Está claro
que si no sales en los medios de comunicación, especialmente en
Televisión, no eres nadie, razón por la cual estás condenado a ser invisible. Por consiguiente, da
igual que escribas o que realices cualquier otro tipo de actividad
artística, la meritocracia en virtud a tu talento no va a serte de gran utilidad debido a tu marginal invisibilidad. Una lástima que asía sea,
pero por desgracia esta sociedad tan esteriotipada es lo que demanda por
el hecho de sobrevalorar todo cuanto aparece públicamente en el plano mediático. Si tienes la
oportunidad de salir en Televisión por cualquier circunstancia,
acabarás catapultado a una popularidad desorbitada y si esta notoriedad la
utilizas en beneficio propio, pongamos que en el campo de la creatividad
literaria, no te quepa la menor duda de que vas
a tener una legión de lectores, obviamente movidos más por el morbo que ocasiona tu
aparición televisiva que por tu supuesto talento para escribir. Todo
esto ocurre por verbigracia de los medios de comunicación que siguen
generando confianza y credibilidad en gran parte de la sociedad y a su
vez aumentan la reputación y prestigio de cara al público. Resulta palmario
que esta circunstancia de llamar poderosamente la atención a través de la Televisión, hace que no pases desapercibido, por consiguiente
están garantizados futuros beneficios y éxitos en relación a los nuevos proyectos
artísticos o creativos que estés dispuesto a poner en marcha.
Convine no desaprovechar la sobrevaloración y el interés que suscite nuestra presencia en los medios de comunicación, sino exprimirlos al máximo. Siempre claro está que no se tenga reparo alguno en medrar empleando el conflicto y la polémica como una pose representativa para promocionarte mejor. Aunque pienso que por mucho postureo que se adopte, no creo que nadie le haga ascos a esta forma tan espectacular de medrar debido que a la mayoría de personas les gusta tener la mayor visibilidad posible en los medios de comunicación con el fin de ser públicamente conocidos. Por que en el caso de los escritores que habitan los submundos literarios, ninguneados por la prestigiosos medios culturales del país, estoy convencido de que les apetecerá contar con una legión de fieles seguidores que estén interesados en todo cuanto escriben. Sobre todo en la actualidad a cuenta de las redes sociales, donde el deseo de ver el mayor número posible de los Links "me gusta" en los textos literarios publicados generalmente es un deseo obsesivo. Aunque esto de los Links en Factbook, en lo que atañe a los escritores, en mi opinión, subjetiva por supuesto, tiene muy poca credibilidad. Me parece que la mayoría de veces todos esos me gusta proceden de los “palmeros” de turno y este hecho según mi criterio perjudica más que beneficia al autor de un determinado texto literario que ha publicado en su muro. Todos conocemos sobradamente que en Factbook, al ser éste un espacio virtual donde cualquier juntaletras tiene libre acceso para publicar sus escritos, se edita bastante psudopoesía que distorsiona el verdadero arte poético. Pero al parecer quienes pulsan el botón del me gusta por inercia lo de la distorsión del arte poético les debe importar un ardite. Hago este comentario a cuenta de los tropecientos Links del me gusta con que son agasajados los poetastros de turno. Luego también están en este espacio virtual los afamados autores del momento que por su prestigio se han hecho un hueco en el campo literario. En este caso hay los susodichos Links del me gusta como es lógico se multiplican hasta el infinito. Pero también es de recibo reconocer que estos celebérrimos autores, al margen de su incuestionable valor intelectual y su notabilísima calidad literaria, su asidua presencia en los medios de comunicación les ha favorecido para seguir manteniendo su excelente status literario de continuo, tanto dentro de Internet como fuera de él.
Convine no desaprovechar la sobrevaloración y el interés que suscite nuestra presencia en los medios de comunicación, sino exprimirlos al máximo. Siempre claro está que no se tenga reparo alguno en medrar empleando el conflicto y la polémica como una pose representativa para promocionarte mejor. Aunque pienso que por mucho postureo que se adopte, no creo que nadie le haga ascos a esta forma tan espectacular de medrar debido que a la mayoría de personas les gusta tener la mayor visibilidad posible en los medios de comunicación con el fin de ser públicamente conocidos. Por que en el caso de los escritores que habitan los submundos literarios, ninguneados por la prestigiosos medios culturales del país, estoy convencido de que les apetecerá contar con una legión de fieles seguidores que estén interesados en todo cuanto escriben. Sobre todo en la actualidad a cuenta de las redes sociales, donde el deseo de ver el mayor número posible de los Links "me gusta" en los textos literarios publicados generalmente es un deseo obsesivo. Aunque esto de los Links en Factbook, en lo que atañe a los escritores, en mi opinión, subjetiva por supuesto, tiene muy poca credibilidad. Me parece que la mayoría de veces todos esos me gusta proceden de los “palmeros” de turno y este hecho según mi criterio perjudica más que beneficia al autor de un determinado texto literario que ha publicado en su muro. Todos conocemos sobradamente que en Factbook, al ser éste un espacio virtual donde cualquier juntaletras tiene libre acceso para publicar sus escritos, se edita bastante psudopoesía que distorsiona el verdadero arte poético. Pero al parecer quienes pulsan el botón del me gusta por inercia lo de la distorsión del arte poético les debe importar un ardite. Hago este comentario a cuenta de los tropecientos Links del me gusta con que son agasajados los poetastros de turno. Luego también están en este espacio virtual los afamados autores del momento que por su prestigio se han hecho un hueco en el campo literario. En este caso hay los susodichos Links del me gusta como es lógico se multiplican hasta el infinito. Pero también es de recibo reconocer que estos celebérrimos autores, al margen de su incuestionable valor intelectual y su notabilísima calidad literaria, su asidua presencia en los medios de comunicación les ha favorecido para seguir manteniendo su excelente status literario de continuo, tanto dentro de Internet como fuera de él.
Con
relación al asunto del que estoy hablado, voy a citar un ejemplo que
acredita lo cierto que resulta el que salir en Televisión te otorga una
visibilidad pública muy notoria. Me estoy refriendo al caso del poeta Cesar
Brandon. Ganador del concurso Got Talent que emite Telecinco. Pues
bien, este bardo antes de presentarse al susodicho concurso era un autor
prácticamente desconocido para el público. Tenía editado el libro de poemas cuyo título es
“Las sombras de
Brando” y al parecer apenas había vendido ejemplar alguno. Pues hete
aquí que aparecer en televisión y ganar el concurso, y de ipso facto fue
catapultado a la fama. Por esta exitosa razón la venta de su libro
se disparó alcanzando unos cuantos miles de ejemplares vendidos, así como el
tener la agencia llena para la firma del libro. Ya veis, antes era un Don
Nadie, y merced a su aparición catódica de la noche a la mañana le han
convertido en una “Celebrity literaria”. Esto demuestra que a día
de hoy la mejor garantía de éxito que tiene un artista
o escritor desconocido es tratar de hacerse famoso. Quienes residan
en España están de suerte porque es el país donde uno puede
hacerse famoso con mucha facilidad. Esto es debido a que en España abundan
los formatos televisivos de contenidos zafios y ordinarios y a los que
popularmente se les conoce como “Telebasura”. Al parecer en estos programas, donde todo a girar alrededor de
nuestras miserias humanas, no supone mucha
dificultad participar en alguno de ellos porque cualquier mindundi
lo hace. Pero mucho ojito con esto de alcanzar la fama con excesiva
facilidad porque lo que se consigue sin demasiado esfuerzo suele ser muy efímero
y por lo tanto, los beneficios conseguidos se te van a ir tan rápidos
como llegan. Por esta razón es muy aconsejable tener reservado un
plan B para echar mano de él siempre que te vengan mal dadas.