jueves, 9 de octubre de 2025

Reflexiones dispersas (Octubre)


 

 

Corruptos.

 

Uno trata lo menos posible de hablar de los políticos por hartazgo, o pereza, y sobre todo para no cabrearme en demasía, pero resulta imposible el no hacerlo por causa  de toda esa  basura política que vomitan los medios de información,  los cuales nos ponen a la orden del día lo último de las cloacas del congreso de los diputados  con su hedor correspondiente. Lamentablemente esto  de la corrupción política es un suma y sigue, como ese  “malévolo cuento de nunca acabar.”  Y es que esos dos  “pájarracos de mucho cuidado” vinculados otrora al Pesoe, con cargos de altura, es una constante el salir a  la  palestra de los medios de comunicación por el escándalo de turno. Me  estoy refiriendo al  ex ministro de transportes, José Luis Ábalos y su entonces asistente Koldo García. Acaba de salir la noticia de que estos dos sujetos  con sus tejes y manejes andaban metidos en pagos sin respaldo documental:  dinero en negro, que era introducido en sobres. Se trataba de  billetes a los que bautizaron  con un lenguaje personal  convenido  con nombres como: “chistorra”(500), “soles”(200) y “lechuga” (100).  Me recuerda este asunto aquel otro de años atrás con el tesorero del Pepé, el proscrito Luis Barcenas pagando sobresueldos en dinero negro a altos cargos del partido,  incluido al presidente de entonces Rajoy.  Se ve que la corrupción en forma de dinero negro seduce a ciertos individuos de cualquier índole política que está cercano al poder. Lo que resulta palmario es que cada caso de corrupción que aflore y esté relacionado con el gobierno de Sánchez, es dinamita en manos de la posición para hacerla estallar. Porque ya sabemos que toda la chusma política quiere el poder a cualquier precio; en cambio del trabajar al servicio de los ciudadanos, o del país,   huyen como de la peste. Solo priorizan sus intereses personales y los del partido que les resguarda.





 

Tenpus fugit.

 

Dejó escrito el ilustre poeta  Antonio Machado, aquello de "que todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar". Efectivamente que vamos pasando, y a su vez,  dejando huellas a lo largo de este nuestro recorrido por la vida. Como también vamos dejando ausencias,  sueños imposibles, amores perdidos; lo mismo que  vamos dejando pasado, al que  nunca dejamos relegado en el olvido, sino guardado en  la nostalgia. De vez en cuando  acudimos a ella, y  encontramos momentos que nos llevan a lugares lejanos, de los que  nunca volvemos, porque nuestra esencia permanece allí eternizada, máxime si en ese lugar está la génesis de nuestra vida. Y seguimos pasando,  en ese inevitable tempus fugit  para hacernos sentir que el tiempo es inaprensible, no puede detenerse ni hacerse retroceder.  Por tanto, sería provechoso tener siempre muy presente el  Carpe Diem; ya saben:   tratar de vivir el momento, disfrutar del instante que es fugaz el tiempo. Porque resulta evidente que aquí estamos tod@s de paso, mientras más momentos felices podamos disfrutar, con mayor agrado notaremos la sensación de haber aprovechado el tiempo de vida que nos ha tocado vivir. Ya se que hoy en día vivimos de sobresalto en sobresalto, por causa de que  el mundo  es un verdadero drama, pero aún así, es necesario apostar siempre a favor de disfrutar el momento, vivirlo con intensidad,   porque ni el tiempo, ni la vida esperan

 

Amor y odio

 

Me resulta totalmente incuestionable   el que la vida de las personas que han estado en contacto con nosotros, con sus defectos y sus virtudes,  y que fallecen se quedan en la memoria de los que aún permanecemos  vivos. Tantos aquellos que hemos amado, apreciado, o tenido respeto; como a los que hemos odiado o nos han caído tan horrorosamente mal que han resultado ser  como ese dolor  que por desgracia  llega a nuestra vida, no de paso, sino para quedarse de forma permanente. Tal como índico, todas estás personas muertas  y que han estado  vinculadas por desigual motivo a nosotros,  se quedan en la memoria, pero obviamente el sentimiento y el recuerdo hacia  cada uno de ellas por pura lógica es diferente. Aquellos a quien hemos profesado amor recíproco, permanecerán por más tiempo en la memoria, y con toda seguridad trataremos de continuar pronunciando emocional y cariñosamente  sus nombres a fin de que no se mueran del todo.  En cambio, a quien nos empuja  un sentimiento de animadversión  a la hora de  recordarlos por circunstancia  nada agradables, intentaremos pasar página en la memoria con el fin de que lo antes posible  caigan en el olvido. Aunque hay que reconocer que, a nuestro pesar,   nunca lograremos que desaparezcan definitivamente de nuestra memoria esos repentinos intervalos que  los rescata del olvido y hará que revivamos lejanos   momentos desapacibles   por que la vida nos podrá de forma inevitable en esa tesitura. Para nuestra  tranquilidad,  esas personas serán más pasto del olvido que del recuerdo. Porque estoy convencido de que tanto en la vida como en el más allá, el amor  tiene el potencial suficiente para prevalecer  sobre el odio. Por suerte  el amor donde esté  continuamente es el único que   podrá salvarnos de todos lo infortunios   que el destino nos tenga reservados. El rencor incluido.

 

domingo, 7 de septiembre de 2025

REFLEXIONES DISPERSAS (Septiembre)

Simplemente vivir.

 

Es obvio que la adversidades que se suceden  con el pasar de los días  deben  formar parte de nuestra manera  de vivir, por el simple hecho de que solventarlas positivamente  hará que se fortalezca  nuestra salud mental. En buena medida, los infortunios de la vida siempre acostumbran a estar muy presentes en nuestra vivir cotidiano. Surgen sucesivamente cuando  la ocasión lo requiere. Y es que vivir, por definición,  es perder algo, no completar cuanto ansiamos, no conseguir nunca del todo de lo que deseamos. Esto hace que vayamos dejando posibilidades  por el camino: esos sueños que no conseguimos cumplir y que probablemente queden enterrados en el olvido. Pero que en infinidad de ocasiones suelen arañarnos el corazón. Inevitablemente, y por ley de vida, también vamos dejando atrás,  nuestra infancia, adolescencia, juventud; la vejez no quedará atrás por  que obviamente asumimos que ella será quien   finiquitará nuestro  vivir.  Pero tampoco nos pongamos tristes, por estas pérdidas inevitables Mejor las llenemos de  gratitud porque a raíz de esas pérdidas y carencias hemos ido logrando desarrollar otras realidades; otras posibilidades que hay que saber habitar con el optimismo adecuado. Sin desmedida euforia para no caer en fustracciones: nunca obsesionarnos  con lo que no tenemos, y disfrutar más de lo que poseemos. No cometas el error de pensar que la verdadera vida es la que no vivimos. Está claro que hay que saber sobrellevar las cotidianas pérdidas, vivir sin que los desmedidos deseos no vuelvan tarumba, ni inventarnos futuros en plenitud felices, porque cuando la realidad aparezca, el bajonazo anímico que sufriremos puede ser terrible. En resumidas cuentas,  de lo que se trata es que  cuando llegue el final de nuestros  días, sintamos felizmente  la sensación de que vivir fue una experiencia única e irrepetible.








 

Amor y odio.

 

Me resulta totalmente incuestionable   el que la vida de las personas que han estado en contacto con nosotros, con sus defectos y sus virtudes,  y que fallecen se quedan en la memoria de los que aún permanecemos  vivos. Tantos aquellos que hemos amado, apreciado, o tenido respeto; como a los que hemos odiado o nos han caído tan horrorosamente mal que han resultado ser  como ese dolor  que por desgracia  llega a nuestra vida, no de paso, sino para quedarse de forma permanente. Tal como índico, todas estás personas muertas  y que han estado  vinculadas por desigual motivo a nosotros,  se quedan en la memoria, pero obviamente el sentimiento y el recuerdo hacia  cada uno de ellas por pura lógica es diferente. Aquellos a quien hemos profesado amor recíproco, permanecerán por más tiempo en la memoria, y con toda seguridad trataremos de continuar pronunciando emocional y cariñosamente  sus nombres a fin de que no se mueran del todo.  En cambio, a quien nos empuja  un sentimiento de animadversión  a la hora de  recordarlos por circunstancia  nada agradables, intentaremos pasar página en la memoria con el fin de que lo antes posible  caigan en el olvido. Aunque hay que reconocer que, a nuestro pesar,   nunca lograremos que desaparezcan definitivamente de nuestra memoria esos repentinos intervalos que  los rescata del olvido y hará que revivamos lejanos   momentos desapacibles   por que la vida nos podrá de forma inevitable en esa tesitura. Para nuestra  tranquilidad,  esas personas serán más pasto del olvido que del recuerdo. Porque estoy convencido de que tanto en la vida como en el más allá, el amor  tiene el potencial suficiente para prevalecer  sobre el odio. Por suerte  el amor donde esté  continuamente es el único que   podrá salvarnos de todos lo infortunios   que el destino nos tenga reservados. El rencor incluido.

 

Tenpus fugit.

 

Dejó escrito el ilustre poeta  Antonio Machado, aquello de "que todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar". Efectivamente que vamos pasando, y a su vez,  dejando huellas a lo largo de este nuestro recorrido existencial. Como también vamos dejando ausencias, vacíos, sueños imposibles, amores perdidos y por supuesto que  vamos dejando pasado, pero éste  nunca lo dejamos relegado en el olvido, sino guardado en los bolsillos de la nostalgia y de vez en cuando rebuscando en su interior encontramos momentos que nos llevan a lugares lejanos, de los que  nunca volvemos, porque nuestra esencia permanece allí eternizada, máxime si en ese lugar está la génesis de nuestra vida. Y seguimos pasando,  en ese inevitable tempus fugit  para hacernos sentir que el tiempo es inaprensible, no puede detenerse ni hacerse retroceder. Todo se acaba. Por tanto, sería provechoso tener siempre muy presente el  Carpe Diem; ya saben:   tratar de vivir el momento, disfrutar del instante que es fugaz el tiempo. Porque resulta evidente que aquí estamos tod@s de paso, mientras más momentos felices podamos disfrutar, con mayor agrado notaremos la sensación de haber aprovechado el tiempo de vida que nos ha tocado vivir. Ya se que hoy en día vivimos de sobresalto en sobresalto, por causa de que  el mundo  es un verdadero drama, pero aún así, es necesario apostar siempre a favor de disfrutar el momento, vivirlo con intensidad,  porque ni el tiempo, ni la vida esperan

miércoles, 23 de julio de 2025

Poema urgente


miércoles, 9 de julio de 2025

Manipulación








lunes, 23 de junio de 2025

Malditas guerras....


viernes, 13 de junio de 2025

REFLEXIONES DISPERSAS (Junio)


Generación de Hierro.

 

A veces recuerdo con  nostalgia, no exenta de admiración y tristeza, a toda esa generación que por ley de vida ha ido progresivamente desapareciendo, pero que nos han dejado su meritorio y esencial  legado, al  que debemos conservar como dice el tópico popular “igual que oro en paño”. Estoy hablando de esa generación que literalmente se jugó la vida por conquistar derechos laborales y  sociales. En definitiva, quienes se batieron el cobre, muchos de ellos apecho descubierto, para defender a la clase trabajadora que viene a ser a los parias: esos que siempre han estado condenados a  enjuagar las heridas de la Historia con sus lágrimas. Que trataron de forjar un futuro prometedor para sus descendientes. Es obvio que fue dura y dificultosa  la pelea, pero hubo conquistas muy valiosas que dan fe de que su lucha no resultó en vano.  Pero lamentablemente tal como está hoy en día el panorama tanto el político como el social,  tengo la sensación de que  hemos olvidado todo el  esfuerzo, el  sacrificio, la lucha de esta generación que hizo posible que pudiéramos vivir mejor. Y lo triste y terrible es que no solo parece olvidarse, sino que también destruirse en aras de la vulgaridad, de  la estupidez supina; como también de la polizarización extrema e irreconciliable que se  empeña una y otra vez en destruir todo lo que  con coraje y sacrificio fueron  construyendo esta admirada generación, a la que se conoce popularmente como “Generación de Hierro”. Por tal motivo, se hace necesario seguir defendiendo con firmeza ese  importante  legado que nos dejaron, no solo para honrar  su memoria, sino  para que no terminemos destruyéndolo del todo.






 

Enfangados.

 

Estamos viviendo, o más bien sufriendo, tiempos nauseabundos en todo lo que actualmente guarda relación con la política. Todas esas intrigas que van surgiendo por causa de  los tejemenajes de  los políticos de este país, hablo de España,  así lo confirman. Lamentablemente vamos de sobresalto en sobresalto  con la sucesión de escándalos en el entorno del Gobierno, y por supuesto oposición que ésta no se libra tampoco de estar enfangada en el escándalo de turno. En ocasiones de  causar vergüenza e indignación, como lo que ocurre con la dramática situación de Gaza,  la vileza de la oposición, con Feijoo a la cabeza,  se hace palmaria   por el hecho de estar a favor del gobierno genocida de Israel, con tal de ir en contra de Pedro Sánchez que se ha posicionado tibiamente  a favor de la causa del pueblo palestino. Es evidente que la política española sigue arrastrándose  por el fango hasta niveles que ni uno se imagina y soltando un airé fétido irrespirable.. Y para muestra un botón.  Juzguen ustedes mismos: intrigas de la “fontanera socialista” Leire Díez, la UCO de la benemérita, “el hermanísimo” del presidente y su enchufe en la diputación de Badajoz; que si el novio de Ayuso,  que si la esposa de Pedro Sánchez,  sentados en los banquillos ambos judiciales por corruptelas. Los Casos Koldo, Abalos, el legado de sombras judiciales que acechan al Pepé…Cadáveres y mierda que se esconde bajo las alfombras del congreso, sin duda, pero tanto de quienes gobiernan, como sus opositores. Pero hay  que recordar, que a toda esta  chusma política la elegimos nosotros voluntariamente, y que crecen y medran por nuestro pasotismo, nuestra indolencia, como también nuestros por  votos y aplausos. Razón por la cual tanto sinvergüenza incompetente está ahí, para servirse, no para servirnos. Puro negocio, no un servicio a favor del ciudadano, han convertido a la política estos individuos. Por tanto que les importa estar enfangados hasta el cuello por la sucesión de escándalos, si  por el mogollón dinero que trincan y la demostración de poder, van a seguir deslizándose por fango  lo que haga falta. Eso sí, aunque estén embarrados hasta el cuello,    ninguno de estos individuos dimite. Sino que se lo pregunten al ínclito Mazón, presidente de la Comunidad valenciana, con casi 300 cadáveres a sus espaldas, y ahí sigue en su poltrona, protegido por el mandamás del Pepé.

 

Algoritmo.

 

Resulta muy desalentador, y triste a su vez, que exista una generación con estudios superiores que cree antes lo que ve en las redes sociales  y que  es divulgado   por cualquier  influencer cantamañas  o iluminado coach, que lo que con razones empíricas  nos  muestra, o dice,  la ciencia. Un futuro  preocupante se augura por el hecho de que    hoy en día exista tantísima gente que se informa por videos de Tictok en vez de leer con detenimiento artículos firmados por personas sobradamente preparadas. Con tanta digitalización, tanta vida  y cultura virtual el nivel de nuestra naturaleza humana está bajando a ras de tierra, y con el riesgo de que si continuamos depositando toda nuestra confianza y   modelo de conducta a los algoritmos, acabaremos descendiendo a las profundidades del abismo. Y  una vez que hallemos recibido con toda su crudeza el golpe de la realidad  y  nos haga tocar fondo, tengo el presentimiento de que  no habrá Inteligencia Artificial que de allá abajo nos rescate.

 

domingo, 18 de mayo de 2025

REFLEXIONES DISPERSAS (Mayo)

REFLEXIONES DISPERSAS (Mayo)

 

Adolescentes.

 

Resulta obvio que la sociedad está de continuo inmersa en un contrasentido, lo mismo que vive en una contradicción permanente. Quedan ratificados ambos hechos en la incesante sucesión de  circunstancias que lo acredita. Un ejemplo es el caso de los adolescentes, a los que se les está prohibido el consumo de alcohol, comprar tabaco o conducir, conductas de riesgo que pueden afectar su salud física o mental.  En cambio se ejerce poco control sobre el contenido de las plataformas digitales a las que tienen muy fácil acceso, y sin duda alguna pueden afectar  muchísimo más su salud, sobre todo la mental  cuando se mueven por parámetros de violencia, pornografía y machismo.  Y ya se sabe que todos esos algoritmos de las plataformas trasladan con excesiva rapidez  a los usuarios adolescentes  a contenidos que pueden resultar muy perniciosos para su cerebro aún en pleno desarrollo. Contenidos creado por “influencers” que muchos de ellos se han labrado popularidad digital a base de improperios agresivos, misóginos, homófonos y racistas.   Lo triste y espeluznante  de todo ello, es que el individuo que promueve con  mayor radicalidad sus diatribas ofensivas, mayor números de seguidores cosecha en Instagran,  Facebook o plataforma de comunicación símiles. Por consiguiente, “el enemigo” de un adolescente que pudiera quebrar la estabilidad de su vida, no es un elemento que se halla en el exterior, sino que está en el interior del hogar.  Ahí dentro, es probable que los padres de un adolescente se creen que está a salvo de toda influencia externa  dañina. Que equivocados están, porque las pantallas digitales y algoritmos, desde la misma habitación que se encuentra su hij@,  de continuo están maquinando  formas venenosas   para inyectarlas   dentro de sus frágiles cerebros con efectos muchas veces letales.




 

Carpe Diem.

 

Dejó escrito el ilustre poeta  Antonio Machado, aquello de "que todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar". Efectivamente que vamos pasando, y a su vez,  dejando huellas a lo largo de este nuestro recorrido existencial. Como también vamos dejando ausencias, vacíos, sueños imposibles, amores perdidos y por supuesto que  vamos dejando pasado, pero éste  nunca lo dejamos relegado en el olvido, sino guardado en los bolsillos de la nostalgia y de vez en cuando rebuscando en su interior encontramos momentos que nos llevan a lugares lejanos, de los que  nunca volvemos, porque nuestra esencia permanece allí eternizada, máxime si en ese lugar está la génesis de nuestra vida. Y seguimos pasando,  en ese inevitable tempus fugit  para hacernos sentir que el tiempo es inaprensible, no puede detenerse ni hacerse retroceder. Todo se acaba. Por tanto, sería provechoso tener siempre muy presente el  Carpe Diem; ya saben:   tratar de vivir el momento, disfrutar del instante que es fugaz el tiempo. Porque resulta evidente que aquí estamos tod@s de paso, mientras más momentos felices podamos disfrutar, con mayor agrado notaremos la sensación de haber aprovechado el tiempo de vida que nos ha tocado vivir. Ya se que hoy en día vivimos de sobresalto en sobresalto, por causa de que  el mundo  es un verdadero drama, pero aún así, es necesario apostar siempre a favor de disfrutar el momento, vivirlo con intensidad,  porque ni el tiempo, ni la vida esperan. . Pero eso sí, cuando nos llegue la hora de morir convendría que, los que nos sobrevivan, nos recordaran por todas la acciones hermosas que hemos llevado a cabo y no que nos aborrezcan por  las heridas abiertas que hemos ido dejando.

 

Decisiones.

 

Tomar decisiones verdaderamente resulta complicado, cuando no difícil, sobre todo si pueden marcarte la vida para bien o para mal una vez  que se toman.  Antes de tomarla,  resulta vital analizar detenidamente la situación y evaluar todas las opciones disponibles y finalmente, elegir la que mejor se ajuste a tus necesidades y circunstancias. Sin duda una  equivocada  decisión puede arruinarte psicológicamente la vida.  Conviene no ser impulsivo al respecto, mesura y reflexión ante todo, para evitar tener que lamentarse el resto de tus días. Hablando sobre decisiones, me viene a la mente como ejemplo el recuerdo de una de maravillosa  película representativa y puramente romántica como es “Los puentes de Madisón”, dirigida e interpretada por Clint Eastwood, como Robert y que tiene como compañera de reparto a la extraordinaria actriz Meryl Streep, como Francesca. Ambos bordaron sus personajes que destilaban pasión y romanticismo en estado puro. Pues bien, el final de esta película nos muestra una toma de decisión ardua e inquietante, cuando Robert empapado bajo la lluvia espera que Francesca baje de la camioneta, parada en un semáforo,  y huya con el. El primer plano que nos llega de la mano de Francesca girando progresivamente la manilla de la puerta del auto para bajarse de él, es impactante. Muestra claramente la  angustiosa  decisión de Francesca, si abrir la puerta o no. Desea con toda el alma abrirla y fugarse con Robert,   pero por otra parte algo la retiene,  quizá por saber que la huida puede herir a las personas que ama. Al final decide   sacrificar su gran  amor,    por no causar un terrible dolor a sus hijos y esposo,  aún  siendo consciente  que la decisión tomada  marcará en adelante  con tristeza su vida. Como así fue. Cierto que esa bella y breve historia de amor tan solo duró cinco días, pero  la película muestra que ese breve tiempo vivido con tanta pasión y amor,  es algo que otras parejas no se han acercado ni en toda su vida.