miércoles, 21 de diciembre de 2022
jueves, 15 de diciembre de 2022
UN POCO HARTO
Qué pasa que el Messi este de las narices, que últimamente se le encuentra hasta en la sopa, es un premio Nobel de investigación, de Biología, de Química o algo parecido?...¿ O es que va a ser el esperado héroe divino, por el Messías digo, que va a salvar a la humanidad de sus miserias o su infortunio?....Estoy hasta las narices de darle tanta publicidad a este individuo ególatra, defraudador fiscal y avaricioso a más no poder (del Barsa se marchó porque no le pagaban lo queexigía el desagradecido después de estar trincando millones de euros del club durante un montón de años)...que lo único que sabe es darle patada a un balón con cierta habilidad, y en cuanto a inteligencia justito, justito. Y menos mal que al narcisista y prepotente Ronaldo su carrera de pelotero va yendo de culo y cuesta abajo, sino más de lo mismo. Menudo lavado de cerebro que tenemos con el condenado futbol, ni la pandemia vírica consiguió que dejáramos de darle preferencia a individuos que el único bien que hacen para la Humanidad es darle patadas a un balón, y mira que nos puso cruelmente delante de la muerte el virus, pero ni con esa aprendemos. Relegamos a un segundo plano a los científicos, biólogos, investigadores, doctores, etc..y toda persona que resulta necesaria e imprescindibles en beneficio de la Humanidad, y ponemos en primer plano, hasta encumbrarles en los altares de la celebridad, a los Messi, Ronaldo, Neymar, Mbappé, y demás sujetos de este pelaje. ¡Qué tristeza, que fracaso de la Humanidad! Aunque eso sí, un triunfo para los dirigentes políticos, porque que el poder establecido, o sea los gobernantes, saben que mientras el populacho siga disfrutando con el fútbol, que discuta, que se pelee, que se distraiga... será una forma perfecta para tenerlos anestesiados o aborregados, y de esta manera volverse acríticos así no protestan por los abusos y excesos del poder. Desde luego que iba bien atinado el filósofo alemán Karl Max cuando dijo aquello de que el futbol era el opio del pueblo. Y bien que lo saben los políticos, porque muy astutos ellos están al tanto de que el futbol es una poderosa arma de distracción y saben utilizarla cuando les conviene. Un claro ejemplo es el pueblo argentino, que está padeciendo una inflación por las nubes y esto hace que la mayoría de los ciudadanos argentinos están viendo como se reduce bajo mínimos su poder adquisitivo. Por esta circunstancia, bajo mi punto de vista, están más para salir todos a la calle, no para celebrar las victorias patrióticas futboleras del país, sino para liarla parda contra sus políticos y que arda hasta la Bombonera, o la plaza del Obelisco entera, por el fragor de las protestas. Pero no es así porque el futbol a la mayoría de argentinos por esa pasión exacerbada que profesan por este “deporte-negocio” les tiene absorbido el cerebro. Saber que la situación económica del país está dentro de en una precariedad preocupante a cuenta de la inflación y que cientos, o miles, de aficionados argentinos se han endeudado por más de diez años por el hecho de pedir créditos a los bancos para ir a ver el fútbol a Qatar, me resulta muy preocupante e indignante y a su vez habla de comportamiento inconsciente de una masa forofa que no ven sus ojos otra realidad más importante que todo lo que se menea alrededor del fútbol. Y me da pena, por el afecto que tengo a Argentina, pero su foromismo y su pasión visceral por el fútbol es algo que me desborda y rompe mis esquemas. Por eso me cabrea.
Lo mismo me irrita ese aspecto bastante negativo del fútbol por que a través de él se consigue desviar la atención de asuntos que son primordiales. Muchas personas acuden a manifestarse de forma más multitudinaria para protestar contra la dirección deportiva de su equipo, que para reclamar nuevos derechos laborales o para salvar la sanidad. Desde el Imperio Romano se ha empleado la máxima “pan y circo”, eso es lo que constituye el fútbol moderno. No quiere decir esto que aquella persona que consuma este deporte deba abandonarlo, seguramente si mi equipo favorito gana un título me alegre como el que más y hasta igual me da el punto de ir a celebrarlo, pero sí debe haber prioridades y creo que es más necesario acudir a manifestaciones en defensa de derechos sociales que a las multitudinarias celebraciones de los eventos deportivos. Pero oye, que nadie se moleste, aquí no pasa nada, y a vivir que son dos días, y por supuesto a seguir venerando el futbol, a sus practicantes, que eso es lo que quieren los políticos, los de cualquier parte del mundo. Por desgracia así nos quieren, y así nos tienen: acríticos y tristemente calladitos porque nuestro silencio es su poder. ¡Y que viva el futbol, y olé!
miércoles, 7 de diciembre de 2022
REFLEXIONES DISPERSAS (IV)
¿Dónde está la crisis?
No se, pero igual uno es un pringado que ha llegado tarde a la fiesta y no se entera de que va esto. ¿O quizá estoy sobradamente enterado de que la situación económica del país para la mayoría de españolitos de a pie les va de culo, además sin frenos y cuesta bajo?. Más bien lo segundo. No es para menos porque la inflación está por la nubes y se nos ha agarrado al cuello y no quiere soltar bocado, y ahí estamos, asfixiados por las facturas: que si el gas, que si la electricidad, que si la gasolina, que si no se puede llenar en condiciones el carro de la compra por los precios abusivos porque el dinero no da para más, por mucho malabarismo que se haga de auténtico tiburón financiero, justito, justito para llegar a final de mes (cuando llega por más que lo estires). Vamos que una ruina total, pero hete aquí que todo lo expuesto no se si es pura invención mía, o de los medios de manipulación, perdón de información, por que barrunten lo que barrunten, en este país, hablo de España, se vive como dios; o sea que a todo lujo. Por tanto resulta una auténtica falacia todo lo que te cuenten de que la inflación nos está haciendo la vida imposible. Y sino me creen, compruébelo ustedes mismos con el ejemplo claro de estos días con este súper puente, o más bien acueducto, de la Constitución y la Inmaculada, con las carreteras con atascos monumentales, las estaciones de autobuses, de trenes y aeropuertos abarrotadísimos de gente que se larga para disfrutar de las zonas turísticas. Los hoteles, casas rurales, estaciones de esquí... toditos repletos. Lo mismo que los restaurantes que hay que pedir mesas con semanas de antelación. Y no me meto con los días venideros donde esa vorágine de consumismo compulsivo y despilfarro sin control van a ser el denominador común. ¿Crisis, dónde está la crisis?...¿Y la inflación, agarra por el cuello hasta la asfixia o es tan solo un suave mordisco? Personalmente intuyo que aquí mucha gente se toma literalmente al pie de la letra eso de “A vivir que son dos días y que salga el sol por Antequera”. Lo jodido es cuando salga y le de por calentar de forma tórrida a ver que hijo, o hija, de madre, tiene los suficientes bemoles para soportarlo si de continuo, y sin reflexión alguna, ha estado despilfarrando dinero a troche y moche. Pues eso.
Metaverso
La palabra metaverso actualmente está muy de actualidad. Ha invadido nuestro espacio físico y real. Lo preocupante es que ha venido para quedarse y ha empezado a poner en jaque nuestra sencilla forma de vivir de siempre: el espacio virtual que engloba la tecnología tarde o temprano acabará por absorberla por completo. Cuando este hecho ocurra, ya podremos asistir a conciertos virtuales, viajes, interactuar con usuarios, disfrutar, ir de compras. Prácticamente todo lo que hacemos a diario. Incluso trabajar. Desde luego que el metaverso va a resultar una auténtica revolución digital en todos los ámbitos. Pero hay un pero, porque existe un problema peliagudo o peligro si quedas enganchando de forma adictiva al metaverso. Si esto sucede , podrías desdibujar la línea de lo que es la realidad y lo que es fantasía, como también deteriorar las relaciones sociales. Este contratiempo ciertamente no va a ser un hándicap porque me temo que dentro de aproximadamente diez años la mayoría de personas y marcas, van, o vamos, a estar dentro del metaverso. Cuando este distópico sea una realidad, y los avatares dirijan nuestra propia vida, desaparecerá ese especial momento de disfrutar en soledad la lectura de un libro editado en formato de papel que desprende ese olor tan particular y sensación hipnótica, tan característico en el. Es evidente que nos augura un futuro diferente, con un universo alternativo que no tengo duda que tratará de imitar, tal vez a la perfección, de las sensaciones, olores y demás experiencias posibles, puede que las mejore. Pero no nos engañemos porque al final todo quedará en una ilusión, una parodia del universo original y palpable, menos magnífico, menos rimbombante, pero real. A mí particularmente no me seduce para nada la idea del metaverso y sus inseparables avatares que son una metáfora del mundo real. Yo quiero y apuesto por vivir mi propia vida lo más cercana a la realidad. Me niego a que un avatar me represente y viva mi propia vida como si se tratara de un impostor valiéndose de mi identidad virtual.
Optimismo.
En estos tiempos tan propensos a la negatividad es necesario que permanezcan siempre las puertas de nuestra vida abiertas para que a través de ellas se adentre el optimismo y así tener la oportunidad de conservar los sueños, las ilusiones, las esperanzas… porque obviamente nunca sabremos cuando nos harán falta. Aunque al resto del mundo no le guste, o te critique, que nada te importe. Tú simplemente déjate guiar por el corazón y nunca dejes pasar una oportunidad que tú creas que podrá hacerte sentir feliz. Y también escribe en el alma, con la tinta de la alegría, que cada nuevo amanecer es el mejor del año. Todo es cuestión de que creas en ti y confíes que eres capaz de lograr todo aquello que te propones, ya verás como así en su momento todo puede ser posible. Si no sabes como comenzar a dar el primer paso hacia el optimismo, empieza por sonreír. Personalmente no tengo la menor duda acerca de que sonreír debe ser la premisa con que iniciemos ese reto cuyo propósito ha de ser siempre conseguir que el mayor tiempo posible estemos en brazos de la felicidad.
lunes, 14 de noviembre de 2022
miércoles, 2 de noviembre de 2022
PERSIGUIENDO EL ÉXITO
¿Será cierto que lograr el éxito normalmente depende en insistir?. El polifacético artista norteamericano Wody Allen afirma que el 98 por ciento del éxito se basa en insistir. La frase no resulta demasiado conmovedora ni tampoco hermosa, pero puede que transmita una gran verdad. Con seguridad no lo se. Está claro que la perseverancia o constancia es un valor estratégico en tu busca. La recompensa muchas veces nos llega a través del esfuerzo. El refranero español dice “que el que la sigue la consigue”. Es de sobra conocido que los dichos populares resultan muy atinados la mayoría de veces, aparte de que su finalidad es la de transmitir una enseñanza o mensaje instructivo, como también estimulante. Y en este caso resulta palmario ese estímulo. Aunque bueno, también puede que para poder triunfar no baste solo con insistir, sino el tener que trabajar mucho más que los demás; vamos que trabajar sin denuedo. Pero aún así no te garantiza el éxito seguro. Lo que está claro es que son premisas que comparto porque ambas conceden confianza, las cuales nos guían el camino por el que poder llegar hasta donde existe la posibilidad de alcanzar el objetivo deseado. Pero tengamos siempre los pies en el suelo y nunca nos dejemos impresionar por las frases triunfadoras o estimulantes que aparecen impresas en tazas y camisetas. Frases que nos hacen concebir la idea de que todo es posible. Y no es así. Seguro que conocemos a más de una persona, o nosotros mismos, aplicando esas recetas motivadoras y acabar dándonos de bruces con la realidad. Por desgracia tenemos que convivir con la idea de que no todo es posible, por mucho que nos quieran hacer creer que la palabra “imposible” está inventada por personas mediocres o débiles. Con esto no estoy diciendo que no haya que batallar a muerte por lograr ver cumplidos los sueños. Quizá el triunfo igual debiera ser estudiado. Acaso la felicidad por lograrlo no radica en ver los sueños cumplidos, sino en esos momentos en que peleas con arrojo por conseguir hacerlos realidad. Aunque la mayoría de ellos tristemente no se cumplan. Y como viene siendo habitual quedan ahí pendientes, puede que esperando una realidad, o simplemente aguardando su turno para que los abosorva el olvido.
Lo que es de recibo reconocer que eso de “si tú quieres, puedes” viene a ser tanto como decirle a alguien que si no logra alcanzar su meta es por que no se esfuerza y esto inevitablemente conlleva a responsabilizarle de sus problemas. Con toda probabilidad esta circunstancia genera frustración porque el esfuerzo no es esa fórmula mágica que posibilita conseguir todo aquello que te propones. Generan más posibilidades de lograr tus metas los propios recursos y las habilidades de cada uno. Sobre el cómo conseguir los objetivos deseados, actualmente esta muy de moda el “coaching”. Para los profanos en este asunto les comento que se trata de un proceso que ayuda a las personas a alcanzar sus objetivos. Puede ser utilizado en muchos ámbitos diferentes de la vida, como puede ser el desarrollo personal, los negocios y hasta en los deportes. Según dicen los expertos en este tema el “coaching” es una herramienta para superar obstáculos, tanto en el terreno personal como profesional y a su vez una forma estupenda de conseguir todo que quieras en la vida. La verdad es que cuando me empiezan a contar esa milonga de que puedes conseguir todo lo que te propongas con el método o la estrategia de turno me cabrea enormemente porque parece que quieren tratarme de tonto o iluso creyéndome todas sus motivadoras soflamas. Y para nada es así, por muy preparados que estén en cuanto a motivar y estimular cognitivamente a las personas, sigo reafirmándome que no todo es posible por mucho que la industria de la motivación nos lo asegure. Está claro que la pandemia nos afectado mentalmente de manera negativa y de alguna manera nos está pasando factura, y claro está en este río revuelto hay oportunistas que buscan ganancias. A mi juicio, un buen ejemplo de oportunismo resulta ser la industria de la motivación, la cual claramente está en auge y por esta razón se ha convertido en un lucrativo negocio que mueve ingentes cifras de dinero. Días atrás leí que los ingresos por coaching globales ascienden a 2.875 millones de euros. Una auténtica morterada de dinero lo que se mueve alrededor este negocio orquestado por el motivador líder de turno que tanto obnubila a las masas con sus atractivos discursos. No admiten mucha discusión el que la pandemia, la incertidumbre y la necesidad de los ciudadanos en potenciar áreas particulares, lograr éxitos o el bienestar personal están provocando un auge a nivel global del coaching. No pongo en duda de que habrá personas suficientemente preparadas en este asunto, cuyas estimulantes peroratas ayudarán a lograr los objetivos propuestos, pero seguro que también habrá más de un catamañanas sin formación adecuada que se habrá lanzado al ruedo y que, aprovechándose de la coyuntura, estará lucrándose sin aportar valor alguno. Desde luego que toda motivación que nos llegue del exterior siempre resultará de gran ayuda, pero de ti debe nacer la idea de que en la vida triunfa el que persevera, el que se esmera , el que persiste, el que se cae y sabe levantarse aprendiendo de sus errores y vuelve a intentarlo. Y sobre todo quien sabe que es arduo, pero siempre estará dispuesto a luchar enconadamente hasta lograrlo.
lunes, 10 de octubre de 2022
martes, 4 de octubre de 2022
REFLEXIONES DISPERSAS III
REFLEXIONES DISPERSAS
III
No lo entiendo.
Vamos a ver que yo lo
entienda…Resulta que en este país, hablo de España, es obligatorio ponerse la mascarilla
cuando estás dentro de los trasportes
públicos, o en los hospitales, ambulatorios y farmacias. Cosa que en otros países no es
así, dejan a las responsabilidad de los ciudadanos que se pongan o no las
mascarilla. Y no entiendo la verdad el
porqué al otro lado de nuestras fronteras no es obligatorio y aquí sí.
Entiendo y comprendo su obligatoriedad en el interior de los hospitales porque allí dentro toda
prevención y protección debe ser
necesaria y aséptica al cien por cien
por el bien de los enfermos por ser extremadamente vulnerables a todo
tipo de infección, pero que en farmacias y transportes públicos sea obligatoria,
estoy totalmente en desacuerdo. Máxime cuando no es obligatoria en estos abarrotadísimos macroconciertos que se organizan últimamente
donde pueden concentrarse unas 20.000 personas divirtiéndose y escupiéndose los
unos a los otros…¿Y lo de los campos de futbol llenos hasta la bandera, allí
dentro todo quisqui fororo gritando y ni dios con mascarilla?...En cambio en un
pacífico autobús medio vacío si que es obligatoria. Toda una aberrante
contradicción, sin duda. Dice la ministra que ordena y manda en el tema de las
mascarillas que las quitarán cuando los aconsejen los expertos, ¿Quiénes son
esos expertos que parecen “el hombre
invisible” porque nunca se los ve? ¿Y
los expertos de todos esos países más avanzados que España que han dicho que no
son obligatorias, que pasa con ellos, que son más tontos e ineptos que los
hispanos? Lo que sucede es que quieren que sigamos sintiendo el aliento de su
autoridad soplando detrás del cogote. Verdaderamente todo estos me está creando
una severa animadversión contra las autoridades españolas por esa obstinación
interesada de reclamarme obediencia ciega. ¡Oye, pues no! Porque apelar a la responsabilidad digamos
que es democrático, en cambio obligar sin razones objetivas o convincentes viene a ser más bien dictadura.
Pánico
“Hay momentos en que me entra auténtico pánico el pensar simplemente en que llegue al fin ese día en que los idealistas dejen de ser Quijote para hacerse cuerdos Alonsos. Entonces, sí, conseguiremos ser juiciosos, o auténticos pragmáticos que poseeremos un sin fin de “cosas materiales”, y seguro que estaremos exclusivamente al servicio del dios dinero. Pero lamentablemente habremos perdido las “ideas” y el sugerente y hermoso poder de soñar, que es la mayor de las desgracias. ¿Por qué dime tú, si desaparece en nuestra vida el deseo de soñar, qué nos queda? Soñar es sinónimo de ilusión, de esperanza…y obviamente vivir sin esperanza no es vivir. Es acaso una forma de dejar abiertas las puertas de nuestra existencia para que la invadan fácilmente todos esos individuos de mentes planas, tóxicas, negacionistas y con peligroso poder.
Acerca de la pobreza.
Tres de cada cuatro familias en España tienen problemas para llegar a fin de mes, según una encuesta de solvencia familiar elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Vamos que poco falta para que en su totalidad la mayoría de familias españolas se hallen en esta terrible situación. Con estos datos no es de extrañar aproximadamente unos 15 millones de personas en España estén en riesgo de pobreza. Se considera vivir en la pobreza, o ser extremadamente pobre, cuando no se dispone de los recursos materiales, culturales y económicos necesarios para satisfacer las necesidades básicas. Es evidente que desde el inicio de la pandemia, las condiciones de vida de ciento de miles de personas, o familias, han experimentado un revés considerable en su economía doméstica. Esta circunstancia ha ocasionado el que se viva en una situación de carencia material severa. Y ahora con la inflación por las nubes les condena aún más a sobrevivir en el umbral de la pobreza. Porque la inflación golpea con mayor violencia a los más pobres originando su disminución de poder adquisitivo. Aunque ciertamente, y desde mi punto de vista, subjetivo por supuesto, no veo yo que la inflación actual estés causando verdaderos estragos. Por que está claro que el proceder de la ciudadanía bastante en general no da muestras de estar afectada de pobreza extrema, más bien todo lo contrario. Y a las pruebas me remito. No se si es una gran minoría selectiva, o está bastante generada entre la ciudadanía, el caso es que la forma de vida en esta sociedad del bienestar en apariencia da muestra de ser vivida a todo lujo. Y a las pruebas me remito cuando siempre está en alza la demanda de asistir a restaurantes, espectáculos, viajes, eventos deportivos, etc. Con costes a veces elevadísimos su asistencia. Por lo tanto esta circunstancia contrasta con la estadística acerca de la pobreza en España arriba reseñada y por esta razón podría ser cuestionada su credibilidad.
viernes, 2 de septiembre de 2022
MIRADAS LIMPIAS
Considero que no existe enfermedad más digna de compasión que la de quien no se halla a gusto con su cuerpo. Por desgracia viene a ser una enfermedad endémica esta circunstancia. Verdaderamente ese comentario de que la belleza es invisible y sólo se ve con los ojos del corazón, tal como aparece escrito en el libro “El Principito”, como frase queda muy cool: muy bonita cara a la galería afín de aparentar ser estupendos al pronunciarla públicamente. La realidad viene a ser otra cosa bien distinta. Ciertamente la belleza exterior se podía catalogar como una existencia objetiva que establecen en cada momento unos cánones volubles que muy a menudo acostumbran a mostrarse en las redes sociales, en especial Instagrán. Pienso que la medida de la belleza no la determinan unas modas absurdas y frívolas, sino la aprobación satisfecha con los dones con que la naturaleza a dotado a nuestro cuerpo serrano. Todo depende de la mirada de otra persona que nos elige por razones menos absurdas, como por ejemplo unas tetas pletóricas. Lo que está claro es que siempre resultará satisfactoria una de esas miradas sinceras, limpias de prejuicios y complejos, que nos acepte tal como somos, con nuestras decrepitudes y adiposidades, con nuestras huellas en la piel que dejan las decorosas arrugas, con los cómodos michelines. Miradas que nos reconfortan, nos enaltecen, que enorgullecen nuestras flacideces, la galopante alopecia, y ese culo fondón que se convierte en suplicio, o la la celulitis que desborda nuestros muslos; como también toda nuestra piel que progresivamente se va agrietando por las temidas o benditas patas de gallo. Este tipo de miradas es un bien escaso en estos tiempos actuales por culpa del influjo pernicioso de los cánones estéticos. La publicidad nos martillea con mensajes muy tóxicos; mensajes de rebeldía y hedonismo siempre juvenil: se auténtico, pero sin arrugas, que no delaten tu decrepitud física. Son miradas que la mayoría están infectadas por esa avidez de perfección física, que como una epidemia contagia la obsesión rejuvenecer nuestros cuerpos. De manera estúpida olvidando que las células humanas están programadas para deteriorarse, por mucho que nos obsesionemos con alcanzar la eterna juventud a base de todos esos potingues reparadores que el mercado de la estética ofrece. Obviamente el tema de lograr la eterna juventud viene ya desde tiempos ancestrales. Los antiguos griegos ya estaban obsesionados con la juventud perpetua o la vida eterna.
El modus operandi de los humanos de hoy en día es bien parecido al de los antiguos griegos en lo referente la inmortalidad y la obsesión de escapar al flujo irreversible de los años. Recuerdo que meses antes de la aparición de la pandemia patógena varios científicos de Silicon Valley se hallaban inmersos en la investigación de como alcanzar una longevidad inimaginable. Pero llegó de improviso el Coronavirus y todo se fue al traste. La prioridad fue conservar la vida no tratar de alargarla hasta el infinito. Supongo que todos estos científicos que trabajan en la "meca de la tecnología y el "frikismo" habrán retomado sus investigaciones y continuarán con este complejo asunto de hacernos más longevos, una vez que aparentemente hemos recobrado la normalidad y con ello retomamos la vida donde la dejamos. Desde luego que la pandemia nos ha hecho ver lo frágiles que somos porque un diminuto microbio nos puso con toda su crudeza delante de la muerte. Pero me temo que aún así, la obsesión por alcanzar la longevidad extrema hará que nos olvidemos de nuestras fragilidades y así continuar en la carrera científica por lograr ser más longevos en el futuro. O al menos seguir manteniendo ese afán de conseguir ser perpetuamente jóvenes. Para lograr este objetivo tenemos a nuestro alcance un sin fin de clínicas de cirugía estética. El cirujano plástico como una figura benéfica y salvadora, providencialmente nos repondrá de todos los estropicios que la naturaleza y el tiempo han causado en nuestro cuerpo. Aunque no hay que olvidar que los traumas y complejos son trastornos psíquicos cuya curación no se consigue a través del bisturí. Pero esto no importa, porque existe una legión de personas, tanto del sexo femenino como masculino, de continuo peregrinando hacia estas clínicas " milagrosas". Son auténticos mendigos de una juventud ficticia que prefieren convertirse en inquilinos de quirófanos antes que aceptar el veredicto ineludible de la edad que se tiene. Sobre este asunto de la cirugía plástica, me parece un hecho aberrante y cuando no delictivo por parte del cirujano, cuando las operaciones van dirigidas contra adolescentes a quienes sus padres premian con correcciones anatómicas por haber sacado buenas notas en clase. Por desgracia esto no ocurre esporádicamente, sino que va creciendo a pasos agigantados. Yo me pregunto, ¿qué código deontológico rige la actividad de esos cirujanos cuando a la ligera hunden el bisturí en una carne apenas púber? Considero a todas luces un acto delictivo esta acción del cirujano. Un delito parecido cometen también estos padres inconscientes a cuenta del regalo “envenenado” que alegremente le hacen a su hija. Considero que tanto el cirujano por su praxis delictiva como los padres por tan abyecto proceder se merecen penas de cárcel todos ellos. En definitiva para redimirnos de nuestras miserias lo que realmente necesitamos es una mirada limpia, y si complejos y prejuicios, que entiende que el cuerpo verdaderamente hermoso es aquel que se convierte en un lugar hospitalario de los años donde convivimos con las canas, la alopecia, las arrugas, las varices, los achaques, los kilos de más y todos los signos y los surcos de la vida que nos ayudan a que envejezcamos con la mayor dignidad posible.
lunes, 1 de agosto de 2022
sábado, 23 de julio de 2022
domingo, 26 de junio de 2022
lunes, 20 de junio de 2022
OBESIDAD INFANTIL
Resulta que cuatro de cada diez niños españoles son
obesos y un 20% de niños entre seis y nueve años sufren de sobrepeso. Son datos
pero que muy preocupantes. En un futuro se le presenta al país un problema de salud muy peliagudo de difícil solución si la gran mayoría de niños continúan instalados en la indolencia, negándose a poner el cuerpo en movimiento por estar enganchados
al Smarphone o cualquier otro artilugio digital, impidiéndoles quemar grasas a
fin de controlar la obesidad. Y si a su desgana de activar el cuerpo le añadimos su abundante ingesta de comida
basura, la problemática de la obesidad infantil se irá cronificando en el tiempo
para mayor desgracia. Para que no termine convirtiéndose en un mal endémico parece ser que el Gobierno ha tomado cartas en el asunto y acaba de anunciar un ambicioso y estratégico plan contra la
obesidad infantil. A ver si es verdad y ponen cuanto antes en marcha el susodicho plan,
porque España tiene un grave problema que resolver. Y supongo que este
problema de difícil resolución afectará
también a todos los países del mundo
occidental. Creo que particularmente a los países mediterráneos.
Existen múltiples factores que pueden coadyuvar al sobrepeso de los menores. Uno de ellos es el sedentarismo como ya indico
arriba. Otro de gran calado, y también
nombrado, es la ingesta de alimentos
nada convenientes por su toxicidad. Ambos factores contribuyen a que esta epidemia que azota al
mundo occidental siga cronificándose configurando un perjudicial hábito de vida
para el niño.
Con referencia a la deglución de alimentos basura, a veces se da la casualidad que es por
voluntad propia su abundante ingesta, pero en cambio otras, debido a la
precaria economía familiar no queda más remedio que adquirir alimentos nada
saludables. Por desgracia la obesidad infantil afecta el doble a las familias
de resaltada pobreza debido a una dieta deficiente por falta de recursos económicos. Al parecer dentro de ese
plan estratégico del Gobierno para luchar
contra la obesidad infantil se haya la propuesta de garantizar la oferta de comedores
escolares en los institutos y colegios durante todas las
etapas educativas. De llevarla a cabo esta iniciativa, aseguraría
menús equilibrados a los niños a fin de subsanar las dietas deficientes.
También dentro del plan se contempla el fomento de las becas comedor para los
niños en situación de pobreza extrema. Son necesarias, o urgentes, el que ambas
iniciativas puedan realizarse porque es la forma perfecta para hacer frente a
la vulnerabilidad de la infancia en riesgo de exclusión social. Por otra parte,
me resulta lamentable, y
particularmente inquietante, que estén expuestos a un riesgo de salud de manera
más acusada los que viven en entornos frágiles. Por que ciertamente el riesgo de
salud que corren los afectados de obesidad infantil es palmaria. A edad
temprana pueden sufrir enfermedades vinculadas a las personas adultas, como son: diabetes, enfermedad
vascular y ciertos tipos de cáncer. Con un elevada mortalidad por este
gravísimo problema de salud. Un nuevo factor que alerta sobre como la desigualdad social puede seguir condicionando el desarrollo desde la
misma niñez.
Es evidente que la indolencia activa en el niño les genera un peso inadecuado. Porque
todos conocemos sobradamente que el ejercicio físico es una solución muy propicia para solventar esta problemática. Pero claro,
siempre que el niño esté predispuesto a practicar la actividad física y deje de lado su preocupante “adicción” a los artilugios digitales. Desde luego que no es nada fácil, pero puede ser posible. Recuerdo que en los ya remotos
años de mi infancia, rara vez se veía a un niño afectado de
obesidad. Normal: quemábamos grasas a
destajo por estar todo el santo día en la calle moviéndonos de forma desenfrenada practicando toda aquella variedad de juegos tradicionales que por entonces se ejercitaban. Y es que por suerte
no había cachivache digital alguno que nos condenara a la indolencia
activa, como hoy en día. Por supuesto que tampoco nos atiborrábamos con la comida basura. Aunque ciertamente tampoco es que la economía
doméstica nadara en la abundancia, pero
este hándicap no impedía el que existiera un equilibrio nutricional que
garantizara una dieta eficiente. El caso es que ahí estábamos por entonces todos y todas, mas bien flacos, por que a base de practicar el ejercicio físico a tope poníamos a raya la obesidad infantil. Efectivamente
que hoy son otros tiempos. Que todo evoluciona. No hay duda de que las fórmulas
de ocio han cambiado con el paso de los años, y esto no ha hecho más que
reducir la práctica del ejercicio físico de los niños. Los padres son
conscientes sobre la importancia del ejercicio físico para la salud de sus
hijos y la mayoría considera que los juegos de su infancia eran más saludables
que las fórmulas de entretenimiento de los niños de hoy en día. Yo también lo considero porque ni comparación tienen, en lo que
respecta a la salud, aquellos juegos tradicionales de antes como eran: la comba, el escondite, ell pilla-pilla, o los
partidos de futbol en plena calle, etc. a los juegos digitales que desarrollan la mayoría de los niños en la actualidad a través de pantallas y dispositivos
tecnológicos. Los juegos tradicionales
siempre fueron saludable ejercicio físico, en cambio los digitales acaban derivando en graves problemas de salud
debido a los efectos negativos del sedentarismo.
martes, 17 de mayo de 2022
REFLEXIONES DISPERSAS (II)
DESCONCIERTO.
Me desconcierta tanto como me decepciona esta sociedad tan banal, consumista, ruidosa, siempre tan acelerada que hace que vivamos constantemente con prisa. También porque me resulta estúpida en general y muy influida por las modas, las apariencias y el qué dirán. Una sociedad como digo ruidosa, donde siempre está cacareando aquel que nada interesante tiene que expresar; en cambio el sabio se calla. Resulta triste el que vivamos en un tiempo donde la gente suelta de ipso facto y sin filtro alguno lo que se le ocurre. Sin importar para nada el caiga quien caiga y duela a quien le duela. De ello dan fe las redes sociales. La falta de respeto y de educación en las redes sociales es pavorosa. Son como una letrina donde corren por sus desagües infinidad de excrementos verbales. Por tanto, más que redes sociales yo las catalogaría como “redes fecales”. Y por cierto a todos esos ensordecedores charlatanes que tienen mucha labia, pero que resulta intranscendente, y cuando no cretina, les rogaría que hicieran el mayor caso posible a ese proverbio árabe que dice: “Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, cállate.”. De ser así, la sociedad en general se lo agradecería por que tendría mayor disposición a deleitarse con la belleza del silencio.
CAOS.
Pandemias, guerra, genocidios, crisis emigratorias, inflación por las nubes, brecha de la desigualdad cada vez más amplia, pobreza extrema, hambrunas, cambio climático que literalmente nos tiene acojonados, violencia a manos llenas, vandalismo incontrolado, espías por doquier hackeando móviles….Un verdadero espectáculo de horrores engendrados por una distopía emergente y cuyo desenlace final aparenta ser apocalíptico. Luego dan rienda suelta a su verborrea los iluminados, o los optimistas de turno, para aconsejarnos que hay que ver la vida desde una perspectiva alegre, ser siempre positivos, ¡Y una mierda! (Perdón por la expresión escatología) La única forma de ser un optimista feliz hoy en día, tal como está el panorama social o geopolítico, es seguir a rajatabla el consejo de: “ojos que no ven, corazón de piedra”. Y que salga el sol por Antequera. De no ser así, te ves obligado a ser un pesimista irreversible que se cisca en todo lo que se menea al contemplar con rabia o impotencia este aterrador espectáculo a nivel global que tenemos ante nuestros ojos y que parece un autentico campo de minas. Pero…¿en que leches nos hemos convertido o que asqueroso mundo hemos creado?. Sencillamente nos hemos convertido en unos sujetos peligrosamente desquiciados que hemos venido a este mundo con el propósito de destruirlo y dejarlo como un solar. Y en ello estamos. No se si como condena, o como penitencia, ¡vete tú a saber!, el caso es que la especie humana lleva en sus genes esa condición destructora y perversa profundamente arraigadas.
VIVIENDO DEPRISA.
Tempus fugit es una locución latina que se refiere a la velocidad en que transcurre el tiempo. Literalmente se podía definir que el tiempo escapa, o vuela. Muy acorde con esta época en que vivimos de continuo en el cortoplacismo, la inmediatez, razón por lo que todo transcurre a velocidad de crucero. Y con la misma velocidad del tiempo, la vida transcurre dentro de un mundo donde cada día hay más pobreza, más despotismo, más parásitos del estado, más canallas ejerciendo todo tipo de violencia, tanto mental como física, contra sus semejantes. Y más muertos por la maldita plaga, o por la guerra de invasión llevada a cabo en Ucrania por ese egolatra genocida hijo de la "Gran Putin". Sin olvidarnos de los muertos en Palestina, por culpa de la ocupación del ejercito sionista de Israel. Y más desilusionados y desesperanzados porque nos dijeron que de la pandemia saldríamos mejores y es pura falacia porque somos igual de egoístas y faltos de empatía como antes de la crisis sanitaria, o más si cabe. Además de que todavía quedan muchas heridas sin cicatrizar de esta pandemia. Aún así y a pesar de todo aquí seguimos: reafirmándonos en que vivir es una experiencia única e irrepetible. ¿Felices?. A ratos lo somos; otros en cambio con la tristeza muy presente. Todo depende de las circunstancias, si nos son propicias, o todo lo contrario para que la balanza se incline de uno u otro lado. Normal que así sea porque las penas y las alegrías caracterizan el rasgo existencial de los humanos. Lo que está claro es que la asfixia política, el aplastamiento económico, la crueldad de los poderosos, la estupidez de la vida oficial no debe hundirnos en los profundos abismos de la depresión. Siempre hemos de tratar de encontrar la necesaria dosis de ilusión y esperanza con el fin de prepararnos cada uno de nosotros para agarrarnos con firmeza a nuestra propia vida, con sus sueños incluidos, y no permitir que ninguna ideología, ninguna intolerancia, racismo o estupidez oficial pueda arrebatarla. Nunca rendirse porque la única lucha que se pierde es aquella que se abandona. Recordar también que nacemos desnudos y a bien seguro que así nos iremos de este mundo. Siempre he creído que la única fortuna que en realidad poseemos es el tiempo que nos queda. Por otra parte, la riqueza material es siempre relativa y nunca dejará de haber alguien más pobre que el menos rico. Pero también hay pobres que son felices, porque la riqueza o la pobreza no radican en valores materiales únicamente. Hay valores intrínsecos despojados de todo materialismo que pueden hacerte plenamente feliz. Solo es cuestión de descubrirlos y disfrutarlos en su plenitud. Y por supuesto que también hay pobres que odian a los ricos porque los culpan a ellos de que son quienes les roban la alegría. Supongo que sus razones tendrán para culpabilizarlos, pero aún así, esta actitud de odio según mi criterio no deja de ser resentimiento. Ojala que en cada nuevo amanecer todos estuviéramos cada vez más alejados del odio, del resentimiento, de la envidia, de la crueldad... Y más firmes en nuestras convicciones que es una forma de ser, y sentirse, más libres y más próximos a lo que se conoce como felicidad.
martes, 3 de mayo de 2022
CAÍDOS EN DESGRACIA
A raíz de la condena de dos años y medio de cárcel impuesta al ex tenista alemán Boris Becker, ganador de seis Gran Sland, por haber ocultado tres millones de euros al Fisco británico, me ha dado por pensar acerca del comportamiento de todos esos ídolos de masas: famosos deportistas que una vez finalizadas sus carreras profesionales, a cuenta de llevar una vida bastante caótica han acabado en el sumidero del desdoro y la ignominia. La verdad es que uno no puede evitar sentir cierta lástima por este tipo de personas que han sido ídolos de masas y acaban de esta forma tan deplorable. Boris Becker durante toda su vida ha tomado no muy buenas decisiones, tanto profesionales como sentimentales, por tanto de aquellos polvos han venido estos lodos. Ahora recluido, a ver si aprende la lección y encarrila su vida. Aunque dudo mucho si podrá rehabilitarse o no dentro de esa prisión inglesa donde ya ha comenzado a purgar su condena penal. Por cierto, Wandsworth la prisión donde se encuentra encerrado, es una de las cárceles más duras violentas y temidas de Inglaterra. El sobrevivir a diario dentro de la hostilidad y violencia de estos muros, seguro que le supondrá un ejercicio diario de resistencia al límite. Otra persona que también ha salido a la palestra en los medios de comunicación hace poco, también por haber caído en desgracia tras su retirada como deportista profesional, es el ex boxeador Poli Díaz Arévalo, popularmente conocido como “El potro de Vallecas”. Un púgil que ganó una auténtica fortuna enfrentándose a los mejores boxeadores del mundo, pero que no pudo evitar caer en el pozo de los excesos. Tras su retirada, ha sido un verdadero infierno su existencia y una recaída constante de problemas con la justicia. Acaba de salir hace pocos días una sentencia que le condena a estar preso en el talego durante dos años por maltrato habitual a su pareja y lesiones en el ámbito familiar. Me parece increíble que este par individuos de los que estoy hablando, uno fraudulento y el otro maltratador, tuvieran en su momento de gloria una legión de fans que los admiraban, cuando sus vidas han acabado yéndose por el sumidero del infierno. ¿Qué ejemplo pueden dar a futuras generaciones de deportistas con el final tan triste y penoso que muestran sus carreras profesionales?
Por desgracia muchos de nosotros hemos sido testigos de multitud de personajes famosos que han terminado sus vidas en condiciones parecidas a la de estos dos sujetos, muchas veces por no haber podido, o no haber sabido, batallar contra sus mentes. Si la fama, el dinero y la presión mediática son muy complicados o difíciles de digerir para una persona, por mucho estatus o reconocimiento que albergue su nombre y su apellido, el que te sientas un “don nadie” tras una vida jalonada por el éxito y la abundancia más que difícil puede resultar traumática. La vida de un deportista gira en torno a su actividad que de repente desaparece y entonces cuestiona el sentido de su vida, y se refuerza el sentimiento de que ya no tiene nada que aportar a la sociedad. Según tengo entendido, el sentimiento que más relatan los deportistas retirados es el vacío. Cuando se da esta circunstancia de vacío interior, la mente juega un papel determinante. Si se ve capaz de poder hacer frente a ese vacío , o por el contrario se manifiesta débil y por ello verte superado por la adversidad. Una circunstancia negativa que hará que que acabes en una espiral de autodestrucción física y descenso a los infiernos. Por otra parte, existen también muchos casos de famosos que pasan de ser ricos a estar involucrados en conflictos judiciales y otro tipo de enredos que les llevan a perder todo su dinero. El saber administrar con acierto esas fortunas cuando se ha estado nadando en la abundancia, es la mejor forma de inmunizarse contra la bancarrota. Pero está claro que el despilfarro incontrolable del dinero acumulado, es la forma perfecta para acabar arruinado. Por tanto no es de extrañar que aparezcan a menudo en los medios de comunicación noticias sobre ex deportistas de vida caótica y dilapidadora que acaban teniendo graves problemas con el Fisco.
Hay otros casos más penosos con relación a deportistas famosos ya retirados y que ha acabado en auténtico drama su vida porque han sido incapaces de digerir el final de sus carreras. Varios de ellos se han suicidado; otros en cambio viviendo en la más absoluta indigencia. Seguro que a la memoria nos vendrá ahora el nombre de alguna de estas desdichadas personas, entre ellas varios deportistas españoles de alta competición que tocaron con sus dedos la gloria del triunfo y que por un mal golpe de la vida todo se les fue al traste. Cuando ocurre tan terrible un drama, como el suicidio, me pregunto ¿dónde están las instituciones públicas o políticas que animan o apoyan a los deportistas, y que se aprovechan de sus triunfos haciéndoles como propios para sus intereses?. O ¿dónde están todos aquellos que aplauden y jalean al ídolo una vez que ya no se escuchan himnos, las luces se apagan y termina la fiesta del patriotismo? Nadie responde. Nadie aparece. La única constancia que queda es la crueldad con la que esta sociedad trata a sus ídolos cuando abandonan el podio y dejan de ser rutilantes estrellas a los que los aficionados pedían autógrafos y hacerse un "selfie". Una vez que esta sociedad los relega a la indiferencia y al olvido, seguimos necesitamos nuevos ídolos, y los buscamos donde haga falta sin importarnos lo más mínimo su futuro cuando terminen su carrera profesional y sientan la angustiosa problemática del vacío o la pérdida de su identidad tal como los psicólogos indican.
viernes, 22 de abril de 2022
jueves, 7 de abril de 2022
MUJERES Y PACIFISMO
En el año 2014 el ex presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, afirmó que si hubiera más mujeres al mando, habría menos guerras. Lamentablemente no es así porque al parecer sólo un 6 por ciento de países tienen a una mujer como jefe de Estado y a apenas un siete por ciento presidiendo el Gobierno. En total, de los 193 países que forman parte de la ONU tan sólo 22 mujeres ocupan una de las dos funciones anteriormente citadas. Esta circunstancia deja bien a las claras la discriminación que existe a día de hoy hacia la mujer dentro de las estructuras políticas con referencia a la gobernabilidad de un determinado país. A mi personalmente me resulta preocupante que la mujer tenga ese reducido papel principal en el lugar de mando porque estoy convencido que las mujeres implementan más políticas para la paz que los hombres en sus mandatos. Seguro que buscarían más soluciones pacíficas; no como los hombres que tienen tendencia a buscar soluciones la mayoría de veces agresivas. No tengo duda de que en el supuesto de que hubieran sido dos mujeres en la mesa de negociación entre Ucrania y Rusia las cosas cambiarían porque ellas tienen otra postura que nace de la vida: tienen ese instinto de protegerla. Supongo que el hecho de concebir vida dentro de su cuerpo hace que la valoren y la salvaguarden más que los hombres. En mi opinión, subjetiva por supuesto, yo creo que las mujeres nunca han querido las guerras. Saben perfectamente cuales son los desastres de las guerras porque son siempre ellas las que han tirado del carro con las catástrofes, el exilio, con los maridos y los hijos muertos. Pero lo triste de esta situación es que a pesar de que no quieran los conflictos armados, como tampoco los provoquen, son ellas las que más sufren las consecuencias de las guerras a cuenta de la violencia sexual que se practica con frecuencia de manera sistemática y exhaustiva. Una latente violencia que se alimenta del desprecio hacia la mujer, hacia su cuerpo que debe ser servil , en la paz y en la guerra. Esta execrable violencia sexual se ha utilizado desde hace siglos como arma de guerra, pero que apenas recientemente está reconocida como un crimen contra la humanidad.
Volviendo al asunto que encabeza este escrito, estoy totalmente de acuerdo con el comentario del ex presidente norteamericano Barak Obama porque a mi juicio, si muchos países fueran gobernados por mujeres, las féminas al carecer de testosterona, estoy plenamente convencido que la humanidad viviría con mayor asiduidad en convivencia pacífica; pero como sucede todo lo contrario, que son los hombres los que en mayoría presiden los gobiernos, este hecho hace que su beligerante testosterona sea mostrada al exterior con mucha frecuencia. Para así darse palmadas en el pecho diciéndose “aquí estoy yo que soy el más macho, el que más puede y el que más capacidad tiene para destruir y matar”. El hijo de Putin es un claro ejemplo porque aparenta ser un gorila macho con su testosterona en continua ebullición agresiva y que desde su selva particular, instalada en el Kremlin, se está dando contundes y amenazantes palmadas en el pecho afín de mostrar al mundo su capacidad demoledora y asesina. Y ya que aludo al gorila, en el fondo no dejamos de ser unos simios que hemos crecido en inteligencia mucho más que nuestros ancestros los primates. Pero nuestra inteligente evolución a día de hoy resulta muy perniciosa porque esa inteligencia, que se supone debiera ser para que nuestro modo vivir resultara más pacífico y con ello más reconfortable, la estamos utilizando de manera equívoca para así hacer más daño. Este erróneo "modus operandi" ocasiona mucha intranquilidad y un miedo atroz. Resulta muy triste el que hayamos evolucionado muchísimo en inteligencia, la cual nos ha servido para crear la ciencia, la tecnología, la investigación, la literatura…y de todo ello nos estamos valiendo para modernizar el armamento bélico con la finalidad de de que tenga mayor precisión y así alcanzar con mayor probabilidad los pretendidos objetivos de destrucción y muerte. Por ese continuado enaltecimiento que hacemos a la muerte, de manera palmaria estamos despreciando a la vida. La industria armamentística, impulsada por la innovación constante, ha desarrollado armas cada vez más destructivas. El uso de la tecnología avanzada, es hoy en día el núcleo del desarrollo de los sistemas armamentístico. Un claro ejemplo de ello son los drones. Artilugios elaborados con material al cien por cien tecnológico y que se manejan desde control remoto, permitiendo establecer una distancia cada vez mayor entre las personas que matan y aquellos que mueren y así limitar el riesgo de empatía por parte del agresor. Por otra parte, tengo entendido que en la antigüedad las guerras, según consta en los anales de la Historia, se hacían a pedradas, con flechas y arco, o con rudimentario armamento balístico, en cambio que aterradora diferencia existe hoy en día a la hora de combatir en la guerras porque están muy presentes las bombas atómicas que resultan ser auténticas armas de destrucción masiva y es ahí donde radica el problema peliagudo. El miedo y temor que representan todas esas armas nucleares que los señores de la guerra tienen almacenadas en sus arsenales son como espada de Damocles que de continuo cuelga sobre nuestras cabezas . Por tanto tal como he dicho al principio, la ausencia de testosterona podía ser lo única solución que puede salvar a la espacie humana del peligro de su autodestrucción. Pero me temo que no va a ser así. Para nuestra desgracia, seguirá imperando ese machismo tóxico y agresivo que acapara casi la totalidad de los gobiernos de los diferentes países del mundo. Por ende, esa necesidad imperiosa de que se apueste por la paz en detrimento de la guerra seguirá brillando por su ausencia porque el porcentaje paupérrimo de mujeres llevando las riendas del país seguirá manteniéndose como hasta ahora.
miércoles, 16 de marzo de 2022
domingo, 6 de marzo de 2022
¿GUERRA?,NO GRACIAS
Está claro que por una u otra razón parece ser que las circunstancias, palmariamente nada favorables, se empeñan en que vivamos inmersos de continuo en una angustiosa pesadilla. Primero fue el maldito Coronavirus que matando a discreción se llevó la vida por delante a millones de personas (todavía las sigue llevando, pero eso sí, ya lo hace moderadamente. Se ve que las vacunas, aunque no fueran la panacea deseada, han hecho su misión). Y bien, aún convalecientes de está peste vírica, porque la herida de la pandemia todavía como ya indico no se ha curado , a fin de seguir viviendo envueltos en nuestra particular congoja, ha tomado un infame protagonismo esta especie de “Macho Alfa” con ansias imperialistas como es el mandatario ruso Vladimir Putin para hacer añicos la convivencia pacífica en Europa: con nocturnidad y alevosía este psicópata ha invadido y bombardeado el territorio de Ucrania. Esto supone que el viejo continente se encuentre a día de hoy inmerso en un conflicto bélico, que pudiera ser a gran escala y de larga duración, y por supuesto con un alto riesgo de probabilidad de muerte para la población civil debido al armamento atómico que varios países, que son potencia nuclear, guardan en sus arsenales. Vamos que si estos señores de la guerra pierden el oremus y les da por usar parte de ese arsenal, las millones de muertes que hasta ahora ha causado el Covid-19 iba a resultar “peccata minuta” en comparación con las que podría originar el armamento nuclear. Porque ya sabemos, más o menos, como comienzan las guerras, pero desconocemos como puede ser su cruel desarrollo y sobre todo su incierto final. ¿Os recuerda algo Hiroshima y Nahasaki? ¿Qué exagero?. Yo no me fío ni un pelo de todos estos países que tienen en su poder la bomba atómica. Además, mucho cuidado con los norteamericanos y los rusos porque yo creo que se la tienen jurada desde el siglo pasado a cuenta de “su Guerra Fría”. Y cualquier escusa es buena para que empiece con su “personal conflicto bélico”, y una vez de liarla parda, y sin vuelta atrás, involucrar a todo el mundo. Y el pifostio que pueden armar será de tal calibre que puede prepararse la tercera guerra mundial, con consecuencias dramáticas. Un suicidio colectivo, sin duda. Solo es cuestión de que entre la OTAN en acción porque no le quede más alternativa en el caso de que este psicópata le da por atacar cualquier país que pertenezca a esta alianza militar.. De ser así, a ponerse a rezar todo quisqui, porque esa distopía que habla de la autodestrucción de la especie humana puede ser una realidad. Y sino a tiempo. Pero lo que resulta indignante es que todos esos jerifaltes, tanto políticos como militares, que no sufren hambrunas ni bombardeos, que están ubicados en lujosos palacios y que proyectan las guerras sentados en cómodos sillones no son quienes se matan entre sí en los conflictos bélicos.. Por desgracia los muertos acostumbra a ponerlos el pueblo llano sometido a esta chusma beligerante. La Historia dice que desde siglos llevan haciendo este macabro servicio los parias y no veo en este momento indicio alguno que haga cambiar el rumbo de la Historia. Van derechos al matadero obligados por cualquier "canalla hijo de Putin" , todos esos jóvenes que no se conocen ni se odian pero que se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan tal como dijera en su día el célebre fotógrafo norteamericano Erich Hartman.
Pasan los días y este tirano ruso, frío y calculador, rodeado de sus lacayos sigue con su demencial escalada matando a civiles indefensos y destruyendo zonas residenciales e infraestructuras, sin que resulte fácil imaginar sanciones económicas capaces de hacerle parar. Por lo que se ve las sanciones económicas impuestas a Rusia por parte de la Comunidad Internacional por ahora parece no afectarle demasiado, razón por la cual prosigue con los bombardeos contra la población civil de Ucrania, cometiendo una fragante genocidio. A veces pienso que lo único que tal vez podría hacer que este tirano detuviera la barbarie, son las movilizaciones masivas de los ciudadanos rusos protestando por la insufrible la situación de escasez que padezcan próximamente y en especial que se volviera en contra de él la oligarquía de empresarios rusos a fin de evitar la debacle económica total. Es la única esperanza que nos queda para que pueda darse por finalizada esta guerra desatada por un autócrata cegado por sueños de expansionismo imperialista, cuya ofensiva militar constituye una agresión directa a las democracias occidentales y a los pilares que la fundamentan: entre ellos la libertad, los derechos humanos y civiles, el pluralismo y la diversidad. Esta guerra que a día de hoy está devastando Ucrania, como la que tiempo atrás arrasó Siria y otros tantos conflictos bélicos larvados que existen actualmente, no dejan de ser un fracaso más del hombre. Para que no se repitan una y otra vez tanto fracaso seria conveniente educar a nuestro hijos para la paz porque resulta determinante. Así podrán ser capaces de resolver sus diferencias mediante la palabra, sin necesidad de recurrir a la violencia. La violencia no genera nada positivo, además todo lo vinculado a la guerra hace que no exista el futuro. Desde luego que todas las guerras son vergonzosas porque desvelan íntegramente las miserias del género humano; además de ser un palmario negocio cuyo único fin es el crecer económicamente a costa del sacrificio, las penurias y las muertes de los demás. Como colofón quiero dejar una cosa bien clara y es que ni el letal Coronavirus matando a discreción, ni este criminal autócrata de Putin por mucha violencia y muerte que genere a su paso, no me van a hacer renunciar a la idea de que vivir sin miedo y en convivencia pacífica con el resto de la humanidad es y será siempre una experiencia única e irrepetible.