La carismática diputada del Pepé y
Presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo, Celia Villalobos para más señas, con el estilo
habitual que la caracteriza, días atrás vociferó con
gran jactancia en un programa de Televisión que con sus 68 tacos
de almanaque dice estar físicamente
divina de la muerte y que quiere jubilarse a los 80 años. Así como lo oyen . Con un par. No te fastidia la tiparraca ésta, con esos cargos de privilegio que ostenta
cualquiera se apunta a currar hasta
llegar a ser octogenario. No hay duda de que existen otras muchas más personas
de la misma opinión porque casualmente como ella tienen trabajos privilegiados,
que resultan cómodos, bien retribuidos y personalmente satisfactorios. ¿Con
este chollo laboral quien va a querer jubilarse para luego perder prestigio social,
lisonjas, prebendas, etc.?. Por supuesto que nadie está dispuesto a prescindir
voluntariamente de esa vida tan atrayente. Pero por desgracia todos sabemos que
ésta no es la realidad común. Como tampoco este tipo de individuos son el espejo donde pueden mirarse los trabajadores
con empleos normales y que son
retribuidos con exiguos salarios. Así que no venga ahora esta tiparraca que
dispone de un enorme patrimonio y tiene una pensión de lujo garantizada con estas sandeces de querer trabajar hasta cumplir los ochenta
años para tratar de que sigamos su ejemplo. Que le cuente esta milonga a un currante que se pasa ocho horas, o las
que tercien, encima de un andamio poniendo ladrillos a la intemperie en pleno invierno. O a cualquiera desventurada
trabajadora del servicio doméstico que al final de su jornada acaba exhausta. Estoy seguro ambos que la mandarían a la mierda, y con perdón. Para esta clase de trabajadores no tengo ninguna duda de que les resulta una liberación cumplir los
67 tacos, jubilarse, con el fin de cobrar la pensión y poder vivir tranquilos; porque después de tantos
años desempeñando una ocupación laboral nada gratificante y agotadora, no creo que les quede un cuerpo divino
de la muerte, sino más bien para el desguace. A mi juicio este desbarre verbal de la Sra. Villalobos es una ofensa para quienes tienen un trabajo de lo más normal y una retribución exigua. Esta
claro que le falta delicadeza y
sensibilidad cuando habla con esa displicencia de clase alta sobre este
escabroso asunto. Al final lo que pretenden todos estos politicastros afines al gobierno es que sigamos trabajando cuantos más años mejor a ver si morimos antes y evitarse pagarnos pensión alguna para que ellos sin problema y escrúpulo alguno puedan subirse todos los años esos sueldazos que trincan. Lo
tienen bien estudiado los canallas. Desde luego que su presencia en el plató de televisión no ha dejado indiferente a nadie y sobre todo al colectivo de pensionistas de todo el Estado cuando con actitud de "bocachancla" soltó unos cuantos incendiarios disparates que originó un grandísimo enfado y convulsión a los pensionistas.

( Aquí tenemos a la Sra. Celia Villalobos dormida y jugando al Candy Crush en el Congreso con su iPad. Todo un ejemplo de darnos esas lecciones de trabajo que tanto la gusta ofrecer)

( Aquí tenemos a la Sra. Celia Villalobos dormida y jugando al Candy Crush en el Congreso con su iPad. Todo un ejemplo de darnos esas lecciones de trabajo que tanto la gusta ofrecer)
Efectivamente su desbarre verbal ha sido el centro de
las iras de los jubilados que estos días
atrás se han manifestado delante del edificio del Congreso de los Diputados para protestar
contra el gobierno por la vergonzosa y
mísera subida de sus pensiones. Para corroborar que se trataba de una mierda la subida,
portaban un lazo color marrón. Puede que
resulte una tanto escatológica la iniciativa del lazo marrón, pero por otra parte lleva
implícita esta decisión un axioma por el hecho de que no es de recibo de que
suban la pensiones el mísero 0,25 y el IPC haya subido el 1,30. Ante esta injusta circunstancia
que en mi opinión es el origen de su empobrecimiento
crónico, estoy convencido de que quienes cobran
míseras pensiones para poder hacer frente a los gastos que requiere cubrir las
necesidades básicas tendrán que hacer
malabares de auténtico “tiburón
financiero” con los cálculos de su
economía doméstica, pero seguro que ni aún
así conseguirán llegar a fin de mes holgadamente. Resulta muy triste ver que las personas mayores después de haber estado
cotizando toda su vida laboral se vean en esta dramática situación por
culpa de tanto chorizo de guante blanco y tanto sinvergüenza. También aprovechando la coyuntura catódica, la ínclita Sra. Villalobos, a la que la gusta echar gasolina al fuego para apagar incendios, emitió un preocupante "aviso para navegantes" que iba destinado a los jóvenes y a los actuales trabajadores entre 40 y 50 años a los cuales advertía que sus pensiones públicas en el futuro no están aseguradas. Me temo que con el tiempo cada vez estarán menos aseguradas si toda esa chusma política continúa saqueando
la hucha de las pensiones. Pero no se preocupen que esta
señora ya ha propuesto una esperpéntica
solución para el cobro de las pensiones en un futuro . La propuesta no es otra que
exhortar a los jóvenes que comiencen a ahorrar para su jubilación
unos dos euros al mes, menos de los que cuesta una cajetilla de tabaco. Como se
ve, les está diciendo de forma
sibilina que se vayan pensando en contratar planes de pensiones privadas con los bancos. ¿ Pero
qué leches de contratos de este tipo pueden hacer los jóvenes currantes de hoy en día si la mayoría de ellos tienen
trabajos precarios o temporales,
exiguamente reenumerados y con la incertidumbre de si podrán o no
continuar trabajando el mes siguiente?.
Por otra parte, a mí personalmente me
causa una tremenda indignación
saber que todos esos sujetos a los que les han designado pensiones vitalicias por haber estado unos
pocos años desempeñando cargos políticos no van a tener ni el más mínimo problema en
seguir cobrándolas en un futuro. Que Porca miseria es el que una minoría selectiva y elitista haya nacido con estrellas y esa
mayoría que somos el común de los mortales, por obra y gracia de sujetos como la
diputada de marras que gozan de un
status social de gran nivel nos hayan condenado a nacer estrellados. Ante esta terrible
situación vivida y sufrida, no nos queda más alternativa que rebelarse y
denunciar todo aquello que siga resultándo injusto y deleznable