miércoles, 25 de septiembre de 2019

INCAPACIDAD VERGONZOSA

 
 
Había pensado no hablar de la chusma política, pero  no he podido dejar de hacerlo porque de nuevo me lo ponen a huevo. Cómo callar viendo día a día toda  su ineptitud y su terquedad que han acabado por meternos  de lleno en otro embolado electoralista para el próximo 10 de noviembre, afín de  que seamos los sumisos votantes quienes les saquen de su permanente parálisis.  Me repatea el hígado y vísceras incluidas a cuenta de hasta dónde nos han llevado estos ineptos políticos  cuya incapacidad y obstinación nos tienen más que hartos a todos.  Yo me pregunto, ¿ si  aún quedan ingenuos que creen en la demagogia engañosa  y populismo de toda  esta ralea de gobernantes, sea del signo que sea?. Por lo que se ve, a los políticos les importa una mierda, con perdón, el país y la ciudadanía, porque van a lo suyo por espurios intereses, de lo contrario  no estuvieran en este  alarmante inmovilismo  a cuenta de  no querer  dar su brazo a torcer. Por esta razón  tienen a un país entero  en una preocupante incertidumbre  por no haber llegado, tras una  decisión consensuada,  a  la formalización de un gobierno   responsable y de toda confianza. Este indignante bloqueo que han generado va a contribuir a  llevarnos a la ruina social y económica, y si no al tiempo. Como es bien sabido, a cuenta de su inoperancia y cabezonería  nos han arrastrado hacia ese dislate como es   la convocatoria de unas nuevas elecciones el próximo 10 de noviembre. Serán los  cuartos comicios electorales en cuatro años. Para  chulos y arrogantes los españoles, sino... ¿ a ver que país   se atreve a llevar este ritmo electoral seguido como el nuestro? Ninguno.  ¡Y que  Viva la Marca España, sí señor, con un par!  Por que aquí  nos sobra dinero, por eso nos vamos a despilfarrar alrededor de doscientos millonecejos de euros, pura calderilla,  en la próxima campaña electoral- un deja vu sin duda esta  futura campaña-. Y como sobrados vamos de dinero, no dudo de que por esta razón  las arcas del erario público deben  estar a rebosar . Por tanto,  lo que os  cuentan esos periodistas,  que mienten más que hablan por estar abonados a la posverdad, es pura invención suya.   Ni puñetero caso  cuando digan que por no haber dinero público    no se pueden abrir nuevos quirófanos, que tantísima  falta hace  en los hospitales; que cabreados    los jubilados  de todas España por las míseras pensiones que perciben  han iniciado varias  marchas hacia Madrid  para manifestarse delante del Congreso de los Diputados;   que en la partida de los presupuestos del estado  no se destina el suficiente  dinero  a fin de impulsar la    Investigación, Ciencia, Cultura, Educación, etc. Ya les digo caso omiso que es pura invención periodística. Oye, que el humor no falte ni en estos casos. Faltaría más.


 
 
 Lo que resulta obvio es que  tenemos los políticos que nos merecemos porque nosotros  ahí los hemos puesto para que nos mangoneen y controlen   a su capricho. O también como está sucediendo en estos momentos, el que    pongan cara de compungidos y empiecen a echarse la culpa los unos a los otros de este vergonzoso  fracaso , sin que nadie asuma la falta de  responsabilidad en la formación del nuevo gobierno.  Por otra parte,  todos sabemos sobradamente que no han estado   ejerciendo los cargos políticos para los que fueron elegidos electoralmente, pero por lo que se ve,  su incapacidad y parálisis no ha sido un hándicap a la hora de cobrar porque han  seguido trincando un pastón de narices estos dirigentes, lo cuales únicamente se centran y  se esfuerzan  en obtener réditos personales. Pero aquí  no pasa nada. Todo vale.   Da lo mismo  que las distintas formaciones políticas muestren un claro desprecio a la voluntad popular al no respetar los resultados electorales; o que sea una constante las maquinaciones, mezquindades y torpezas de nuestros   políticos, los cuales, después de tanta acusación cruzada y veto, solo les ha quedado encomendarse a los votantes  para enmendar sus desatinos.  Por tanto, el   10-N a  votar. Pongámonos en el  caso de que     los resultados de este día no logren alterar el escenario político y continuemos  con este bloqueo prolongado que dura ya desde 2015.  Por que  me temo lo peor: si no hay trasvase de votos entre bloques en los próximos comicios el entumecimiento político puede perpetuarse. Y si esto sucede,  que bien  puede ser factible, viendo el panorama actual de incompetencia y terquedad…   ¿Vamos a por las quintos comicios?...En el argot taurino dicen que no hay un quinto malo. Pues entonces  hagámosle caso y a por las quintas elecciones. Que no haya país en el planeta que pueda quitarnos tan deshonroso record electoral.  Desde luego que el panorama  político en la actualidad es ideal para que esto ocurra, por que no veo yo que las elecciones a celebrar el próximo día 10 de noviembre por sí solas van a conseguir desbloquear la situación política, a no ser que de una puñetera vez tanto los partidos como sus líderes se den cuenta que por este  camino  no se puede seguir. Que  la ciudadanía necesita   que se entiendan  y articulen un mínimo consenso en los grandes asuntos del Estado. Esto permitirá sacar al país adelante, sobre todo en estos momentos tan críticos que sufre a nivel global el mundo. Pero es obvio que para lograr este objetivo es necesario que surja entre ellos un cambio de actitud más favorable al diálogo y a los pactos. Pero visto   los destemples y desacuerdos  que han mostrado los líderes  de los partidos punteros  para llevar a cabo la formación de un nuevo gobierno en coalición,  han dejado bien a las claras que la espera del nombramiento del nuevo ejecutivo, va para largo.    Es un axioma el que  están creando una situación apocalíptica que va en detrimento de la estabilidad social y económica del país.  Estoy convencido de que como vuelvan a presentar su candidatura estos mismos  líderes políticos  el próximo 10-N, por su incapacidad  palmariamente demostrada,  volveremos  a las andadas. Y sino al tiempo.  

prueba

lunes, 9 de septiembre de 2019

DESAHUCIOS


 
 
La verdad es que siempre creí que el   asunto de los desahucios era únicamente problema de la crisis, y como dicen, comentan, comunican… en los mentideros políticos que supuestamente ha desaparecido la devastadora crisis que asoló a este atribulado país, hablo de España por supuesto, razón por la cual me creí ingenuamente   que esta dramática situación de los desahucios  había desaparecido también con la crisis; o se había vuelto más comedida y no tan "voraz" como en los años críticos.   Pero por lo visto estaba totalmente equivocado ya que por desgracia  los desahucios siguen sin darnos ni la más mínima tregua. Es más, la última información que tengo sobre este asunto es que el pasado año 2018 fue el año en que más desahucios hubo en España. Para que luego  esta chusma política de cualquier símbolo, nos cuenten con sus interesadas milongas  de que la crisis ya forma parte del pasado. Mentira y gorda  si en realidad,  esta problemática social profundamente ligada a la vivienda,  es la crisis la culpable de que siga latente y además de manera exponencial  creciendo. Los  estremecedores  datos así lo reflejan. Son  datos  que indican el que alrededor de 150 familias son desahuciadas a diario en España, unas cien por impago de alquiler y las otras cincuenta por no poder frente a su hipoteca. Por lo que se ve la tendencia es que se desahucia más a personas que viven en régimen de alquiler y no a los hipotecados. Lo que resulta palmario es que siguiendo este índice de datos, supondría que al año aproximadamente unas 54.000 familias son  arrojadas a la calle sin miramiento alguno y privadas de uno de los derechos más elementales.   Puede que dentro de estas cifras  se de el caso que haya muchas   familias faltos de escrúpulo y  con mucha desvergüenza se instalan  en una vivienda y no les sale de los cataplines  pagar alquiler alguno. No cuestiono que sean  expulsadas por  medios lícitos de la vivienda, si pudiendo pagar, se niegan a   cumplir las condiciones económicas acordadas;  pero en cambio las familias que   son privadas del derecho más elemental como es la vivienda debido a no poder hacer frente a los correspondientes pagos por hallarse en situación de pobreza extrema, me resulta de lo más  indignante su expulsión. Por tanto la lucha contra esta  injusticia debe ser una constante a fin de  que la codicia y la infamia no predominen nunca por encima de cualquier derecho elemental, en este caso el de disponer de una vivienda. 
 





 
¿Ustedes se imaginan la situación de que debido a una mala racha laboral o por el avaricioso abuso por parte de un propietario inhumano, tanto particular como el de una empresa, y por supuesto también  la codicia y usura  de la Banca,  le dejen a uno  en la puta calle con todas sus posesiones materiales,  muebles y otras  sus cosas personales. En definitiva con toda su vida entera tirada en cualquier acera como una signo de fracaso personal y humillación pública.  Yo desde luego me lo puedo imaginar y esta circunstancia me parte el alma y siento que  el mundo se me viene abajo  con toda su desesperación y  con toda su derrota. Es lo más humillante y desolador observar como una vida entera de luchas, esperanzas, ilusiones… es arrojada al muladar de la injusticia. Sin importar que  se trate de niños, ancianos, personas  discapacitadas.   ¿Pero de verdad  que no existe solución alguna para esta escalofriante  problemática ? ¿Tenemos que estar conviviendo desgraciadamente de forma permanente con ella y conocer casos en que los afectados no encuentran más salida que quitarse de en medio  por la dimensión de este drama,  o vivir abyectas situaciones donde   la represión policial se hace manifiesta cargando contra vecinos y activistas cuando éstos intentan paralizar un desahucio?  ¡Qué horror, qué espanto! me parece el ver a tanto  policía o  guardia civil equiparados con su armamento y uniforme, como si fueran a un conflicto bélico, cuando es requerida su presencia afín de proteger a quienes llevar una orden de desahucio para expulsar    de su vivienda a  una pareja indefensos e infelices ancianos; o a madres con sus hijos menores. Esto es Marca España señores, en fin que sí, que  semos diferentes.  Por otra parte,   sólo  cuando sale a la palestra de los medios de comunicación la muerte por suicidio de personas afectadas por un desahucio,  por lo impactante y  aterradora que resulta la noticia;  así como  por la indignación generalizada  y denuncia pública que genera,  los políticos, mas  por proteger sus intereses partidistas  que por un serio compromiso en favor de esta causa,  tras consenso  procuran poner en marcha alguna medidas previsoras afín de que atenúen  la problemática. Pero me temo que las medidas nunca serás lo suficientemente válidas si no se ataja de raíz esta dramática situación que tantas veces tiene consecuencias mortales.
 
Los dirigentes políticos de este país acostumbran a llenarse la boca con referencias constitucionalistas cuando  surge algún conflicto estatal, como  por ejemplo lo que ocurre en Cataluña. Me parece lícito y perfecto, que a cuenta de este conflicto secesionista,   hablen siempre de la Constitución y defiendan en su nombre la unidad territorial. Pero también encuentro legítimo y necesario que citen la Constitución y también en su nombre defienda el derecho tan elemental como es la vivienda. Por que si no me equivoco el artículo 47 de la Constitución dice que “ Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos."  Pero por lo que se ve a día de hoy este artículo me parece pura retórica engañosa porque  para nada se cumple lo que expone, y a las pruebas me remito viendo como exponencialmente  los desahucios siguen incrementándose, y el acceso a disponer de una vivienda, tanto en alquiler como en propiedad, es casi imposible. Todo por ese  problema de  que el precio de la vivienda, ya sea compra o alquiler, no se ajusta a la realidad salarial del país. Si la vivienda, que es un derecho garantizado en la Constitución, deja de estar accesible a la gente de a pie, pues ya me dirán señores del  Gobierno, que hacemos.  Lo que está claro es que  deben ser los políticos, siempre que dejen a un lado su inoperancia y  desidia,   desde sus puestos de representación y responsabilidad los que deben adquirir un serio y verdadero compromiso para cortar de raíz esta tristísima  situación en  la que  personas que han vivido durante años en sus casas son expulsadas a patadas de ellas  para luego ser abandonadas en la calle por un sistema Administración que no tiene soluciones para estos angustiosos  dramas.