Resulta
que Puigdemont y compañía con sus ínfulas mesiánicas
se creyeron haber venido a la tierra para cumplir una misión
divina, la cual no era otra que abducir a la masa con arengas y
proclamas secesionistas y prometiéndoles vivir en la arcadia feliz.
Mariano Rajoy y su séquito de constitucionalistas estaban
obcecados en cortar por lo sano con todos los medios
autoritarios y constitucionales que tuvieron a
su disposición, las propósitos de la parte
separatista, la cual de forma ilegítima, tal como nos lo
vendían, estaban dispuestos a declarar unilateralmente la
República de Cataluña. La que por cierto, a mi juicio al
no tener reconocimiento internacional hacía agua
por todas partes. Aunque bueno, tal como dice el refrán: "de
ilusiones también se vive". El caso es que la consumación del esperpéntico
disparate se hizo realidad. Y a raíz de esta osadía
por parte de los consellers secesionistas, el Gobierno de
Mariano Rajoy y su séquito de constitucionalistas a todos estos
"rebeldes" del Parlament les aplicó el consabido y
polémico artículo 155 y ya
conocéis de sobra las consecuencias: imposición de unas elecciones ya
cantadas, multas, cárcel para los cabecillas separatistas, fuga y exilio de opereta, etc. En definitiva, que la mayoría los ex
consellers de la Generalitat implicados en el esperpéntico dislate secesionista se han tenido que plegar a lo que ordena y manda el artículo de marras y que no es otra cosa que una bajada de pantalones con el fin de
salir lo más indemnes posible. Algunos de los que la liaron parda aquel fatídico 1 de octubre y puso al populacho como carne de cañón en los colegios electorales para que recibieran porrazos a mansalva por parte de la chusma armada(ellos escaparon sin moratón alguno) se han largado para Bruselas. Como se ve han sido de los primeros en abandonar la quimera catalana. Por cierto, también para glorificar
tan conflictiva circunstancia,
se ondearon esteladas y banderas y se desenterraban algunos temidos
y casposos cadáveres infectos de resentimiento y hedor patrio, todos
ellos cubiertos en un sudario rojo y gualda. Pues bien,
mientras todo este sucedía y los implicados
en esta disputa secesionistas, en vez
de solucionar el conflicto a través del diálogo y
la negociación lo agravaban más con el “yo la tengo más larga”
porque he tomado la calle con más banderas y más pancartas que
tú, iban creando una espesa cortina de humo que no dejaba ver
la triste realidad que vive esta “España mía, esta
España nuestra”
tal como en su día cantó la malograda cantautora madrileña Evangelina
Sobredo Galanes (Cecilia). Creo que no hay que ser muy espabilado para
saber que el pifostio que han montado en Cataluña tanto un bando
como el otro, tal como indico, es una cortina de humo
que no está dejando ver los graves problemas que actualmente sufre nuestro
país. Mientras que siga este conflicto, y me temo que va para largo
porque esta virulenta espiral secesionista,
enquistada desde hace siglos en la Historia de España, no van a conseguir
pararla ni con el 21-D., porque el sueño independentista nunca
se va a extinguir, puede que temporalmente se aletargue, pero volverá
a despertar para continuar siendo la pesadilla del Gobierno de turno.
Bueno, como iba diciendo, mientras siga de actualidad, hasta lo
indecible los medios de comunicación continuarán
llenando páginas y más páginas sobre el cansino asunto de los
independentistas y por tal razón se olvidarán de la
grave problemática social que padece de forma generalizada los
españolitos de a pie. Como es por ejemplo el que casi 13 millones de
personas en este país se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión
social. Esto equivale a que el 28 por ciento de su población se encuentre en
tan dramática situación. Son datos recogidos a través de un informe de la Red
Europea de lucha contra la pobreza. Este organismo resalta que el porcentaje de
pobreza en España es uno de los más altos de Europa. Ya ven, somos los primeros
en tan lamentable problemática y los políticos siguen más preocupamos en
continuar enzarzados en la contienda separatista catalana que en
buscar soluciones que reviertan esta lamentable y triste situación. Y eso
de que se jactan en vociferar que la economía española se ha ido
recuperando progresivamente después de todos los reveses que ha
tenido que soportar durante estos últimos años a
cuenta de la crisis global. Puede que sea cierto que se haya
recuperado la macroeconomía, de la cual se beneficia las grandes empresas o la
banca, y con ello mejora el PIB, en cambio para nada la situación de pobreza se
ha visto mejorada. Ha aumentando para toda la población española en su
conjunto. Una pobreza severa que en infinidad de ocasiones conlleva a que en
algunos hogares no puedan coger ni una triste semana de vacaciones; o no
puedan hacer frente a las facturas domesticas: agua, luz, gas, etc.

¡Qué tristeza ver como los
medios de comunicación se han olvidado de los verdaderos dramas de la triste
realidad cotidiana de nuestro país! Parece que la única información
que les interesa darnos es todo cuanto esté relacionado con el
procés catalán. Se ha creado una especie de sinergia en la que
aparentemente nuestras anodinas existencias dependieran de estar
plenamente informadas de todo cuanto sucede alrededor de este
conflictivo tema. Si hasta se han olvidado del nauseabundo asunto de la
corrupción institucionalizada y de todos esos delincuentes que han metido mano
a la caja del erario público. ¿Alguien ha vuelto leer alguna información
de interés acerca del ínclito Urdangarin tras ese paripé de juicio que se
le hizo y en el que supuestamente se le condenó a prisión? Pues bien, se
largó para Suiza y ahí os quedáis pringaos. Y por el país helvético
continua “missing”. Viviendo a cuerpo de rey, que para eso es cuñadísimo,
o yernísimo. Faltaría más. ¿Y del corrupto y facineroso mayor del reino, Rodrigo
Rato? Este sujeto también sigue campando a sus anchas dándose la
vida padre con todo el dinero público que ha afanado. Ya ven que este par
de golfos continúan sin pisar la trena, por el
hecho de que “algo huele ha podrido en Dinamarca”, con referencia el
sistema jurídico de este país. En cambio, como todos bien sabéis a los líderes
del procés catalán los jueces les faltó tiempo para
enchironarlo por sus actos de agitación y rebeldía, según nos lo cuentan
claro está. Cuando les interesa, se dan prisa de narices. Lo que
está bien claro es que la crisis surgida de Cataluña le ha venido de
perlas al gobierno corrupto de Rajoy. Han aprovechado que por un tiempo
considerable su fecal corrupción institucionalizada la escondan
debajo de la alfombra. Además resulta que han sido oportunistas y
con mucha astucia. Comento esto porque la Fiscalía Anticorrupción no
ha encontrado el momento más oportuno que conceder la libertad condicional al
ex presidente de la Comunidad de Madrid PePero para más señas, Ignacio
González, encarcelado por la trama del Caso Lezo. Como el vulgo estaba
distraído mirando para Cataluña, sin problema alguno sale de la cárcel de Soto
Real este delincuente que amasó una gran fortuna de dinero a través de la trama
del Canal Isabel II. Todos estos deleznables hechos relacionados con la
corrupción y el autoritarismo por parte del Gobierno están poniendo seriamente
en jaque la regeneración democrática surgida del 15
M. Aquel
espontáneo e ilusionante movimiento del que surgió el partido morado, el
cual nos hizo creer en su momento que la realidad podía ser
transformable. Podemos, Podemos…¿Quién te ha visto y quien te ve?: Pablo,
Pablete, tu ambigüedad políticamente nos mata; o más bien te
mata, lenta, pero certera. Ahora, que parece que vivamos en la
época de la posverdad y con esta calma tensa sólo ya nos
queda esperar que el diálogo y la inteligencia se impongan a la sin
razón y la intolerancia y que juntos consigan el que se vayan
difuminado las columnas de humo y se arríen esas banderas de las partes en
conflicto que cargadas de intransigencia todo lo inundan para poder
comprobar que el porcentaje de pobreza en España está felizmente
disminuyendo y que los políticos enfrentados dialoguen con el
fin de construir más puentes que nos acerquen y menos muros que
nos separen