lunes, 14 de noviembre de 2022
miércoles, 2 de noviembre de 2022
PERSIGUIENDO EL ÉXITO
¿Será cierto que lograr el éxito normalmente depende en insistir?. El polifacético artista norteamericano Wody Allen afirma que el 98 por ciento del éxito se basa en insistir. La frase no resulta demasiado conmovedora ni tampoco hermosa, pero puede que transmita una gran verdad. Con seguridad no lo se. Está claro que la perseverancia o constancia es un valor estratégico en tu busca. La recompensa muchas veces nos llega a través del esfuerzo. El refranero español dice “que el que la sigue la consigue”. Es de sobra conocido que los dichos populares resultan muy atinados la mayoría de veces, aparte de que su finalidad es la de transmitir una enseñanza o mensaje instructivo, como también estimulante. Y en este caso resulta palmario ese estímulo. Aunque bueno, también puede que para poder triunfar no baste solo con insistir, sino el tener que trabajar mucho más que los demás; vamos que trabajar sin denuedo. Pero aún así no te garantiza el éxito seguro. Lo que está claro es que son premisas que comparto porque ambas conceden confianza, las cuales nos guían el camino por el que poder llegar hasta donde existe la posibilidad de alcanzar el objetivo deseado. Pero tengamos siempre los pies en el suelo y nunca nos dejemos impresionar por las frases triunfadoras o estimulantes que aparecen impresas en tazas y camisetas. Frases que nos hacen concebir la idea de que todo es posible. Y no es así. Seguro que conocemos a más de una persona, o nosotros mismos, aplicando esas recetas motivadoras y acabar dándonos de bruces con la realidad. Por desgracia tenemos que convivir con la idea de que no todo es posible, por mucho que nos quieran hacer creer que la palabra “imposible” está inventada por personas mediocres o débiles. Con esto no estoy diciendo que no haya que batallar a muerte por lograr ver cumplidos los sueños. Quizá el triunfo igual debiera ser estudiado. Acaso la felicidad por lograrlo no radica en ver los sueños cumplidos, sino en esos momentos en que peleas con arrojo por conseguir hacerlos realidad. Aunque la mayoría de ellos tristemente no se cumplan. Y como viene siendo habitual quedan ahí pendientes, puede que esperando una realidad, o simplemente aguardando su turno para que los abosorva el olvido.
Lo que es de recibo reconocer que eso de “si tú quieres, puedes” viene a ser tanto como decirle a alguien que si no logra alcanzar su meta es por que no se esfuerza y esto inevitablemente conlleva a responsabilizarle de sus problemas. Con toda probabilidad esta circunstancia genera frustración porque el esfuerzo no es esa fórmula mágica que posibilita conseguir todo aquello que te propones. Generan más posibilidades de lograr tus metas los propios recursos y las habilidades de cada uno. Sobre el cómo conseguir los objetivos deseados, actualmente esta muy de moda el “coaching”. Para los profanos en este asunto les comento que se trata de un proceso que ayuda a las personas a alcanzar sus objetivos. Puede ser utilizado en muchos ámbitos diferentes de la vida, como puede ser el desarrollo personal, los negocios y hasta en los deportes. Según dicen los expertos en este tema el “coaching” es una herramienta para superar obstáculos, tanto en el terreno personal como profesional y a su vez una forma estupenda de conseguir todo que quieras en la vida. La verdad es que cuando me empiezan a contar esa milonga de que puedes conseguir todo lo que te propongas con el método o la estrategia de turno me cabrea enormemente porque parece que quieren tratarme de tonto o iluso creyéndome todas sus motivadoras soflamas. Y para nada es así, por muy preparados que estén en cuanto a motivar y estimular cognitivamente a las personas, sigo reafirmándome que no todo es posible por mucho que la industria de la motivación nos lo asegure. Está claro que la pandemia nos afectado mentalmente de manera negativa y de alguna manera nos está pasando factura, y claro está en este río revuelto hay oportunistas que buscan ganancias. A mi juicio, un buen ejemplo de oportunismo resulta ser la industria de la motivación, la cual claramente está en auge y por esta razón se ha convertido en un lucrativo negocio que mueve ingentes cifras de dinero. Días atrás leí que los ingresos por coaching globales ascienden a 2.875 millones de euros. Una auténtica morterada de dinero lo que se mueve alrededor este negocio orquestado por el motivador líder de turno que tanto obnubila a las masas con sus atractivos discursos. No admiten mucha discusión el que la pandemia, la incertidumbre y la necesidad de los ciudadanos en potenciar áreas particulares, lograr éxitos o el bienestar personal están provocando un auge a nivel global del coaching. No pongo en duda de que habrá personas suficientemente preparadas en este asunto, cuyas estimulantes peroratas ayudarán a lograr los objetivos propuestos, pero seguro que también habrá más de un catamañanas sin formación adecuada que se habrá lanzado al ruedo y que, aprovechándose de la coyuntura, estará lucrándose sin aportar valor alguno. Desde luego que toda motivación que nos llegue del exterior siempre resultará de gran ayuda, pero de ti debe nacer la idea de que en la vida triunfa el que persevera, el que se esmera , el que persiste, el que se cae y sabe levantarse aprendiendo de sus errores y vuelve a intentarlo. Y sobre todo quien sabe que es arduo, pero siempre estará dispuesto a luchar enconadamente hasta lograrlo.