lunes, 29 de abril de 2024
jueves, 4 de abril de 2024
REFLEXIONES DISPERSAS (Abril)
Acelerados.
Que si la modernidad, la tecnología; que si la Inteligencia Artificial… bien sea por desconocimiento o por temor a una futura realidad distópica, el caso es que tanta innovación empieza ya a generar cierta angustia, como también nos impone a que vivamos en una inestabilidad dinámica tan apremiante, que nos obliga a correr cada vez más, a producir cada vez más, a consumir con la misma aceleración, aún a costa de vivir prácticamente desequilibrados con el único fin de evitar que se hunda este sistema depredador en sí mismo. A pesar de que nos invade la sensación de que tanta innovación y tan rapidez no nos otorga una vida mucho mejor, por el simple hecho de que la velocidad, la invención y la tecnología están literalmente destruyendo el planeta. Pero los humanos en general ahí continúan, continuamos que yo también me incluyo por razones obvias, sometidos a una actividad frenética y un estrés agobiante que los están poniendo tanto al borde de la autodestrucción como de la demencia total. Y por supuesto que también con sus flagrantes contradicciones, que la mayoría de veces resultan de una estulticia supina. Ya me dirán ustedes si no es así por el hecho de que la Ciencia ande obsesionada por descubrir el secreto de la inmortalidad cuando el homo sapiens está generando constantemente muerte a su alrededor. ¡Cuando aceptaremos de una puñetera vez que la inmortalidad nunca estará disponible para nosotros aunque intentemos de continuo dominarla!.
Escribir.
En los momentos que luchamos a brazo partido contra los demonios que se nos rebelan dentro, resulta muy necesario echar mano de la palabra escrita con el fin de aliviar esos conflictos internos. Porque no tengo la menor duda de que escribir se puede convertir en un ejercicio terapéutico que lo remansa a uno, mentalmente lo serena; con el beneficio añadido de que nos ayuda a sobrellevar mejor la vida en estos tiempos que rebosan de incertidumbre y de violencia. Y es que la palabra escrita puede convertir en belleza lo que en su momento fue horror; como también el dolor de esas heridas que no se ven, pero que resultan ser las más profundas. Por esta razón, cuando notes vacío y pesimismo a tu alrededor, y la soledad o la tristeza sean tu única compañía, deja que la palabra escrita se transforme en una especie de rompeolas donde vayan a chocar con furia desbocada: tus dolencias, tu rabia, tu decepción, tu frustraciones; en definitiva todo cuanto literalmente por dentro te desgarre. Verás como acabará esa íntima negatividad disolviéndose en la nada para dar paso al optimismo y quizá entonces un remanso de quietud fluya desde tu mente hasta tu corazón y así lograr darle sentido a tu existencia. Con lo cual, por las razones aquí expuestas, sería conveniente que escribas todo cuanto necesites por resultar ser una herramienta muy valiosa para aprender a canalizar todas las emociones, sensaciones y pensamientos que tenemos dentro de nosotros y que nos hacen daño, y no sabemos o podemos verbalizar. Y luego si compartes lo escrito con otras personas, acaso le confiera más relevancia, porque escribir es un placer solitario que únicamente encuentra su clímax compartiéndose
Amor propio.
Amarse a uno mismo no lo considero como un defecto egoísta, sino más bien tener una elevada autoestima hacia nuestro amor propio. La autoestima y el egoísmo son dos nociones que suelen confundirse con frecuencia. Sin embargo, ambas representan a realidades totalmente distintas. Quererse a uno es el reconocimiento de las propias necesidades y los valores y a su vez autocuidarnos y autoacertarnos tal como somos, no como quieran imponer otras personas. Si pensamos de esta manera, es tener muchas de las respuestas que se nos presentan acerca del porqué nos cuesta tanto amarnos. Y no tendría que representar dificultad alguna ese acto amor hacia nosotros mismos. Conseguirlo nos permitirá tener una relación equilibrada hacia nuestra persona, basándonos en el autoconocimiento y el respeto, porque a buen seguro es éste el único lugar desde donde podamos implantar relaciones sanas con nuestros semejantes. En cualquier momento de nuestra vida, por muy bajo de moral que nos encontremos, siempre estemos dispuestos a aprender a darnos cariño, a ser indulgentes con nuestros errores, a llenarnos de gratitud por lo que somos, tanto con nuestros defectos como virtudes. Y sobre todo darnos muchos ánimos porque eso nos motiva para seguir con energías positivas y optimismo nuestro tránsito vital, aunque el devenir diario nos mande vibraciones negativas de continuo. Como final, yo recomiendo que abras tu corazón, que se muestre receptivo, todo con el fin de que puedas darte a ti mismo con idéntica naturalidad todo ese amor que entregas a las personas más importantes de tu vida.
Políticos.
Cada vez estoy más convencido de que la ira el odio el resentimiento que causan los políticos de las diversas ideologías con sus acostumbradas grescas en el Parlamento está generando tal ambiente de polirarización a nivel general que los ciudadanos españoles a la hora de votar lo hacen casi más por odio al contrario que por amor a los propios