jueves, 17 de mayo de 2018

CONVIVIENDO CON LA ROBÓTICA


 
Al parecer   un estudio llevado a cabo por el informático  israelí, Moshe Vardi, de la Universidad Rice en Houston-Texas (EE.UU.)  predice que en las próximas tres décadas los puestos de de trabajo serán ocupado por las máquinas. Parece mentira o impensable que esto se llegue a hacer   una  realidad . ¿ Cómo puede ser posible que en este tiempo   el robot termine por suplantar al humano?. Esto supondrá que la mitad de la humanidad aproximadamente dentro de unos treinta años se encuentre desempleada.  Resulta muy preocupante este estudio por su alarmante predicción en referencia al futuro laboral de la humanidad. Pero hay que ser conscientes de que es una realidad la implantación de la robótica en nuestra vida y esto origina la desaparición progresiva de millones de puestos de empleo. No se si es una  suerte, o más bien todo lo contrario, pero el caso es que de manera  exponencial los autómatas crecen y a raíz de ello  literalmente nos invaden. El pasado año había en el mundo alrededor de 1,63 millones de robot funcionando y según comentan durante este año y el próximo habrá unos 2,6 millones. Para echarse a templar  imaginando a tan descomunal  ejército de robots compitiendo en el mercado laboral con el hombre. Es un axioma que el humano ante este desafío tiene todas las de perder  por el hecho de que las máquinas  ni se cansan ni les hace falta dormir, por tanto   su fuerza y energía resultan inagotable, con lo cual  resultan mucho más productivas y rentables.  Y   el empresario como un depredador que  es, que siempre codicia lucrarse más a cuenta de la sobreexplotación a la que somete a sus empleados,  que mejor que valerse  de la inteligencia artificial de la robótica para buscar mayor rendimiento y la optimización del beneficio. Porque es una obviedad el que la robótica esta creada con el fin de que sigan enriqueciéndose los mismos de siempre, por ende la brecha de la desigualdad social  continuará ampliándose. Resulta palmario el que de seguir empleando los adelantos tecnológicos de forma desmedida acabaremos viviendo en una sociedad en la que ciertamente  tendremos que trabajar menos, pero en cambio no os quepa la menor duda de que  la miseria y el desempleo socavarán nuestra calidad de vida y la convivencia. Lo que no termino de entender muy bien, y me parece un contrasentido,   es el mensaje que lanzan  los expertos tecnólogos afirmando que  el  trabajo que te quitan las  máquinas es para que vivas mejor. ¿Cómo diantres puede ser esto si el desempleo va a ser la tónica general decepcionante?     Dudo mucho de que estando sin trabajar se pueda vivir mejor cuando no se tiene  la suerte de permitirse estar ocioso. Si no está de tu lado tan codiciada suerte, por la obligación imperiosa de tener que cubrir las necesidades más primarias  no queda más alternativa que  trabajar para ganar dinero. Y hasta el momento  como no sea trabajando, no conozco otra manera lícita de obtenerlo.




 
( El humano los construye, los programa...y al final se apropian de tu trabajo. Después de ocupar tu empleo,  te dan una  patada en el culo y vegetar en el paro)  

No se ustedes, pero a mí personalmente el que los trabajadores sean sustituidos por estas  máquinas robotizadas carentes de sentimientos y donde brillan por su ausencia los valores humanos me produce auténtica grima. Yo a la hora de hacer una consulta quiero  ser atendido por personas, no por las  impersonales y frías  máquinas con su voz mecánica.  Aunque bien es cierto que la robotización actual me parece un dejá vu porque algo similar  ocurrió aproximadamente a mediados del siglo pasado cuando la mecanización agrícola  acabó con muchos puestos de trabajo en el campo, pero por suerte consiguió muchos otros en las ciudades, en especial en el sector de la construcción y la industria. Cosa que no va a ocurrir en esta ocasión porque al parecer  sólo los robots destruirán 3,5 empleos por cada un solo puesto de trabajo que consigan crear. Es muy evidente que con esta premisa el panorama que se presenta es nefasto en cuanto a la mano de obra humana dentro del panorama laboral en un futuro cercano. Aunque es de suponer que si  en un futuro los puestos de trabajo que en la actualidad son ocupados por hombres y mujeres se van al garete por culpa de que  se impone la hegemonía de las máquinas y esta circunstancia    conlleva a poner en riesgo la convivencia pacífica entre los humanos, motivada por la incertidumbre y desasosiego   que causa una generalizada  desocupación laboral,   imagino que se tomarían algunas  medidas preventivas con el fin de aplacar  al imparable boon tecnológico.  Por que no creo yo que al tomar una decisión de este tipo se origine un escenario apocalíptico de ciencia ficción donde las máquinas se rebelan contra sus creadores.    Por mucha inteligencia artificial que éstas  tengan  aún siguen dependiendo  del hombre porque es quien las programa su  software  para que realicen su función. Está claro, que d e momento tendremos que seguir conviviendo con la robótica y  de paso  desarrollar una nueva inteligencia capaz de  competir   contra ella en el mercado laboral porque a día de hoy  nos encontramos  en  palmaria desventaja con los adelantos tecnológicos. No queda más remedio que  adaptarnos obligatoriamente a este modo de vida con la finalidad de lograr ventajas y evitar sobre todo los inconvenientes que supone la automatización laboral. Predijo en su día el ilustre físico y científico británico, Stephen Hawking, recientemente fallecido,  en plan visionario  que la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana. Desde luego que suena muy apocalíptico este mensaje al que ni por asomo quiero verlo hacerse realidad. En cambio si espero y deseo  que sean compensados con el resurgimiento de otros trabajos para los humanos los millones de puestos de empleo perdidos por ser ocupados por la robótica. Soy consciente de los beneficios que nos aportan las nuevas tecnologías pero me pregunto si las suplantación de las personas por robot van en la dirección adecuada.

prueba

domingo, 6 de mayo de 2018

MALDAD


 

Es congénita la maldad, o se va desarrollando progresivamente en el ser humano debido  al entorno en que vive. Una dualidad a mi entender bastante compleja. Está claro que perfectamente pueden tener su punto de razón ambas. Es muy probable que no nazcamos con el gen de la maldad y que sean las circunstancias quienes nos obliguen a actuar de una u otra manera;  casi siempre dependiendo del estado mental o personalidad de cada uno.   Hay postulados que dicen que tanto el bien como el mal son inherentes al ser humano y que sólo es cuestión de decisión para alterar su conducta. Aunque también es de recibo reconocer que el concepto del bien y del mal es algo subjetivo. Según la cultura o la manera en que hayamos educado a nuestra mente se irá formando el susodicho concepto. Como por ejemplo son los casos de Hitler,  Stalin, Pol Pot, Franco  y otros tiranos asesinos que se han dado cita a lo largo de la Historia y que  pensaban en su momento que la monstruosidad que estaban cometiendo era para hacer el bien a la Humanidad.   Los expertos en este asunto afirman que quienes  han sufrido una infancia   traumática en un futuro son potenciales sujetos propensos a imitar un comportamiento traumático, con trastornos psicológicos que acaban siempre  generando maldad.  ¿Todos esos psicópatas, pedófilos, violadores y demás ignominiosa gentuza, con el arquetipo de la infanticida Ana Julia Quezada o la siniestra "Manada de lobos violadores",  que lamentablemente han acaparado tantas páginas en los medios de comunicación, habrán sufrido una infancia dura  para que muestren un comportamiento tan abyecto? No lo se, pero desde luego el hecho de haberla vivido no justifica  tan infame conducta.    A veces nos preguntamos como puede ser posible que todos esos de psicópatas con un largo historial de crímenes,  o violaciones,  sean capaces de cometer tantas atrocidades. La respuesta se me antoja  que es bastante confusa y a su vez  muy ardua de entender quienes no tenemos el suficiente raciocinio    para poder llegar a conocer  las razones    que  impulsan a criminales  de esta magnitud   a proceder de esta forma . En mi opinión, una de las principales razones que pudieran  motivar el actuar así a  un psicópata es por perder su capacidad de sentir empatía por los demás. Y puede que la causa de esa pérdida  principalmente se deba a los traumas mencionados. Está claro que los hechos que ocurren en el pasado, si éstos resultan traumáticos, acaban por marcar la vida de las personas y los hacen cambiar  de forma muy negativa si ocurren durante etapas tan primordiales como son  la infancia y la adolescencia.



 

Me resulta palmario el que la conducta humana cuenta con las condiciones óptimas para generar personas extremadamente malvadas. El ser humano en general es bastante impulsivo, y a pesar de conocer las normas sociales, comete todo tipo de maldades aún sabiéndolo, pero es evidente que acaba dejándose arrastrar por los sentimientos, los cuales a mi juicio son parte principal de la considerada maldad genética. Aunque a este respecto, según la teoría del   filósofo suizo Jean- Jacques Rousseau, el ser humano está orientado naturalmente para el bien; nace  libre y bueno, pero debido a la opresión  que ejerce la educación tradicional, destruye esa naturaleza, razón por lo que la sociedad acaba corrompiéndole. Más o menos  viene a darnos a entender  con sus conjeturas que el hombre es bueno por naturaleza pero que al verse afectado por el entorno y la enseñanza convencional  recibida  va  transformándose en un ser malo. Desde luego que razón no le faltan a sus argumentos, aunque   las teorías de este ilustre filósofo suizo son diametralmente opuestas a las formuladas  por  su homólogo, en este caso inglés, Tomas Hobbes considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna, quien advirtió que el estado de naturaleza del hombre no es pacífico, sino más bien “un lobo para el hombre” que se une en sociedad con el único interés de sobrevivir. Un interés que según mi criterio  es puro egoísmo cargado de sibilina maldad. Y puede que también manifieste una veracidad incuestionable.  Lo que  resulta  axiomático a todas luces es que sus teorías acerca de la naturaleza humana son palmariamente antagónicas.  ¿ Cuál  de ambas puede resultar la más certera?  Será cuestión de  emplazarlas  a  una interesante discusión, donde hay duda que  se  podrá originar numerosos debates encontrados.

Quizá lo  que también deberíamos  preguntarnos es ¿quién no posee maldad en su interior?  Pienso que nadie está exenta  de ella, aunque sea una ínfima cantidad, la cual es lo suficientemente válida para maquinar cualquier estrategia con tintes maliciosos.   No somos la bondad personificada.  Reaccionamos con impulsos o instintos de maldad la mayoría de veces  cuando no sentimos agraviados física y mentalmente. Es como un mecanismo de defensa para no estar excesivamente expuestos al mundo. Hasta las personas que creemos que son esencialmente bondadosos, tipo la “Madre Teresa de Calcuta”,  tienen también sus dosis de maldad en su interior con el propósito de que no les hagan daño.  Mucho se  ha escrito e investigado con referencia  a la maldad y  son varios los experimentos  que se han hecho y el resultado en la mayoría de esas investigaciones muestran lo mucho que puede influir el entorno en el que nos encontramos a ese rol que desempéñanos en nuestro comportamiento y actitudes. Aunque debemos tener en cuenta que existe la maldad intrínseca en el ser humano de tal forma que en algún momento podemos manifestarla  y ser extremadamente crueles. Por otra parte, si ya desde su naturaleza la maldad es perniciosa, cuando se alía con la ignorancia se convierte en la reencarnación de lo peor que puede llegar a ser el hombre, y por desgracia en la actualidad en el mundo hay excesiva  tendencia a hacerse realidad.