INMORTALES
Es evidente que todos
venimos a este mundo con la certeza de que en algún momento vamos a
morir. El caso es que los gurús, o figuras de mayor relevancia en Silicon
Valley, al parecer no quieren conformarse con ese destino ineluctable que les espera
por su condición de ser mortales. Por esta razón están obstinadamente
decididos dedicar parte de sus esfuerzos, y claro está, invertir también
parte de sus ingentes fortunas en encontrar la clave de la inmortalidad.
Sirviéndose de los avances de la ciencia y con ayuda de la tecnología más
sofisticada tratan de retrasar el envejecimiento de forma indefinida. No
me cabe ninguna duda de que todos estos tozudos multimillonarios no
cejarán en sus propósitos de lograr tan deseada inmortalidad. Por falta
de dinero seguro que no va a ser por que obscenamente gozan de
incalculables fortunas. Pero en mi modesta opinión, no creo que sus ingentes
fortunas, ni los avances científicos y tecnológicos, podrán hacer
realidad este desideratum de la inmortalidad. Aunque eso sí, parte de sus
propósitos pueden hacerse realidad; me estoy refiriendo a hacerse más
longevos y con ello alargar la vida hacia una edad insospechable, pero tarde o
temprano perecedera eso seguro. Creo que fue el investigador y gerontólogo ingles,
Aubrey de Grey, quien afirmó que el llegar a los mil años de edad cada
día está más cerca. Un tanto atrevida me parece la afirmación de este
señor, conocido mundialmente por su firme defensa de que una esperanza de
vida indefinida es posible. Opino que tal afirmación más bien entra en el
terreno de la ciencia ficción. Hoy en día resulta una auténtica utopía
ese objetivo de alcanzar la longeva edad de los mil años, por mucha revolución
digital e innovadores avances científicos que existan. Aunque
los expertos vaticinen que en pocas décadas estaremos preparados para ser
inmortales y las claves están en la lucha contra el envejecimiento y la
inteligencia artificial, yo me muestro muy escéptico en este asunto por
que no veo que exista una base científica suficiente para hacer
posible el que podamos vencer a la muerte. Lo que si lograran los
avezados expertos es alargar la vida reduciendo o evitando el
envejecimiento vía modificación genética. Es un axioma que el cuerpo
humano está diseñado por naturaleza para deteriorarse y envejecer,
pero resulta palmario que a día de hoy con los avances e innovaciones tanto
en la ciencia como en la tecnología, en beneficio de la longevidad,
se puede alterar su proceso natural de envejecer y su deterioro.

Ahora situémonos en un
supuesto mundo de “fábula”, carente de cualquier distopía, y lo
que a todas luces resultaba ser imposible, ha acabado siendo una
realidad por verbigracia de los eruditos expertos que han conseguido
al fin que la humanidad alcance la inmortalidad deseada al
cabo de equis años. ¿Os lo imagináis? Vivir indefinidamente sin ninguna
patología seria que pudiera poner en riesgo nuestra salud y a su
vez poder disfrutar de una especie de juventud de forma
permanente porque tanto la revolución digital y la ciencia lo han
hecho posible. Vamos, que viviríamos en el país de la Arcadia a
perpetuidad, o algo parecido. Aunque ahora que lo pienso, me parece a mí que
esto de no morirse nunca no está tan bien como nos lo cuentan. Porque si
nadie se muere y el ritmo de nacer es como hasta ahora, esta
circunstancia acabaría generando una superpoblación que haría que el planeta
fuera inhabitable. Si los recursos naturales en estos momentos ya no alcanza a
los mortales,¿ qué les va a quedar a las venideras generaciones de
inmortales? Con el añadido de que los costos de los
gobiernos para mantener a tantos seres humanos se verían rebasados y
el mundo terminaría por convertirse en una bomba a punto de explotar ante el
caos que se desataría. Es obvio que de no morirse nadie las disputas por un
espacio físico o por un empleo o por conseguir alimentos sería catastrófica, un
auténtico Apocalipsis digno de una película de ciencia
ficción. Mal asunto esto de no
morirse nunca por la sospecha de lo que se nos puede venir encima.
Que a día de hoy
se esté hablando a la ligera y de forma constante sobre este asunto
de la inmortalidad me parece una verdadera aberración por el
simple hecho de que un microbio letal e invisible nos está poniendo
con toda su crudeza delante de la muerte sin que aún quiera darnos
tregua. Nos está mostrando lo frágil y vulnerable que somos, aunque
ufanamente creamos que podemos ser inmortales y con ello nos neguemos a
aplicarnos la urgente cura de humildad que necesitamos.
Muy triste y disparatado resulta que a nivel global se halla
superado los dos millones de muertos, la mayoría ancianos, y en
Silicon Valley sigan investigando para alargar la vida más allá de los límites
biológicos. Cuando nos daremos cuenta de una puñetera vez que el envejecimiento
no se trata de una patología sino de un proceso inevitable por ser congénito a
nuestra naturaleza, con lo cual resulta una verdadera falacia el que quieran
hacernos creer que la inmortalidad es la meta. ¿Aprenderemos alguna vez que la
vulnerabilidad y la fragilidad son parte sustancial del ser humano?. No se que
opinión tendréis al respecto, pero lo que a mí concierne es que todos esos
individuos que investigan para alargar la longevidad allá en la “meca de la
tecnología y el frikismo” como considero a Silicon Valley, si se
dedicaran más a cuidarnos mejor la vida y menos a tratar de vencer
la muerte seguro que a todos nos iría muchísimo mejor.