viernes, 12 de octubre de 2018

MASA MANIPULABLE




 

Cada vez estoy más convencido  de que  la mayoría de personas formamos  parte de esa masa acrítica fácil de ser manipulada y controlada por el poder político y mediático. En apariencia tengo el presentimiento de que bailáramos al ritmo que interesadamente ellos tocaran. Acerca de esta cuestión, el medico austriaco, Sigmund Freud, pionero en el estudio de la psicología escribió en su día el siguiente comentario: “La manipulación deliberada e inteligente de los hábitos estructurales y de las opiniones de las masas es un elemento importante en la sociedades democráticas”.  A pesar de que este comentario fuera escrito a principios del siglo pasado, en la actualidad su enseñanza  mantiene toda su vigencia porque es el fiel reflejo de la situación que vivimos por nuestra condición de ser masa dócilmente gobernada por el hecho de que  nuestras mentes están acomodadas y nuestras ideas sugeridas. Resulta un axioma el que  la manipulación en la actualidad está  más presente de lo que nos gustaría, por darse la circunstancia de que vivimos en ambientes que la benefician. Y nos es para menos al comprobar la situación social, económica y política  tan insatisfactoria y preocupante que en  estos momentos se vive  a nivel global, razón   por la cual estamos más predispuestos a dejarnos engañar y a  ser fácilmente manipulados. Al darse este clima de pesimismo colectivo que nos envuelve, cargado de inseguridad e incertidumbre,  conlleva a que tratemos de buscar al más fuerte para que nos guíe. Por este motivo acostumbran a aparecer los iluminados  de turno, maestros de la patraña o virtuosos de la mentira,   con sus soflamas y con el único propósito de engañarnos deliberadamente. Al sentirnos  tan inseguros y tan vulnerables, somos   muy asequibles para que literalmente nos laven el cerebro.  Es un hecho constatado el que  todo tipo de influencias  pueden perfectamente funcionar en personas de bajo nivel de pensamiento, en cambio se hace impensable que esto funcione bajo los mismos parámetros entre quienes tienen un razonamiento más complejo y crítico. Pero aún con la complejidad crítica como bandera, que nadie esté seguro de que vaya a tenerlas   todas consigo . El ser humano actualmente  es mucho menos libre de lo que se cree por que  el instinto manipulador de los medios de comunicación es una constante. Sus mensajes publicitarios y su propaganda tendenciosa influyen en nuestra forma de pensar y comportamiento.  Como voceros que defiende el interés del poder,      no les interesa que las grandes mayorías se informen clara y con la verdad. Siempre la distorsionaran para mantener al pueblo ignorante a fin de  darle una educación inducida y manipulada interesadamente. Y en la actualidad la distorsión se acrecienta  mucho más, a cuenta de ese engaño encubierto conocido con el eufemismo de posverdad, tan de moda, y a la que siempre hemos conocido como mentira cochina.



 
 
 
Por más que no lo queramos reconocer,  somos seres muy manipulables y que nos lavan el cerebro con excesiva facilidad a base de mentiras. Y  lo hacen defendiendo solamente sus intereses y manteniendo al populacho en la ignorancia y en la pasividad. A su vez, somos meras estadísticas y números manejados a su antojo por el poder establecido y por supuesto que también por este sistema de capitalismo salvaje imperante. Es esta masa tan adocenada y mangoneada quien lo sostiene y  hace que persista el lucro por el lucro en sí mismo, que a mi juicio es una especie de  sanctasantórum del capitalismo dominante, el cual  tiene todos los mecanismos y artimañas suficientes para perpetuarse en el tiempo y  a través de esta  sociedad tan procrible al consumo compulsivo, con lo cual  los pingües  beneficios están asegurados.  Se trata de un mercadeo lucrativo que lo sustenta esta masa  rayano al encefalograma plano y que víctima de los consabidos y reiterativos  lavados de cerebro por los medios de comunicación, acaba involucrándose de lleno en este especulativo mercado que maneja cifras mareantes. Cifras   que, según mi criterio,  son un flagrante  insulto y desprecio a la clase trabajadora y esto debiera sacudirnos de forma colectiva  la conciencia. Por supuesto que me estoy refiriendo a las ingentes cantidades de dinero que se manejan en favor de   toda esa ralea de comediantes, soplagaitas, cantamañanas y demás estrellas y estrellitas de la galaxia cinematográfica  y panorama musical. Y luego claro está, los peloteros de calzón corto y camiseta que trincan  hasta lo que no está escrito. Pero,  ¿por qué se da esta situación tan absurda e indignante entre los especímenes humanos, cuando muchos de ellos sobreviven en la pobreza más absoluta?  Yo pienso que es por  la necesidad imperante de vernos reflejados en alguien triunfador, de ahí  que depositemos ingenuamente   todos nuestros sueños e ilusiones contenidas. Lo que resulta palmario  es que el  deseo de idealizar a alguien es, y será siempre que por desgracia no cambie,  la base de las más grandes manipulaciones del mundo. Y esta circunstancia   puede resultar muy peligrosa y letal por el hecho de que muchísimos dirigentes se han valido de su arrastre en las masas para cometer los más aberrantes e infames actos de crueldad en contra de su país y en otras ocasiones del mundo.
 
Resulta penoso que sólo nos dejen ser meros y estúpidos espectadores cuando nos damos cuenta de que los medios de comunicación nos manipulan intencionadamente debido a sus intereses propios, o a los que de forma fraudulenta los defiende. La única medicina contra esta esclavitud a la que nos someten por medio de la manipulación o el poder corrompido que protege únicamente  a los intereses mezquinos que obedecen a sus propias conveniencias de dominio y defiende a la clase privilegiada, es estar pertrechados con un óptimo nivel cultural. Porque todos  conocemos  sobradamente  que es muy fácil manipular al ignorante e inculto.

 

prueba

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