viernes, 15 de junio de 2018

TIEMPO DE ESPERA
 
“Yo seguiré esperando porque se que algún día
buscarás el refugio de mis brazos abiertos”
 
                                        (José Ángel Buesa)
 
Ahora que duerme la voz y en el silencio se acomoda,
que mis manos delinean tu cuerpo con otra desnudez 
y en los acordes de tus cenizas ensaya el pasado un tango,
quisiera recuperar tu imagen  diseminada en la ausencia
para emerger como una lágrima y solidificarte en la palabra.
 
Pero   solo soy  peregrino caminando  por un repecho suicida
y me visto con harapos del tiempo para abrigar las cicatrices
que   de ti  conocen todo  y resignadas se esconden
 bajo  la soledad como raíz que  en la nostalgia profundiza
y por el fondo de sus recodos se adentra y me recuerda
donde cayeron derribados mis sueños por un rencor ficticio.
 
A fuerza de renovarte posees mi orfandad,  mi devaneo,
te apropias de la rutina estéril de buscarte en madrugada
y a través de ti crezco sobre el filo de una incógnita y me exilio
en unos brazos secretos que no quieren más patria que tu nombre
ni mas devoción  que al relicario de tus caderas volcánicas.
y de la vorágine  de tanta abstinencia y herejía nos redimen
 
Cuando  te reclame para alumbrar la primavera, aunque florezcas
igual que herida fresca, acércame la fuerza que explota en tu alegría,
porque como eclosión de melancolía en la esperanza te requiero,
hasta que el paisaje respire por mi pulso y en su pálpito
te proyectes como  una ilusión feraz  naciendo en el crepúsculo.
 
Ancestral por mi carne recorres las playas salvajes del deseo
para escribir tu propia historia con la desazón del agua.
Porque el mar tan solo es leyenda sumergida en tus labios
donde  la sirenas navegan y sobre  las espuelas del viento
galopan arcángeles de espuma que  codician liberarme
el corazón envejecido  y sepultado bajo la bruma tu olvido

prueba

viernes, 1 de junio de 2018

EL CHALET DE MARRAS



Aún colea   la noticia  que  en su momento  fue “trending  topic”  sobre      la compra de un chalet por parte  del líder de Podemos Pablo Iglesias y su pareja, Irene Montero,  "portavoza" en el Congreso  de la formación morada. Un inmueble  de aproximadamente doscientos y pico metros cuadrados  cuyo precio   ronda alrededor de los 600 mil euros y que está situado  en plena sierra madrileña; concretamente en el municipio de Galapagar. El lujoso chalet  tiene    un gran porche y en el exterior hay una piscina integrada en el jardín. Todo ello se encuentra ubicado dentro de una amplia parcela de 2000 metros cuadrados. Como veis resulta ser  una vivienda de alto standing la cual resulta su acceso  prohibitivito para la clase trabajadora por su exiguo poder adquisitivo ; en cambio lo habitual es que este tipo de viviendas  la disfruten en exclusiva la clase aburguesada. Pablo, Pablete... ¡Quien te ha visto y quien te ve!: De vivir en un humilde piso de currante en Vallecas, a habitar  próximamente  un impresionante casoplón  de lujo hecho a la medida de un   pequeño burgués. Que alucinante forma de medrar la tuya: yo de mayor quiero ser como tú.  Por otra parte,  es obvio que si se hubiera tratado de unos  propietarios que no ostentaran ningún cargo político  no habría  suscitado  polémica alguna  la compra del casoplón porque cada uno es libre de gastarse su dinero como le de la real gana; lo mismo que el  de hipotecarse para unos cuantos años con el Banco, tal como dicen  haberlo hecho Iglesias y Montero  al  haber pedido un préstamo hipotecario  y tener que pagar unos 1600 euros al mes. (Aunque supongo que con los sueldazos de diputados que trinca la pareja, resultará peccata minuta la cantidad que deben abonar  al Banco cada mes).  Pero a lo que íbamos,  al tratarse de  dos políticos con  cargos relevantes dentro  su partido  la polémica está servida, máxime cuando ambos tanto han despotricado contra los excesos  y privilegios de la casta. Resulta que  en vez de dar ejemplo viviendo acorde con sus discursos, hacen todo lo contrario. ¿Pablo Iglesias e Irene Montero dónde quedó  vuestro compromiso de vivir como la gente corriente para poder representarla en las instituciones?  La compra del lujoso inmueble además de manifestar una condición de aburguesados es claramente la antítesis de lo que tanto os jactáis en predicar. Tienen que saber, y tenerlo presente en todo momento, que son los representantes de todos nosotros, y en especial de sus votantes. Pero por desgracia  a los políticos en general esto  se les olvida con mucha facilidad. Por ende, cada vez que se conozca la noticia de que han cometido alguna falta  o incurran en cualquier corruptela hay que dejarlos en evidencia, sin importar para nada del partido que representan.
 
 
 

( Aquí está  la pareja feliz sonriente, seguro que por  el impresionante   casoplón que se han comprado) 



No me cabe la menor duda de que la imprudencia cometida  por parte de Pablo Iglesias  ha sido la excusa perfecta, y hasta cierto punto razonable,  para que los detractores del partido político que lidera, vomiten toda  su reaccionaria cólera y exabruptos contra los “podemitas,  peyorativamente así les nombran. Para cerciorarse de ello, sólo es cuestión de darse una vuelta por las letrinas de Internet, donde se arroja todo tipo de vómitos y exabruptos  y podrán comprobar de manera insi tu de lo que estoy hablando. Es normal que se hayan dado cita en la red una legión de sujetos de este pelaje porque   siempre están   esperando ávidos que cometan algún error político de alta incoherencia, como ha sido en este caso,   para lanzarse a la yugular de Podemos y   en esta ocasión Iglesias y Montero a cuenta de la compra del chalet  de marras se lo han puesto  a huevo.   Obviamente este asunto también  ha proporcionado mucha  munición a  los adversarios políticos de la formación morada para arrojársela cuando llegue el momento oportuno. Como por ejemplo cuando  ambos   traten de defender desde la Tribuna del  Congreso  reivindicaciones sociales   o prediquen contra los excesos de la clase privilegiada y las estrecheces de la clase trabajadora.   A mí  me indigna y a su vez me entristece todo este asunto por el simple hecho de que paulatinamente cada vez se está viniendo más abajo ese sueño de que  la alternativa al bipartidismo podía ser posible gracias a Podemos. Personalmente  había depositado  mucha confianza en esta novedosa organización que supo engancharse políticamente al movimiento del 15-M y conseguir que se conectaran muchas de esas personas desencantadas de la política  bipartidista y sobre todo a muchos jóvenes que vieron en este partido una idea con la que se identificaban. Pero lamentablemente una y otra vez me siguen decepcionando. Sobre todo porque han priorizado el    querer lograr ser la hegemonía de la izquierda por encima de la defensa de las reivindicaciones  políticas y sociales  que demandan   sus votantes. Luego está su tozuda    implicación en la crisis catalana,  que a mi juicio  su terquedad  en este conflicto me resulta    excesiva. Y para acrecentar más  mi decepción  ahora lo rematan con  la compra del  lujoso chalet en plena sierra madrileña. A veces pienso que Pablo Iglesias, no se si por cansancio o porque políticamente no  consigue dar más de sí,  quiere quitarse de en medio  y me lo demuestra con esta metedura de pata que a todas luces resulta un ejercicio de torpeza enorme. Por otra parte,  como sabéis,  a causa de este ejercicio de torpeza se vio en la obligación   de  someter a un plebiscito a las bases del partido  y al final a trancas y barrancas  consiguió salir a flote  del sufragio. Todo   gracias a sus palmeros que   siempre han cerrado filas en torno a  su líder y respondiendo en todo momento a esta polémica.  Creo que esto de trasladar a las bases lo que incumbe  a su responsabilidad no es  la primera vez que lo hace, sobre todo si sospecha que el futuro le puede resultar hostil. ¿Sabes una cosa Sr.   Pablo Iglesias Turrión?, ahora en adelante cuando trates de suscitar el odio contra la casta, abanderando la rabia; o nos grites que soy de los vuestros y estoy aquí para representaros,  me va a resultar tu discurso como el que emite   cualquier  otro político mentiroso porque estará  envuelto en un alarde de cinismo e hipocresía. Una  pena, la verdad.