miércoles, 7 de febrero de 2024

REFLEXIONES DISPERSAS ( Febrero)

REFLEXIONES DISPERSAS (FEBRERO)

 

Plásticos.

 

Ojo al dato que el asunto a tratar  me temo que es muy preocupante. Les cuento. Resulta que 1.800 camiones llenos de plástico se vierten cada día al mar en todo el planeta. Así como lo oyen. Toneladas, y toneladas de un material altamente contaminante como es el plástico   se esparcen sobre las aguas del mar, las cuales  generan una toxicidad de dimensiones bíblicas que afecta, tanto al entorno marino como al homo sapiens. Por el simple hecho de que esa toxicidad es ingerido por la diversa  fauna marina que habita los océanos y luego somos nosotros quien posteriori ingerimos todos esos peces intoxicados, con lo cual,  indirectamente pasa a nuestro organismo la sustancia venenosa generando un sin fin de graves patologías.  Un círculo viciado de consecuencias letales, sin duda. Luego está el paisaje marino donde, por causa del  indiscriminado vertido de plástico, los agentes meteorológicos y corrientes,  se forman una especie de islas flotantes de tamaño descomunal que amenazan con erradicar buena parte de la vida marina y a su vez contribuyen con el cambio climático.  Que tristeza, y que impotencia, genera  ver como tanto mal nacido  sin miramiento alguno  tratan al mar lo mismo que si fuera un vertedero donde depositar todo tipo de residuos  contaminantes. El mar, principal fuente de vida, que por mezquinos intereses basados en la codicia y el lucro, lo están convirtiendo en  basureros, y el ambiente marino se ve incapaz de digerirlo ya que se necesitan decena de años para lograrlo. Sino tomamos verdadera conciencia, y  no se crean políticas que se comprometan seriamente a poner remedio a esta problemática, el “Apocalipsis”  que sufrirá el mar   será una triste realidad. Lamentablemente en ese mismo cataclismo naufragará  toda la Humanidad. Y sino al tiempo.





 

Propósitos.

 

Esos propósitos más comunes de apuntarse a un gimnasio, hacer footing, comenzar una dieta, dejar de fumar, aprender o mejorar algún idioma, etc. etc. y que generalmente se ponen en marcha a principios del año nuevo con las mejores intenciones, muy a pesar nuestro, tienden a caer en saco roto, sino se tiene la suficiente   voluntad para iniciarlos; o también por la falta de coherencia con la realidad del día a día o la falta de planificación.  El caso es que tal  como digo se abandonan por carecer de un plan sólido que facilite lograrlos. Para esta circunstancia ya hay fecha no oficial para celebrar el “Día del abandono de los propósitos de año nuevo”.  (Somos  un país o una Sociedad que nos va la marcha en cantidades industriales  con esto de la celebración de los  Días para todo lo que se nos pone a tiro.) Tengo entendido que es a finales de enero, o principios de febrero,  cuando se va a celebrar ese funesto día; por tanto como estamos en supuesta fecha, o mes indicado,  me temo que otra nueva intentona  que va a terminar  en fracaso, tal como viene siendo habitual para una gran mayoría de personas  por carecer de  constancia y de motivación para conseguir el objetivo. Y es que para cumplir los propósitos de año nuevo hace falta centrarse, concretar y ser bastante realista. De no ser así, mejor que ni te lo plantees para no hacer   el mayor de los ridículos  a cuenta de que,  una vez comenzados   en un breve tiempo transcurrido los abandonas. Estoy convencido de que  el frustrante  hecho  de carecer de confianza de uno mismo, termina por generar una sensación  muy deprimente. Y es obvio que  para nada estamos dispuestos a vivir tan desalentadora  experiencia.

 

Dar.

 

El egoísmo, el individualismo, la indiferencia…esos defectos podríamos considerarlos como nuestros mayores enemigos. Por esta razón debemos practicar más la empatía y menos aislarnos  en nuestro ego narcisista. No me cabe la menor duda de que nos sentiríamos  mucho mejor con nosotros  si nos preocupamos los unos de los otros y no dejamos que  la indiferencia sea quien actúe. También ayuda a sentirnos mejor con nosotros el hecho de no mostrarnos  cicateros a la hora de dar lo mejor de nosotros a los demás.  Porque  estoy convencido de que la vida va de eso: dar y recibir. Una reciprocidad que consiste en que cuando  recibimos de los demás, les correspondamos  de igual forma con el propósito de   tener una mejor convivencia. Pero está claro que a veces no siempre recibes lo que das y eso te decepciona. No te preocupes, ni sufras por ello, porque tú  das todo lo que eres y eso al final es lo  que importa; además  dar sin esperar recibir nada a cambio te ennoblece interiormente. Otra cosa que también     debes tener siempre   claro es que si entregas odio, nunca  esperes recibir amor.  La vida es muy sabia, y hace que todo cuanto demos, lo recibamos de igual forma, como si se tratara de un infalible Karma.  Y es que  esperar otra cosa sería de  necios; o de egoístas que sólo piensan en si mismo, sin importar lastimar los sentimientos de los demás.