jueves, 31 de diciembre de 2020

ADIOS AL 2020


domingo, 13 de diciembre de 2020

ÍDOLOS DIGITALES

Parece ser que cuando  le preguntan a los niños de hoy en día que quieren ser de mayores, hay una gran mayoría que su máxima aspiración es convertirse en youtubers o influencers. Nada de anhelar ser un famoso deportista, astronauta, cantante, arquitecto, doctor, etc. que era a lo que normalmente los niños de mi generación, y otras muchas bastante posterior a la mía,  contestábamos a la hora de preguntarnos que queríamos ser de mayores. Hay que reconocer que  por aquellos lejanos años las redes sociales no existían, la cuales a día de hoy  tienen gran influencia con referencia a las aspiraciones de los niños.  Por entonces, nuestras  pretensiones   para cuando fuéramos mayores se basaban en la  información que recibíamos a través de la Televisión.  Y como normalmente eran deportistas   o personas relacionados con la farándula y la música lo que se nos mostraban a través de este medio, nuestras aspiraciones eran ser como alguno de aquellos famosos sujetos   cuando alcanzáramos la edad adulta. Desde luego que aún se mantienen vigente hoy en día entre los niños  los deseos de lograr alguna de nuestras antiguas y sugerentes aspiraciones profesionales, pero muy a la baja, por el simple hecho de que las nuevas tecnologías  digitales están muy presenten  e influyen  a la hora de decidir una determinada aspiración.  A edades tempranas las respuestas de los niños vienen muy condicionada por la influencia que comienza a tener Internet y el consumo masivo de horas. Y es que los niños son habituales y constantes consumidores de las redes sociales  y conforme avanza la tecnología, la información continuada a la que están expuestos, lo modelos a seguir han cambiado radicalmente, de ahí la razón de el por qué las profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías se están imponiendo a las profesiones que han prevalecido de toda la vida y que alguna ya he nombrado arriba. Es evidente que la demanda de contenido y el consumos en las redes sociales estás transformado lo que queremos ser; bueno más bien lo que quieren ser los niños  o los adolescentes, porque  uno  está mayor  para estos trotes.

 


Resulta palmario que cada vez más niños consumen Youtube y la mayoría de los creadores de sus contenidos para nada son celebrities, sino más bien  gente normal y corriente, de ahí lo fácil que es sentirse identificado. Los yotubers se han convertido en la actualidad en sus nuevos ídolos y esto  aparentemente hace  que tanto los famosos futbolistas como  cantantes, su condición de anhelados ídolos,  haya pasado a un segundo plano. Por otra parte,  la facilidad con la que pueden identificarse a mi juicio conlleva su riesgo por  el hecho de que al intentar parecerse a sus ídolos de Internet puede modificar su forma de actuar, sus hábitos de consumo, y llevarles a tener una perfección filtrada  de la realidad. Por esta razón es aconsejable que los padres vigilen a sus hijos  cuando estén  viendo  vídeos en  Youtube  por si pudiera resultar tóxico  su contenido. Esa misma vigilancia debiera estar presente también a la hora en que sus hijos escuchan o leen   la información que vierten los influencers en Internet por que resulta obvio que mayormente se basa en pura estrategia de marketing con fines provechosos, donde todo vale con tal de lucrarse. Los niños al no saber discernir la realidad, son  manipulados y engañados  con mucha facilidad .  Si  la forma de ejercitar su “profesión”  los influencers es la  de  mostrar de continuo su  palmito, los youtubers por regla general digamos que lo hacen de forma algo diferente;  éstos son más dados a mostrar situaciones ridículas o brutales para deleite de sus millones y millones de seguidores. Y además con un vocabulario zafio  que no sobrepasa el centenar de palabras porque  parece ser que es lo que gusta y engancha al personal que consume este tipo de contenido en Youtube. Lo confirma el que cada vez se van sumando miles y miles  más de personas a sus listas de seguidores. Por otra parte,  lo único que se requiere en esta profesión de youtuber es tener una variedad de tacos con que salpicar las absurdas conversaciones y hacer el ridículo en cantidades industriales. Esto te asegura seguir inflando la lista de seguidores y evidentemente  trincar más cantidad de dinero. Así de fácil. Por tanto, ¿que necesidad tenemos, tienen más bien los niños o los adolescentes,  de estrujarse el cerebro estudiando si al final  para ganarse divinamente la vida es  mostrarse como un estúpido supino o hacer el ridículo más espantoso en  Internet?. Como esta sociedad se rige por la oferta y la demanda,  el personal así lo quiere por mucha estulticia que lleve implícito este lucrativo medio de vida.  Menos mal que hubo  niños y adolescentes de mi generación y otras posteriores que hincaron a base de bien los codos estudiando   y por este motivo tenemos hoy en día  la gran  suerte de contar con epidemiólogos, médicos y microbiólogos que al final estoy seguro que todos ellos acabarán por salvar al mundo de esta letal pandemia patógena del Covid-19. ¿Se hacen una idea de que  otra  pandemia patógena  de idéntica magnitud trágica que la actual aparezca dentro de unos años y necesariamente, porque no hay más, tengan que ser los youtubers o influencer quienes tengan que salvar al mundo?.  Si esto ocurre, encomendarse a la Divina Providencia y rezar será la única esperanza que le quedará a la especie humana para su salvación. Con lo cual, me da a mí que los ateos, agnósticos y el resto de no creyentes lo van  llevar crudo.  ¿Alguien lo duda?