No tengo ninguna duda de que si
algo nos está enseñando esta pandemia del Coronavirus Covid-19 que padecemos a nivel global es que lo más importante
para todos los seres humanos es la
salud. Todo lo demás pasa a un segundo plano. Tal como está sucediendo
actualmente a cuenta del mortífero virus que se ha convertido en el epicentro de la vida del Planeta y ha hecho que la
humanidad haya entrado
en un estado de miedo y de pánico de forma generalizada.
Y no es para menos por la continua información que nos llega a cuenta de los
estragos letales que está causando esta pandemia vírica. Sus catastróficas
consecuencias nos ha retrocedido a la época del
Medievo. Si por entonces fue la peste bubónica
quien obligaba a los ciudadanos a permanecer en cuarentena confinados en sus
casas para protegerse de aquella
epidemia; algo parecido ocurre a día de hoy por causa del el Coronavirus que
obliga un confinamiento general en sus
hogares de los ciudadanos españoles a modo de prevención. Porque
desgraciadamente la todopoderosa y omnipresente muerte transita por los mismos
derroteros que lo hace el letal virus. Es como una sombra ubicua que nos acompaña y siempre está dispuesta a cumplir su fúnebre cometido. Obviamente
esta pandemia vírica es un problema de salud global de extrema gravedad. Todos conocemos sobradamente que fue en la ciudad china de Wuhan donde aparecieron
los primeros brotes de infectados, pero que exponencialmente los contagios
se ha ido extendiendo de forma masiva por casi todos los países del mundo. Por desgracia entre los mismos se encuentra España, con el agravante de que se ha convertido en el segundo gran
foco de la pandemia en Europa, tras de Italia, y sus centros sanitarios están colapsados por infectado de este virus. Una dramática situación que está poniendo seriamente en riesgo
nuestra existencia, sin duda. Y el simple hecho de que nuestras vidas corran peligro ha
conseguido que los antagonismos y
discrepancias de los políticos se dieran una tregua y se la envainaran para que de forma conjunta actúen. Como se ve, únicamente por el bien de nuestra salud han hecho una especie de se conjura y remar
juntos en la misma dirección preventiva. Seguro que cuando vuelva todo a la normalidad,
toquemos madera para que así sea, de nuevo los políticos se volverán a tirarse
los trastos a la cabeza con todo tipo de
reproches y acusaciones a cuenta de como se ha gestionado esta pandemia vírica. Todo por sacar mejor tajada. Y sino al tiempo. Sabemos sobradamente como se las gastan nuestro políticos,
auténticos maestros en el arte del acoso y derribo con miras al poder. Pero ahora de momento lo principal, y a su vez necesario, es que sigan actuando conjuntamente con sus medidas sanitarias a fin de socorrer a la ciudadanía. Aunque nos resulten incómodas y de autentico sacrificio su medidas de prevención sanitaria. Por cierto, no se si resultará verídico o no, quienes afirman que este virus mutante del Covid-19
que a los investigadores, o científicos, se les fue de las manos y acabó siendo incontrolable, razón por la cual deliberadamente se escapó de algún
laboratorio con fines lucrativos. Está claro que si ha sido provocada me temo que nunca lo sabremos. Y puestos a conjeturar,... ¿por qué esta pandemia vírica no puede ser consecuencia del cambio climático?
Lo que das recibes. Esto es el Karma: la venganza de la Naturaleza. Con razón o sin ella, por
sospechar que no quede.
Y volviendo al tema de la salud, ratifico que
es lo primordial, y en este caso por
encima del la economía del país. No genera duda alguna, el que debido al periodo de cuarentena impuesto
por el Gobierno como medida preventiva, ha cesado casi en su totalidad
toda la actividad laboral. No tengo ni la más duda de que esta situación crítica causará un impacto negativo en todos los sectores de la sociedad, por ende
lastrará la
economía del país que tardará mucho
tiempo en recuperarse. Por esta causa, a través de Internet pululan voces discrepantes contrarias
al estado de alerta y sus medidas sanitarias por que ponen en jaque la futura economía del país. Normal que
surjan estos voceros divergentes en la red. El desbocado capitalismo de Occidente prioriza la economía por encima de la salud, porque ni entiende ni se
preocupa de los efectos negativos que originan las pandemias, sino de beneficio bursátil. Pienso que es un absoluto
error estar supeditados a la economía y relegar la salud global de los ciudadanos.
Si la salud falla, es una obviedad quela economía se
resquebraja, porque son los propios
ciudadanos de a pie quienes hacen
posible que ésta alcance su mayor apogeo. Con lo cual, necesariamente deben coexistir ambas en perfectas condiciones y como si de una simbiosis se tratara, asociarse
para que todo fluya con normalidad y en óptimas condiciones. Pero para lograr
este punto, es condición sine qua non que a los ciudadanos prioritariamente se les salvaguarde
la salud. A mi juicio es una axioma el que
la salud resulta lo más valioso que tenemos. Lo más importante que ninguna otra
cosa. Por mucho que nos creamos, o pensemos, que tener salud es lo más normal.
Lo que resulta palmario es que cuando la perdemos, o corremos el riesgo de
ponerla en jaque, como ocurre en estos difíciles momentos por causa de la ubicuidad del Coronavirus, nos damos perfectamente cuenta del valor
intrínseco que ésta tiene. Y es que no admite ninguna duda de que cualquier
placer de la vida se disfruta mejor con buena salud. Resulta de perogrullo el que para gozar de óptima salud se hace
indispensable mantener buenos hábitos de vida, como el hacer ejercicio y por supuesto que llevar una
alimentación equilibrada. Y sobre todo, y muy importante, intentar ser feliz
porque esto obviamente ayuda en los propósitos y en
especial lo que requiere a la salud mental , es sabido que como ésta se encuentre desequilibrada acaba afectando de manera
negativa a toda la salud en general. Por esta razón siempre deberíamos estar prevenidos, o en alerta, ante cualquier
síntoma que aparezca de esta patología cognitiva a fin de buscar remedios eficaces para su
control. Porque el estado de tu vida en definitiva no es más que un reflejo del
estado de tu mente. Aprovecho ahora para
sacar a colación, porque viene perfectamente al caso, una frase categórica del
ilustre filósofo alemán, Arthur Schopenhauer, que dice lo siguiente: “Tanto
prevalece la salud por sobretodos los bienes exteriores que probablemente un
mendigo sano sea más feliz que un rey enfermo”. Estoy totalmente de acuerdo con este
enunciado que manifiesta con obviedad la importancia de la salud que tiene en
nuestras vidas. ¿ De que te sirve poseer una enorme fortuna de dinero si te
falla la salud para disfrutarla? Por tanto, resulta muchísimo más importante
que cualquier riqueza o cosa material. En conclusión: sin nos falta la salud, no somos absolutamente nada. ¿Alguien lo duda?