jueves, 27 de abril de 2017

HARTAZGO Y PESADEZ

Desconozco lo que ocurrirá tanto en América como en el resto de los países europeos, pero en  lo que concierne  a España,  personalmente me resulta un auténtico hartazgo y pesadez la forma en que actualmente proliferan los programas sobre  gastronomía en televisión. Como es una  exageración   el espacio que ocupan en las parrillas catódicas,   no es extraño que acaben por resultarnos empalagosos, razón  por la cual   se termina cambiando de canal. O también puede ser que pasemos olímpicamente de verlos por  no suscitar el más mínimo interés tanto chef con estrellas Michelin , o inexpertos aprendices de fogones, tratando de mostrarnos su supuesto arte culinario en televisión. Lo que está bien claro es que los responsables que llevan el asunto de las audiencias, han descubierto que esto de la cocina gourmet  está muy de moda, pretexto por lo cual han decidido explotarla. Y vaya que si la explotan: yo aseguraría que hasta  del empacho. Y me temo que continuarán con esta sobreexplotación porque las audiencias les responden conforme a sus intereses. Aunque la verdad, la audiencia adicta a la programación televisiva de este pelaje, tiene buenas tragaderas para devorar todo cuanto  le echen, y con el agravante de que a menor nivel, mayor número de telespectadores.



¡Que hartazgo, que empacho, que pesadez....!
 
 
"Masterchef";  "Topchef"; "Pesadilla en la cocina"; "Un país para comérselo"; etc. son los nombres de algunos de esos programas relacionados con la gastronomía que se emiten hoy en día en las diferentes canales de televisión.  Creo no equivocarme al afirmar que todos estos programas están elaborados bajo idéntico patrón y  normalmente tienen en común  un pseudo concurso para profesionales o aficionados a los fogones. El leit motive de este espectáculo gastronómico no es otro que tratar de divertir al telespectador con las habilidades culinarias  que muestran los concursantes. Supervisado todo este  show, claro está, por un famoso profesional de la cocina, al que por cierto en este país de pandereta al parecer se le eleva a la categoría de artista o genio. En mi modesta opinión, creo que todo esto es sólo cuestión de ciclos y modas, si funciona a las mil maravillas, tal como ocurre en la actualidad, se hacen cientos de programas parecidos.  Resulta palmario el que  todas las cadenas de televisión se han apuntado a la moda y así unas y otras   siguen  pugnando para ganarse el favor   de la  audiencia. Lo absurdo  de todo esto  es que  la competitiva pugna ha derivado en   un suma y sigue de programas  gastronómicos cuyo contenido en todos ellos  vienen a ser más de lo mismo. Lo que verdaderamente no deja de asombrarme, a la vez que me causa una situación irrisoria, son todas esas refinadas recetas con las que cocinan tan sofisticado delicatesen. Supongo que esta  protocolaria  elaboración formará más bien parte del guión televisivo con fines basado exclusivamente en subir el mayor índice de audiencia que no con miras a que los televidentes las preparen en sus modestos hogares. No creo   yo que  la mayoría de los telespectadores estén por la labor de cocinar sus platos caseros con ingredientes imposibles y con tato sibaritismo. En principio, por la complejidad que supone prepararlos de esta forma y también porque  el ritmo estresante y acelerado que impone esta sociedad en la que nos hallamos inmersos tiene tendencia a la comida "Fast food", que manifiestamente es la antítesis de esa preparación paulatina y minuciosa que requiere cocinar toda esta clase de menús para que gusten los refinados paladares. Por consiguiente, en cada hogar la cocinera, o cocinero,  de turno para no complicarse la vida preparando   tan exquisiteces culinarias, echará mano de las recetas tradicionales de siempre, por que éstas para nada resultan complicadas cocinarlas  y además   son muy nutritivas. Con esto quiero decir, que existe una evidente distancia abismal entre la cocina que con tanto refinamiento se exhibe en los platós de televisión y la realidad de la cocina que se vive dentro de los humildes hogares.

Hoy en día al resultar una  moda este asunto del que os hablo, no existe exclusivamente esa avalancha de programas e información  gastronómica  dentro del menú televisivo, si no que en Internet también abundan hasta el hartazgo los blogueros y canales abiertos en You Tube por cualquier "cocinilla" con ínfulas de un Súper Chef dispuestos a ofrecerte sus consejos y recetas. Yo me pregunto cual es la razón por la que tanto medio de comunicación  persevera en su  empeño   de hacernos llegar toda esta abundante  información culinaria ¿Acaso se hace con el objetivo de incentivar a los jóvenes para que sea éste su destino laboral? No lo descarto viendo que en España el futuro laboral mayoritariamente va a estar vinculado al sector servicios.  Me temo que estas van a ser las "estupendas" y supuestamente deseables salidas laborales que les aguardan a los jóvenes. Aunque bueno, tampoco va a resultar  una mala salida laboral la elección de querer ser cocinero, sabiendo que en este país se considera auténticos genios a esta especie de gurús de la cocina que a través de las diferentes cadenas de televisión nos sueltan sus aparentes soflamas filosóficas, las cuales resultan ser como nuestro sostén espiritual. Por otra parte, según tengo entendido, España se ha convertido en reserva gastronómica mundial. ¡Para llenarse de gloria, la verdad!  Este hecho me hace pensar, o sospechar,   que en este país parece que se está más interesado en formar a grandes cocineros con la impronta "Marca España" que en formar a investigadores, doctores, científicos, profesores y otros profesionales de alta cualificación que contribuyan a que progrese en saludables condiciones la situación social y económica de una nación y no que avance de culo y cuesta abajo, y a demás sin frenos. Tal como lo hace el país que supongo conoceréis sobradamente a cual me estoy refiriendo. 
 

1 comentario:

  1. Muy buena reflexión jajaja cuanto me he acordado de mi madre que tiene una marca de telefonía para ver sólo "Canal Cocina" jajaja

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