BALADA PARA SABINA
(Joaquín, por supuesto)
Antes de que la luna
nos cierre sus
burdeles
y sobre la tarima de
mi cuerpo
ensayen su danza las
rameras
al compás de un sexo
sostenido
déjame corazón que te
improvise
al oído el orgasmo de
un bolero
luego me marcharé
deprisa,
igual que se fuga la
lluvia
cuando resbala por tu
espalda.
Aunque ya da lo mismo,…
¿qué puede pasar
si te encuentra el amanecer
sudando en mi cama,
o bebiéndote el trago de la
despedida,
ese que nos deja con la resaca
del nunca más volver?
Antes de que en tu
carne
desnuda madure la
manzana
que con arte nos
invite a pecar,
no me vendas a precio
saldo
el hambre que hoy
tengo de ti
lo pagarán en
aranceles de besos
que roben a unos
labios de hiel,
ni me prometas
llevarme al paraíso
en la suite principal
del infierno
si sabes que no vas a
cumplir.
Aunque ya da lo mismo....
Antes de que se oiga
tu voz
de gata en celo y me
preguntes
yo para ser feliz qué
necesito,
te contestaré lo que siempre
me evitas,
morir por tu cuerpo y
no resucitar
hasta después del siglo veintiuno; así
que deja ya de tocarme
los cojones
con tanta insinuación,
cuando sabes
que en el inventario de
tu vida carnal
soy un don nadie multiplicado por cero.
Aunque ya da lo mismo…
Antes de que en la piel
se nos quede tatuada
con saliva
la cicatriz de un
sueño de vino y rosas,
te convocaré a mi
funeral
para que tú, sin
marido y sin amante,
enviudes mañana de
prestado.
Ya no quiero que me
escribas
y me cuentes que cada
tarde llegas
con retraso al anden
del corazón
y el tren del amor de
noche se te escapa.
Aunque ya da lo mismo,…
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