa no hay  país alguno que   nos haga  sombra para nuestra desgracia.


Muy  angustiosa resulta la situación social que este atribulado país está viviendo en la actualidad. No se si son secuelas de la dura y prolongada crisis sufrida, o es que aún no la hemos metabolizado lo suficiente para dejar de notar sus estragos, por mucho que se jacten en pregonar su finalización aquellos que pretenden  hacernos creer que así es cuando  muestran   las cifras que exponencialmente van en  aumento en cuanto a  los beneficios obtenidos tanto  por la banca como por las grandes empresas. Es obvio que estas macroeconomías no son el fiel reflejo de los ciudadanos de a pie.  El espejo adonde éstos deben mirarse es el de   la economía de supervivencia que cuenta la mayoría para ir tirando con todo tipo de estrecheces; o el de    la extrema pobreza que otra minoría sufre y por la cual  se ven en la obligación de mendigar para comer por cobrar míseras pensiones.   Cuando las colas para entrar en los comedores sociales se hacen  interminables o el Banco de Alientos no da abasto para satisfacer todas las demandas,  se demuestra que a cuenta de  la mediocridad  de sus políticos, social y  económicamente , este país no funciona como es debido.  Así que te aconsejo que ahora en adelante no les hagas ni puñetero  caso a todos esos mentirosos que  tratan de venderte la moto en forma de  la tan cacareada y  maravillosa Marca España.


 

 
 
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