domingo, 12 de junio de 2016

NUDISMO

En llegando la época estival son muchas  las personas que les encanta lucir su cuerpo serrano bronceado. Para conseguir este objetivo no se privan lo más mínimo en pasarse un montón de horas "tostándose" al sol. Un lugar idóneo para este propósito sin duda es la playa. Y  a este espacio natural es donde acuden quienes desean que luzca su piel un bronceado intenso  lo más rápido posible. Por suerte el país donde resido, España, cuenta con un sin fin de arenales a lo largos de sus miles de kilómetros de costa.  Entre esos arenales se encuentran las playa nudistas, por regla general en las zonas más recónditas de la costa. Como sobradamente conoceréis allí se va a tomar el sol completamente desnudos; o con las "vergüenzas al aire" como popularmente se acostumbra a decir. Aunque la verdad, por muy popular que el tópico resulte, no veo yo muy atinado eso de llamar vergüenzas a nuestros órganos genitales.  ¿Avergonzarse, de qué...? En mi opinión, subjetiva claro está, creo que esa aparente vergüenza viene originada por ese tabú en que la mayoría de veces se convierte la forma de nombrar los órganos sexuales, tanto los femeninos como masculinos.


("El nudismo es una opción de vida sana que equilibra tu mente")

 
Y bien, una vez escrito el comentario anterior de manera aclaratoria, proseguiré diciendo  que resulta irrefutable el que cada persona, dentro del respeto y la tolerancia absoluta hacia el otro, con su cuerpo puede hacer lo que le plazca. Que quiera exponerlo completamente desnudo en lugares públicos permitidos, como resulta ser la playa nudista, me parece perfecto que así lo haga si es lo que en esos momentos le apetece. En este caso, si alguna persona que viste bañador se siente incómoda o molesta por estar compartiendo ese mismo espacio con personas que practican el nudismo, la solución es muy fácil: irse al lugar que ocupan exclusivamente quienes visten prendas textiles para cubrir sus partes íntimas. Y fin del problema. Lo que no es de recibo es que continúen en ese lugar con un comportamiento retrógrado despotricando en contra de los nudistas. Por desgracia este tipo de individuos tan carcas, "haberlos ahilos, como la meigas", con el agravante de que abundan.   A pesar de la polémica que genera el que muchas personas continúan empeñadas en considerar su práctica  como una conducta obscena, cada año se van incorporando más personas a la práctica del nudismo.  ¡Qué equivocados están quienes ven  la practica del nudismo como una inmoralidad!. A mi juicio, la única situación obscena que se puede generar en una playa nudista está más bien vinculada a todos esos mirones que de forma ingenua y errónea se acercan a este lugar con sus mentes calenturientas, tratando de hallar algo que únicamente en la imaginación lasciva y desacertada  de su cerebro tiene cabida. Estar desnudos no tiene que ser inherentemente erótico para los nudistas, como tampoco por qué tener pensamientos sexuales. Son muchos años los que llevo frecuentando la playa nudista  y en todos estos años nunca he visto alguna situación que debiera ser reprochable por su proceder obsceno. Allí en general el comportamiento es de lo más normal. Se va a tomar exclusivamente el sol como en cualquier playa donde se utiliza el bañador. La diferencia radica únicamente en optar por tomar el sol y estar en contacto con el mar completamente desnudos o hacerlo con una prenda textil que tape nuestros genitales. Otra razón más  no existe; a no ser tal como he comentado que la mente calenturienta de algún mirón trate de deformar la realidad y se imagine que hay algo  depravado en el nudismo con el fin de estimular su libido.
 
Practicar el nudismo aparte de posibilitar el que experimentemos, o disfrutemos,  los espacios naturales con mayor intensidad e integrarnos en plenitud a ellos, resulta beneficioso para la salud mental porque elimina cualquier idea distorsionada que tengamos hacia nuestro cuerpo. Es evidente que al practicarlo junto a otras personas, por la continua contemplación de los desnudos de tu mismo sexo o el opuesto, cualquier perjuicio irá desapareciendo progresivamente. De esta forma dejará de ser una morbosa obsesión para convertirse en algo completamente natural y lúdico. Por descontado que resulta psicológicamente beneficioso el liberar a nuestra mente del angustioso complejo que se tiene sobre una determinada parte del cuerpo, íntima o no. Que los complejos nos traen a mal vivir, es un hecho axiomático,  y que además afecta a la mayoría de personas. Todos nacemos desnudos, sin embargo nunca conseguimos librarnos definitivamente de esa sensación de pudor en el momento de mostrarnos desnudos en público. Pero bueno, tampoco es cuestión de hacer disquisiciones  sobre asuntos que les incluye a los profesionales de la salud mental. Me considero profano en este tema y hablar a la ligera sobre algo que se desconoce, pienso  que no es lo más políticamente correcto. En fin; si algún lector practica el nudismo supongo que estará bastante de acuerdo con lo que aquí dejo expuesto. A los no practicantes, les comento que el nudismo es una opción de vida sana que equilibra tu mente, por consiguiente les sugiero que se animen a practicarlo, verán como desaparecerá cualquier concepto erróneo que tengan sobre su cuerpo y de paso conseguirán valorarlo más. Y a su vez también podrán sentir ese placer inefable que nos causa el estar desnudos en contacto con los espacios naturales.