martes, 8 de diciembre de 2015

TIRANDO COMIDA A LA BASURA

El presidente de la Federación Española  de Bancos de Alimentos afirma que si rescatásemos el 15 por ciento de la comida que se tira a la basura no habría hambre en el mundo. A pesar de ser muy bajo el tanto por ciento de comida desperdiciada la que podría erradicar la mortal hambruna en el Planeta, no estamos por esa labor de rescatarla ya que de forma inconsciente seguimos arrojando a los contenedores comida en perfecto estado para ser ingerida. Así lo confirman fuentes reveladoras las cuales nos informan de que en nuestro país, hablo de España, alrededor de 9 millones de toneladas de comida van directamente al contenedor de la basura. Esto supone al año una cifra ocho veces superior a la cantidad de comida que reparten los bancos de alimentos. Resulta lamentable que hoy en día se de la cruel paradoja de que millones de personas estén pasando un hambre extrema que les llega a causar la muerte y en cambio se desperdicien toneladas de alimentos. Y me temo que para conocer a personas que en estos momentos están sufriendo los estragos que causa el hambre no tengamos que viajar hasta el continente africano porque en nuestro país también hay miles de personas que en su propia carne, o más bien en sus estómagos, lo están sufriendo. Obviamente con menos dramatismo que esos países de Africa, donde la hambruna es mortal, pero aún así, resulta preocupante la situación actual de hambre que se da en España porque la población infantil es quien más directamente la esta sufriendo en forma de desnutrición severa. No cabe duda de que esta nefasta situación viene originada por los devastadores efectos que causa la crisis planetaria.  Siempre las familias que viven en permanente riesgo de exclusión social son quienes más desprotegidos se encuentran cuando aparecen reveses económicos a nivel global, y en especial los niños son quienes sufren con mayor intensidad los efectos perniciosos que esta incierta situación general causa. Basta el ejemplo de que varios colegios han tenido que abrir en vacaciones sus comedores con el fin de que tengan garantizada una comida completa al día todos esos niños que sufren severa desnutrición, y en otros casos auténtico hambre porque en sus hogares los padres no pueden llevar nada a la mesa por encontrarse en paro sin percibir salario alguno.
 
 
 
 

Parece mentira que en España se den situaciones de hambre en determinados sectores de la sociedad cuando es un país con tendencia a despilfarrar a diestro y siniestro todo el dinero público que haga falta a la hora de organizar cualquier pomposo acontecimiento que se tercie, sobre todo deportivos. Pero como ya he comentado, la crisis planetaria está asfixiando económicamente a este país que parece encontrarse en un estado cataléptico, de ahí que el hambre más que un síntoma es una realidad. A mí personalmente es que me entra una irreprimible sensación de rabia cuando leo datos que indican el que vivimos en un mundo donde uno de cada ocho personas pasa hambre, que unas 25.000 personas mueren diariamente en el mundo por falta de comida, o también que a aquí en España, alrededor de 4 millones de personas tienen dificultad para una dieta adecuada. Es obvio que los datos que nos aporten públicamente cualquier estudio que se haga sobre las estadísticas del hambre o carencias alimenticias que existen hoy día en España, puede que no resulten del todo fidedignos, pero aún dentro de su refutable fiabilidad, en principio son datos que, en mayor o menor medida,  ya resultan preocupante. Están ahí, cuestionable o no su veracidad, y además conviven cercanos a nosotros, aunque una gran mayoría de personas no conozcamos esa triste realidad que manifiestan. El desconocimiento de la misma hace que por desgracia se convierta en invisibles las personas  que sufren esta dramática situación. De ahí lo necesario que se hace el que salga a la palestra todo este tipo de información con el fin de sensibilizarnos con su problemática y ya de paso ofrecerles nuestra ayuda. Aunque a mi juicio, más eficaz que practicar la caridad colectiva, sería que insistamos con la denuncia a fin de que haga posible erradicar cuanto antes esta trágica situación causada por el hambre.
 
Y ahora volviendo al caso que en realidad nos concierne como es la comida que se desperdicia, voy a comentaros algo anecdótico que me ocurrió tiempo atrás. Cierto día al ir a depositar  una bolsa de desperdicios al contenedor de la basura, me topé con una desagradable sorpresa; no fue otra que encontrarme dentro de ese contenedor alrededor de 20 bocadillos de tortilla con patatas y otros tantos sándwiches de jamón y queso envueltos en papel albal todos ellos. Por curiosidad comprobé alguno de ellos y estaban en perfecto estado para ser ingeridos. No veas la sensación de cabreo que me entró al ver aquello. Por empatía de ipso facto me puse en la piel de los que están pasando hambre y la indignación fue acrecentándose. ¿Pero a que desaprensivo individuo se le ocurre arrojar a la basura toda esta comida con la situación tan crítica en que encuentran miles de familias por carecer de alimentos? Para mí que se trata de algún sujeto carente de sensibilidad que le importa una ardite todo cuanto se circunscribe al hambre generalizado. Como remate a este escrito, quiero manifestar que en mi humilde opinión, para erradicar tanto la desnutrición severa que se da en España o la hambruna letal que hay en Africa, depende de la voluntad y el compromiso que adquieran con esta causa los prebostes del gobierno. Pero desgraciadamente todos conocemos sobradamente que son cualidades de las que están desprovistos al mayoría de  los políticos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario